El Ministro de Justicia, Yesid Reyes Alvarado, sostuvo que las políticas de lucha contra las drogas no pueden continuar sin cambios. Durante un diálogo con la sociedad civil cuyo propósito era discutir la posición de Colombia en la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el Problema Mundial de las Drogas (UNGASS) en 2016, el alto funcionario indicó que es imperativo acordar políticas que permitan responder de manera más humana y efectiva a este fenómeno.

“No podemos seguir aferrados a una visión monocromática centrada en la reducción de la oferta traducida en una política desbalanceada que ha privilegiado la represión y la sanción penal. Los retos que teníamos hace una década han cambiado y las herramientas de las que disponemos para enfrentar el problema de las drogas resultan inadecuadas e insuficientes”, sostuvo el Ministro.

El jefe de la cartera de justicia, explicó que Colombia es ejemplo internacional en el uso del derecho penal para combatir a personas y organizaciones que se lucran de las drogas.

“Hemos tenido la voluntad política para desvertebrar con éxito los llamados carteles de la droga. Nuestras Fuerzas Militares y nuestra Policía constituyen un modelo exitoso de lucha contra el narcotráfico. Solo entre enero y agosto de este año ya se ha incautado más cocaína que en todo el año 2014 y somos el país líder en interdicción a nivel mundial”, sostuvo.

Y agregó: “Esa voluntad de perseguir a los criminales con toda la capacidad de la que dispone el Estado no cambiará respecto de los eslabones fuertes de la cadena del narcotráfico. A los que buscan beneficiarse de este negocio les espera un Estado capaz y decidido a enfrentarlos. Para ellos está reservado el poder de nuestras Fuerzas Armadas y la severidad de nuestros jueces y fiscales”.

Sin embargo, advirtió que año a año han quedado inexplicablemente relegadas a un segundo lugar las acciones enfocadas en la prevención del consumo, la apertura de oportunidades para las poblaciones afectadas por la economía ilegal de las drogas, así como han quedado relegadas a un segundo plano las intervenciones desde el ámbito de la salud pública.

“Es necesario estudiar las condiciones de vulnerabilidad de los cultivadores y de los llamados correos humanos. Que la fuerza represiva de la ley recaiga indiscriminadamente sobre estas personas, sin proporción alguna, no solo resulta ineficiente sino sobre todo injusto”, recalcó el Ministro Reyes.

Al concluir su intervención, el alto funcionario dijo que la ambición del Gobierno es tener suficientes herramientas de política pública que permitan aplicar todo el peso de la ley a los eslabones más fuertes de la cadena, pero al mismo tiempo utilizar toda la capacidad del Estado para integrar socialmente a los grupos más débiles afectados por este fenómeno.

“No queremos seguir buscando un mundo libre de drogas como objetivo utópico e imposible, sino diseñar una política de drogas que permita reducir los impactos negativos que este fenómeno tiene sobre nuestra sociedad, siendo más eficientes en el uso de los recursos con los que contamos”, concluyó.