¿Qué implica cortocircuito Gobierno-presidente ANDI? | El Nuevo Siglo
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Jueves, 10 de Noviembre de 2022
Redacción Política

Una de las principales señales de confianza y estabilidad en una economía es, sin duda alguna, la capacidad y eficacia de la interacción entre el gobierno de turno y el sector privado. Interacción que debe llevar a tramitar de forma proactiva las diferencias de criterio y buscar salidas consensuadas, en la medida de lo posible. Incluso en aquellos casos en que no se logren acuerdos, lo cual es absolutamente normal, el mantener abiertos y funcionales los canales de diálogo fortalece el escenario democrático y deliberativo.

Y eso, precisamente, es lo que no está ocurriendo entre el gobierno Petro y el presidente del gremio más poderoso del país, la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), Bruce Mac Master.

Se trata, sin duda, de una situación por demás complicada. El cortocircuito entre el Ejecutivo y el principal vocero gremial del país genera, al decir de no pocos analistas, un ambiente de incertidumbre sobre la definición del futuro económico del país en momentos en que el panorama está muy complicado por cuenta de la disparada inflacionaria, los altibajos cambiarios, las altas tasas de interés, el desaceleramiento del Producto Interno Bruto e incluso el riesgo de una recesión global a corto plazo.

No menos preocupante resulta que el Ejecutivo trate de ‘graduar’ al presidente de la ANDI de opositor político y que interrumpa los contactos con él. Desde el Centro Democrático y otros sectores políticos han advertido que por esa misma vía comenzaron algunos regímenes de izquierda en Latinoamérica, que acudieron al expediente de exacerbar la ‘lucha de clases’ como mecanismo gubernamental para desacreditar a todo aquel que tenga posturas contrarias al oficialismo.

De mal en peor

A punto de cumplir 100 días de mandato de izquierda en Colombia, el dirigente gremial ha sido blanco de duras críticas del presidente Gustavo Petro, de su principal asesor empresarial así como del ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo e incluso de no pocos senadores y representantes de la coalición del Pacto Histórico.

El principal motivo de discordia ha sido el alcance del proyecto de reforma tributaria y las observaciones de fondo hechas por Mac Master, como vocero del empresariado, sobre el duro impacto que la sobrecarga de impuestos tendrá en materia de afectación de la rentabilidad productiva, desestímulo a la inversión y posible aumento del desempleo.

Aunque esa postura no ha sido expuesta solo por el presidente de la ANDI sino también por el Consejo Gremial así como por los voceros de la mayoría de rubros sectoriales productivos, el Gobierno ‘casó’ pelea directa con Mac Master.

“Es inaudito que un presidente, que se precia de defender a las minorías, el debate democrático y que ha sido víctima de los señalamientos injustos, haya decidido liderar una campaña de desprestigio y estigmatización contra las empresas de Colombia porque criticamos propuestas suyas”, replicó el presidente de la ANDI a mediados del mes pasado tras algunos señalamientos del Jefe de Estado.

A ello reaccionó, en un tono por demás agresivo y que no pocos sectores calificaron de indebida injerencia en asuntos internos gremiales, el consejero presidencial para Asuntos Empresariales, Juan Fernández, quien desmintió que existiera una “campaña de desprestigio y estigmatización contra empresas de Colombia”, al tiempo que se preguntó si no sería que “… lo que hace falta es un interlocutor válido en la ANDI”.

De hecho, tras ese rifirrafe en varias instancias económicas se empezó a rumorar que el Gobierno se dedicó, como se dice popularmente, a tratar de ‘saltarse’ a Mac Master, y por intermedio de Ocampo y otros ministros empezó a hablar directamente con gremios asociados a la ANDI y otros líderes empresariales. Fue vox populi en estos círculos que la intención del Ejecutivo sería catalogarlo como una especie de ‘opositor político’ del Gobierno, restándole así legitimidad como vocero objetivo de las preocupaciones del sector privado. Incluso, se rumoró que el mensaje entre líneas iba dirigido a que a la ANDI no le convenía tener una presidente con parcialidad política…

En instancias económicas y gremiales se asegura que es evidente que la Casa de Nariño quiso debilitar el liderazgo de Mac Master e incluso ‘moverle el piso’. Desde el Ejecutivo niegan esta circunstancia y replican que se habla por igual con todos los voceros de sectores productivos y empresarios.

Lo cierto es que ya en dos ocasiones la junta directiva del Asociación ha salido a respaldar a su presidente en medio de las críticas gubernamentales. Para no pocos dirigentes empresariales sin su vocería no habría sido posible que Gobierno y Congreso morigeraran algunas de las propuestas impositivas iniciales sobre impuesto de renta, patrimonio, dividendos, ganancia ocasional, sobretasa a los hidrocarburos y carbón, alimentos ultraprocesados y altamente azucarados, zonas francas y otros. Sin embargo, pese a estos avances, no se puede negar que el Ejecutivo y sus mayorías parlamentarias prestaron oídos sordos a muchas de las preocupaciones de los gremios.

Con Ocampo la cuestión ha sido más crítica. Las continuas advertencias de Mac Master sobre varios de las propuestas clave de la tributaria llevaron a que el zar de las finanzas haya roto cualquier interlocución con el principal vocero gremial del país.

Incluso, el miércoles en la noche, en declaraciones a CM&, el Ministro admitió no solo que su relación con el presidente de la ANDI ha sido muy difícil, sino que el diálogo con él está "interrumpido". De hecho, Ocampo dijo que estaba esperando “a que tenga alguna cosa positiva que decirme para poder volverme a sentar a hablar con él, pero si me va hablar solamente cosas negativas, pues claro que no le sirve a un ministro de Hacienda simplemente oír críticas. Yo quiero oír propuestas positivas, de qué hacer”.



Ocampo señaló que mientras Mac Master es muy negativo “… muchos otros líderes gremiales han sido muy positivos”. Pese a que la ANDI lleva la vocería de la mayoría de sectores productivos del país, el Ministro, sin precisar nombres, afirmó que “… el grueso de los gremios de la producción, incluso el grueso de los empresarios con que he hablado, han tenido propuestas positivas, muchas de las cuales hemos acogido”.

 

Ahí está y ahí se queda

Por el momento resulta claro que pese a las críticas del Ejecutivo y las versiones en torno a que se le trató de ‘mover el piso’, Mac Master continúa firme en su cargo. De hecho, en una decisión que envió claras señales a la Casa de Nariño, el miércoles la Junta de la Dirección Nacional de la ANDI respaldó el trabajo adelantado por su presidente “en el marco de la discusión democrática sobre la reforma tributaria y reitera su propósito de continuar trabajando en pro del desarrollo del país y en la consecución de mejores condiciones y oportunidades para toda su población”.

La instancia directiva no solo ratificó “que la promoción y la construcción de la confianza es fundamental, pues de este modo se abren nuevas oportunidades de generación de empleo, el cual consideramos es el mejor vehículo para la sostenibilidad social y económica del país”, sino que sobre el caso específico de Mac Master ratificó “unánimemente su voto de confianza” en él y por eso se decidió “anticipadamente extender su mandato por un periodo adicional hasta noviembre de 2025”.

“Recibo con gran complacencia el voto de confianza que me otorga la junta dirección general de la ANDI y reitero mi voluntad de trabajar por el país, las empresas y emprendimientos de Colombia, y de contribuir en una agenda de desarrollo que beneficie a todos”, reaccionó Mac Master tras ese espaldarazo.

Para no pocos analistas, es claro que el empresariado cerró filas en torno no solo a la persona del dirigente gremial, sino al derecho a disentir y expresar opiniones sobre la política económica y social que la administración Petro quiere implementar, acorde con sus promesas de campaña y el aval de las urnas. De hecho, el dirigente gremial recalca a cada rato que está listo para el diálogo respetuoso y constructivo.

Como bien lo trinó el presidente de la ANDI días atrás “… no valen la pena los señalamientos temerarios. La construcción de confianza es un proceso donde el liderazgo de las autoridades juega un rol fundamental, uno que invite a la participación de todos. En un proceso constructivo, respetuoso y colectivo yo sería primero en participar”.

“Después de casi tres meses de reforma tributaria nos queda la convicción de la importancia poder desarrollar debates amplios y democráticos en todas las decisiones trascendentales del país. No se trata de estar en acuerdo o desacuerdo, se trata de tener una democracia madura y activa”, también había indicado la semana pasada.

Visto todo lo anterior, se puede concluir que el cortocircuito entre el Ejecutivo y el principal vocero del sector privado no le conviene al país. Esa fractura profundiza la polarización y ahonda la controversia y el ambiente de incertidumbre sobre el futuro inmediato del país. Es innegable.