"Tenemos que reconstruir la Colombia que quedará destruida" | El Nuevo Siglo
El director del Centro Democrático, Gabriel Jaime Vallejo, se mostró optimista ante el futuro de la colectividad de cara a las próximas elecciones. / CD
Viernes, 24 de Enero de 2025
Redacción Política

Midiendo la coyuntura en que se encuentra el país y el futuro inmediato de lo que pueda suceder con las próximas eleccciones, el presidente del Centro Democrático, Gabriel Jaime Vallejo, dijo que desde ahora el partido se está preparando para reconstruir a Colombia.

En sus declaraciones a EL NUEVO SIGLO, Vallejo es pesimista y crítico con la gestión del gobierno actual, pero a la vez señala que dentro de su colectividad deberá haber unión para trabajar en torno al expresidente Álvaro Uribe, quien sigue guiando al partido

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo se proyecta el Centro Democrático este 2025?

GABRIEL JAIME VALLEJO: Se sigue reorganizando, sigue motivando y moviendo nuestras bases en todos los municipios y departamentos de Colombia. Esto de cara al proceso electoral que se avecina para el año 2026, en donde se define fundamentalmente el futuro de Colombia. Este año tendremos la responsabilidad de avanzar en la escogencia de nuestro candidato a la Presidencia, de los cinco que actualmente aspiran a ser el candidato del Centro Democrático, y por otro lado, a conformar las listas tanto a Senado como a Cámara de Representantes. En eso estamos concentrados en recorrer Colombia, en hablar con los colombianos y en decirles que a pesar de las dificultades y de los problemas que enfrenta el país actualmente, este partido, el Centro Democrático tiene la inmensa responsabilidad de salvar a Colombia.

Las listas

ENS: ¿Cómo se van a confeccionar las listas al Congreso de la República?

GJV: En principio lo que les hemos informado a Colombia y a nuestras bases es que la lista al Senado de la República será una lista cerrada, es decir, de voto no preferente, integrada por hombres y mujeres de las mejores condiciones, que representen lo que hoy los colombianos sentimos, exigiendo y pidiendo a gritos, y es poderle proponer al país retomar y recobrar la seguridad, disminuir el Estado, mejorar las condiciones de inversión y de emprendimiento, avanzar en la política social. En el caso de las listas a la Cámara, en principio serán listas abiertas, vamos a tener listas en todo el país, en los 32 departamentos de Colombia más Bogotá. Y bueno, la idea es volver a ser la bancada mayoritaria en el Congreso de la República. El próximo Congreso tendrá una enorme responsabilidad, que es trabajar con el gobierno entrante para reconstruir a una Colombia que quedará destruida en muchos frentes y en muchos sectores por culpa de un gobierno irresponsable e inexperto.

ENS: ¿Se había hablado de pronto que el expresidente Uribe encabezara la lista o quisiera formar parte en la lista del Senado?

GJV: Digamos que algunos ciudadanos han manifestado esa posibilidad, el presidente lo ha reiterado públicamente, él está concentrado primero en su proceso judicial, es fundamental resolver su situación jurídica, es un tema que nos preocupa, que le preocupa a él, a su familia, a nosotros como compañeros de partido, pero más allá de eso, de si va a estar o no, él ha dicho que su propósito es recorrer Colombia, recuperar la confianza de los colombianos, promover nuevos liderazgos, y yo no tengo la más mínima duda de que él va a jugar un papel fundamental tanto las elecciones al Congreso de la República como a la Presidencia. El presidente Álvaro Uribe es un hombre que tiene hoy toda la experiencia, el conocimiento, pero sobre todo el amor por Colombia, y este país hoy lo necesita más que nunca. Esperemos cuál va a ser el destino del presidente Uribe en el rol que va a jugar en el partido, y será él obviamente, como presidente fundador, el que decida cuál será ese rol.

A la presidencia

ENS: ¿Cómo va el proceso de elección del candidato a la Presidencia por parte del Centro Democrático?

GJV: Este proceso tiene que buscar sí o sí dos objetivos fundamentales, que van amarrados el uno del otro de manera simbiótica. El primero es lograr la unidad del partido. De nada serviría que el Centro Democrático escoja un candidato o candidata a la Presidencia, pero que tengamos un partido dividido. Y el segundo objetivo es escoger al mejor candidato posible que se gane el favor de los colombianos para que sea el próximo presidente de la República. En eso estamos. No es fácil. Esperemos que mi Dios nos ilumine y nos permita que este proceso salga bien, por el bien de Colombia y del partido Centro Democrático.

ENS: ¿Considera que los partidos de derecha deben unirse para escoger un solo candidato, para hacer una coalición?

GJV: Yo lo que creo es que aquí tiene que haber un gran acuerdo nacional, un gran acuerdo sobre lo fundamental, integrado por diferentes sectores de la población colombiana, sectores políticos, sectores sociales, sectores empresariales, sectores académicos. Es decir, aquí tiene que haber un gran pacto para enfrentar el proyecto fracasado neocomunista que hoy gobierna el país. Yo creo que aquí debemos y tenemos la obligación de convocar a una gran alianza por Colombia, a un gran acuerdo por Colombia. Pero no con la vieja política. Yo creo que al pueblo colombiano no se le puede subestimar simplemente diciéndole que ante el fracaso rotundo y estrepitoso de un gobierno neocomunista como el de Gustavo Petro, la alternativa sea volver al pasado y hacer acuerdos con la vieja política. Aquí lo que toca es convocar a la ciudadanía colombiana, a los sectores políticos, sectores sociales, insisto, empresariales, académicos, para enfrentar en el año 2026 a este gobierno.

Vallejo

La reforma

ENS: ¿Cuál es la posición del Centro Democrático frente a la reforma laboral?

GJV: Nos oponemos a una reforma que no solamente destruirá empleos, empleos formales, que son hoy los que necesita el país. En un país donde la informalidad se convirtió en el paisaje que a nadie le importa, en donde la informalidad lo único que está haciendo es condenando a la pobreza a millones de colombianos. Sino que es una reforma que generará el peor escenario de relación entre trabajadores y empleadores. ¿Por qué? Porque lo único que va a lograr es generar que la relación laboral se convierta en un conflicto entre el empleador y el trabajador. Ojalá no pase esta reforma, por el bien de los colombianos, por el bien de los trabajadores colombianos. Y esta es, como lo hemos venido advirtiendo desde el mismo momento en que el Gobierno nacional la anunció, una reforma dañina para el avance económico-social de Colombia. Esperemos que el Congreso de la República no la apruebe y el Centro Democrático se opondrá de manera rotunda a una propuesta laboral que en nada contribuye al mejoramiento de la calidad de vida de los trabajadores colombianos y a la generación de empleo.

Las incoherencias 

ENS: ¿Qué opinión tiene de los decretos de conmoción interior?

GJV: La conmoción interior es una figura establecida en la Constitución Nacional, es una figura válida, legítima. Creo que aquí la discusión, más allá de la conmoción interior, son varios puntos. El primero de ellos, un punto de coherencia. ¿Cómo es posible que un gobierno, que un presidente de la República que hacía cuatro años despotricaba de la conmoción interior, que consideraba que la conmoción interior era darle un golpe de Estado a la institucionalidad colombiana, cuatro años después la utiliza? Uno no puede ser tan incoherente. Uno no puede decir que en la oposición se oponía a la conmoción interior porque la consideraba un golpe de Estado y hoy siendo gobierno la utiliza. Eso es lo primero. Es una absoluta vergüenza la incoherencia del Gobierno y especialmente del presidente de la República.

Pero lo segundo, la conmoción interior significa el fracaso rotundo del programa de la mal llamada paz total, por una sencilla razón, porque el Gobierno improvisó con el Eln, se le advirtió que el cese bilateral o unilateral, que fue únicamente para el Ejército y la Fuerza Pública hacia el terrorismo, no iba a conllevar nada bueno. Y ahí tenemos las consecuencias. La conmoción interior significa el puntillazo final, el tiro de gracia a la política de paz total, que fue la política con la que se hizo elegir presidente de la República.