Reforma a la salud: se concierta o fracasa | El Nuevo Siglo
<FOTO>Próximo martes comenzará verdaderamente el primer debate de la reforma a la salud en la Comisión Séptima de Cámara, pues se pondrá a consideración la ponencia que avala el proyecto del Gobierno. /Catalina Olaya
Catalina Olaya
Sábado, 22 de Abril de 2023
Redacción Política

El próximo martes se dará en la Comisión Séptima de Cámara el verdadero primer debate a la reforma a la salud, pues se discutirá la ponencia positiva al texto del Gobierno, después de que en la anterior sesión fuera derrotado el informe de la oposición para su archivo. A pesar de ello, el panorama para aprobarla sigue nublado, pues los partidos Conservador, Liberal y la U se mantienen en que no la apoyan. Como están las cosas, solo la disposición de la Casa de Nariño para ceder a más ajustes salvaría el proyecto.

Salud fue la primera de las grandes reformas del Gobierno en ser presentada al Congreso, pues también están la pensional y la laboral. Si bien desde finales del año anterior comenzó la polémica por la primera de estas iniciativas al dar la ministra Carolina Corcho las puntadas del articulado, especialmente por la intención de suprimir las EPS, la lluvia de críticas se desgajó desde el pasado 13 de febrero con su radicación en la Cámara.

Desde el primer momento, sin detenerse en que hacen parte de la coalición, los partidos Conservador, Liberal y la U manifestaron serios reparos al proyecto por eliminar las EPS, estatizar las estructuras, crear fondos regionales y quitar a los ciudadanos el derecho de elegir quién les presta el servicio, entre otras.

Entonces, Corcho se reunió por separado con estas colectividades para explicar en detalle los cambios que propone la reforma. No obstante, los partidos se sostuvieron en sus reparos y si bien manifestaron que son conscientes de la necesidad de hacer ajustes para mejorar el servicio, advirtieron que no votarían aspectos que desde su punto de vista pongan en peligro un sistema que se ha construido por tres décadas.

Es posible que el Gobierno en sus cálculos sobre el trámite de la reforma tuviera presente que algunos partidos de la coalición podrían hacer reparos y condicionar apoyar algunos artículos, pues el año pasado esto sucedió con la reforma política y la tributaria.

Sin embargo con lo que posiblemente no contaba la Casa de Nariño es con que liberales, conservadores y los de la U hicieran frente común contra el texto gubernamental de la reforma y, menos aún, que condicionaran el voto favorable a que se incluya la totalidad de sus proposiciones.

El partido Conservador y la U presentaron en conjunto 133 proposiciones, en tanto que los liberales por su lado hicieron también sus planteamientos.

Sin embargo, la inconformidad de estas colectividades alcanzó el punto de ebullición después de ver que en la ponencia para primer debate se incluyó apenas el 20 % de sus proposiciones, según explicó el presidente del Directorio Nacional Conservador, el senador Efraín Cepeda.

Entonces conservadores y la U reafirmaron que votarán en contra la reforma si no son tenidas en cuenta sus proposiciones. Igual advirtieron los liberales.

El pasado fin de semana el Gobierno trabajó con los ponentes y técnicos del Ministerio de Salud para hacerle más cambios al articulado en consonancia con las exigencias de las colectividades, autorizando incluir cerca del 90 % de las proposiciones. Les hizo llegar el texto enmendado a los presidentes del partido Conservador, Efraín Cepeda; del Liberal, César Gaviria, y de la U, Dilian Francisca Toro.

Pero tampoco le funcionó al Gobierno este movimiento, pues el partido Conservador y la U, tras analizar la nueva ponencia, anunciaron: “reafirmamos nuestra posición de no apoyar el texto a la reforma a la salud como lo ha presentado el Gobierno, ya que no están acogidas la totalidad de las propuestas presentadas por nuestras colectividades”.



En la cancha del Gobierno

El hundimiento de la ponencia negativa el pasado miércoles en la Comisión Séptima de Cámara, por 17 votos contra 4, ha sido interpretado por muchos como una muestra de que la mayoría de los partidos saben que debe hacerse una reforma a la salud, pero no la que está planteando el Gobierno sino una ajustada  y consensuada.  

Al día de hoy el Gobierno no tiene los votos en la Séptima de Cámara para que el próximo martes sea aprobada la ponencia positiva al proyecto de reforma que presentó. Contaría con 9 votos de los 11 que requiere, por parte del Pacto Histórico y la Alianza Verde, colectividades también de la coalición que no han hecho mayores reparos al articulado.

En días anteriores el representante liberal Dolcey Torres anunció que votará a favor, no obstante que su partido advirtió que votará en contra y que radicó una ponencia alternativa que recoge los ajustes que ha pedido a la reforma. 

Si Torres efectivamente procede en ese sentido, el Gobierno tendría 10 votos y solo le faltaría uno para hacer aprobar la ponencia y, como consecuencia, que dicha Comisión pase a discutir y votar su proyecto.

Se ha rumorado que el Gobierno habría cambiado su estrategia, al menos para el primer debate, para intentar lograr el apoyo a la reforma por parte de los partidos ‘rebeldes’ de la coalición, pues ya no les apuntaría a los presidentes de los mismos, es decir, el senador Cepeda, el exjefe de Estado Gaviria y la exgobernadora Toro, sino supuestamente hablaría directamente con algunos de los parlamentarios de estas colectividades que están en la Comisión Séptima de Cámara. 

Supuestamente el ministro del Interior, Alfonso Prada, este fin de semana estaría contactando algunos parlamentarios conservadores, de la U  y liberales para tratar de convencerlos  de que voten a favor de la reforma en el primer debate.

El pasado viernes el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, cabeza de Cambio Radical, partido de oposición al Gobierno, además de plantear fuertes reparos a la reforma, hizo un llamado a la presidenta de la U para que ayude a hundirla.

“Le hago un llamado a la doctora Dilian para que tome una decisión final. O se queda con su representación en el Gobierno o toma la decisión correcta que es hundir esa iniciativa”, fue explícito Vargas Lleras.

Este mensaje llamó la atención porque, por un lado, la U ha asegurado que votará en contra de la reforma si no es incluida la totalidad de las 133 proposiciones que presentó con los conservadores, y también, por el otro, porque Vargas Lleras no hizo el mismo llamado a los jefes del partido Conservador y del Liberal a que hagan lo propio para el hundimiento del proyecto.

Toro respondió: “Querido Germán Vargas, no dudes ni un segundo que al igual que tú, yo pienso y trabajo por la salud y el bienestar de los colombianos. Más que nunca le apuesto al diálogo y al consenso  para que tengamos una mejor reforma a la salud que construya sobre lo construido”.

¿Accederá el Gobierno a más cambios?

Como la política es dinámica, es posible que el Gobierno logre deslizar un par de votos para que el martes se apruebe en la Comisión Séptima la ponencia positiva a su texto de reforma.  Incluso, que el proyecto con mayoría ajustada avance días después en primer debate.

Sin embargo, si el Gobierno no concierta con los conservadores, liberales y la U el proyecto para el segundo debate en la plenaria de Cámara, no tiene la mínima posibilidad de sobrevivir. 

El partido Liberal es mayoría en Cámara, con 33 curules; el partido Conservador tiene 27 y la U 15 escaños. Es decir, estas colectividades suman 65 votos y el Gobierno requiere 94 votos en plenaria para que se apruebe la reforma.

La coalición puede sumar 58 votos en plenaria de Cámara sin los liberales, conservadores y la U. Aunque el Gobierno podría alcanzar las mayorías si logra el voto de los dos últimos.