NUEVAMENTE COLOMBIA se rajó en una nueva edición del Informe PISA, un estudio a nivel mundial que mide el rendimiento académico de los alumnos en matemáticas, lectura y ciencias.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con sede en París, realiza esta encuesta cada tres años para evaluar la capacidad de los jóvenes de 15 años en matemáticas, lectura y ciencias.
En el caso de Colombia se presentaron caídas en la asignatura de lectura, donde pasó de tener 412 a 409. Lo mismo ocurrió con matemáticas en el 2018 el país tenía 391 y el año pasado obtuvo 383.
Al respecto, EL NUEVO SIGLO consultó a expertos en educación de cuatro instituciones de educación superior la relación que podría tener la reforma a la educación que se debate en el Congreso con una posible mejora en el futuro para Colombia en los resultados de estas pruebas.
Gloria Bernal, directora del Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana, sostuvo que la reforma a la ley estatutaria ayuda sobre todo con la integración de la primera infancia como un derecho fundamental.
“Sin embargo, en otros aspectos no veo que la reforma vaya a contribuir de manera substancial y contundente a la calidad, pertinencia y reducción de la deserción en la educación básica y media en Colombia. Quedan muchos interrogantes sobre cómo se va a aterrizar el cumplimiento de la educación como un derecho fundamental. Con qué recursos y con cuáles políticas concretas vamos a abordar las problemáticas actuales de calidad, permanencia, deserción y bienestar estudiantil. Tampoco se dan pautas claras de cómo los estudiantes pueden transitar por el sistema educativo con mayor facilidad, para que alcancen mayores niveles educativos”, afirmó.
A su turno, Óscar Herrera, vicerrector académico de la Universidad Central, sostuvo que aunque algunos de los proyectos de ley planteados por el Gobierno actual efectivamente están abordando temas como infraestructura, cobertura y deserción, esto no necesariamente implica de manera directa unos mejores resultados en las pruebas PISA.
“Estas pruebas permiten valorar conocimientos generales básicos de jóvenes que terminan la secundaria o la media y en esa comparación, pues las competencias básicas en lectura, escritura, oralidad, matemáticas y lógica son las que tienen un mayor peso, lo cual implica que el trabajo que se debe hacer desde la primera infancia en la formación es lo que realmente tiene posibilidad de impactar en el mediano y largo plazo un mejor resultado en las pruebas PISA. Las reformas no están directamente orientadas a este fortalecimiento, en esas competencias y en estos niveles de formación que sí impactarían unos mejores resultados en las pruebas y más allá de los resultados en una prueba, realmente una mejor cualificación de los jóvenes que terminan su educación media”, explicó.
Un llamado al Gobierno
Por su parte, Dory González, docente de la Escuela de Educación e Innovación del Politécnico Grancolombiano aseguró que aunque a su concepto los proyectos que se debaten en el Congreso de la República tienen buenas intenciones, eso quizás no responde a las pruebas PISA que son estandarizadas desde las dinámicas y requerimientos de la OCDE.
Finalmente, Camilo Bonilla, director de posgrados de la Escuela de Ciencias Humanas de la Universidad del Rosario enfatizó que en principio es posible afirmar que ninguno de los dos proyectos apunta directamente a atender las falencias del sistema educativo colombiano.
“Estos proyectos atienden más a resolver problemas de cobertura y no necesariamente de calidad. De hecho, algunas de las críticas más fuertes al proyecto de reforma de la Ley 30 se basan justamente en ese detalle, en que no se atienden los problemas de calidad de la educación superior. Estos resultados en las pruebas quizá deberían ser entonces un nuevo llamado de atención para que el Gobierno nacional inicie una evaluación profunda sobre qué puede hacer para que la educación de nuestros niños, niñas y adolescentes sea efectiva, oportuna y pertinente para las exigencias y retos que plantea el mundo contemporáneo”, concluyó.