"Crean en ustedes", lanzó la directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI) a los europeos, cuyo crecimiento va a la zaga respecto a Estados Unidos.
"Mi consejo para mis conciudadanos europeos, es [tener] más confianza. Crean en ustedes y, lo más importante, díganselo a los otros", declaró Kristalina Georgieva, de nacionalidad búlgara, durante la última mesa redonda organizada en el Foro de Davos.
La líder del FMI sugirió que debería haber un cambio de actitud, recordando que "Estados Unidos tiene una cultura de confianza. Europa, una cultura de modestia".
Junto a ella, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, advirtió que Europa debería conseguir retener a sus talentos, que suelen irse al extranjero.
"Si los dirigentes europeos empiezan a comportarse como es debido, respondiendo a este llamado de atención y a la amenaza existencial [...], creo que hay un enorme potencial para Europa", dijo.
Incluso, sugirió que el Viejo Continente podría atraer o hacer que vuelvan talentos "desencantados" tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
"Debemos mantener nuestros talentos en casa, debemos guardar nuestros ahorros en casa, y quizá también sea tiempo de importar a algunos de esos talentos que estarían desencantados, por una u otra razón, al otro lado del océano", dijo.
El jueves, Trump intervino por videoconferencia en Davos y criticó a Europa, sobre todo por su déficit comercial con Estados Unidos.
"Intento ser constructivo porque amo a Europa", afirmó el presidente estadounidense. Pero los europeos "tratan a Estados Unidos de forma muy muy injusta con las malas tasas".
Lagarde insistió en que "debe haber negociaciones" respecto al comercio internacional.
"Debe haber relaciones comerciales organizadas [...] No podemos retirar todas las reglas, ignorar a las instituciones", señaló.
Mensaje de Trump
El jueves pasado, el presidente estadounidense, Donald Trump, invitó a los empresarios reunidos en el Foro de Davos a "producir en Estados Unidos" porque, si no, "tendrán que pagar aranceles" para vender sus productos en ese país.
"Mi mensaje para todas las empresas del mundo es simple: vengan a fabricar sus productos a Estados Unidos y se beneficiarán de unos impuestos entre los más bajos del mundo", declaró el dirigente republicano por videoconferencia desde la Casa Blanca.
"Pero si no los producen en Estados Unidos, y están en su derecho, entonces, simplemente, tendrán que pagar aranceles", advirtió, tres días después de ser investido para un segundo mandato al frente de Estados Unidos.
La declaración de Trump, unas horas después de la del presidente argentino Javier Milei, fue recibida con fuertes aplausos y se transmitió en una pantalla gigante en la principal sala del centro de congreso de Davos, en los Alpes suizos.
Su intervención era muy esperada tras la serie de decretos que firmó desde su regreso al poder. Un centenar de personas estaban haciendo fila para entrar en la sala tres cuartos de hora antes del comienzo de la sesión, constató un periodista de AFP.
El presidente estadounidense aprovechó la tribuna de Davos para recordar sus planes de reducción de impuestos y su lucha contra la inmigración irregular.
También instó a Arabia Saudita y a la OPEP a "bajar el coste del petróleo" y afirmó que "si el precio fuera más bajo, la guerra entre Rusia y Ucrania pararía inmediatamente".
El mandatario, de 78 años, respondió después a las preguntas de varios ejecutivos del sector financiero y energético.
Presencia
Entre los presentes estaban la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde; la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva; la directora general de la Ogranización Mundial del Comercio, Ngozi Okonjo- Iweala, y el exenviado estadounidense para el clima, John Kerry.
También asistieron el director general del gigante petrolero TotalEnergies, el francés Patrick Pouyanné; el del Bank of America, Brian Moynihan, y finalmente Ana Botín, presidenta del grupo bancario español Banco Santander.
Milei alaba a Trump
Las élites reunidas en Davos esperaban la intervención de Trump con una mezcla de entusiasmo y preocupación.
El dirigente repitió su intención de imponer aranceles contra algunos de sus principales socios comerciales, entre ellos China, Canadá y México.
El dirigente republicano intensificó también la presión sobre la reserva Federal estadounidense (Fed), al exigir "inmediatamente" una reducción de las tasas de interés.
"Exigiré que los tipos de interés bajen inmediatamente", aseguró. "Del mismo modo, deberían bajar en todo el mundo. Los tipos de interés deberían seguirnos por todas partes", añadió.
La próxima reunión de la Fed tendrá lugar los próximos martes y miércoles y deberá concluir con un mantenimiento de las tasas a su nivel actual.
El presidente argentino, Javier Milei, dio también un discurso horas antes en el foro de la ciudad suiza, en el que denunció "el virus mental de la ideología woke".
"El virus mental de la ideología woke. Esta es la gran epidemia en nuestra época que debe ser curada. Es el cáncer que hay que extirpar", afirmó.
Horas después, Trump aprovechó el momento para recordar que su país ya solo reconoce a dos géneros.
"Hice oficial, y política oficial de Estados Unidos, que solo hay dos géneros: hombre y mujer", subrayó. Las operaciones de reasignación de sexo "ocurrirán muy, muy raramente" en el país, dijo.
Posturas
El mandatario libertario argentino elogió a Trump y salió en defensa de su "querido amigo" Elon Musk, propietario de X y de Tesla, que lanzó un gesto a los seguidores de Trump tras su investidura, considerado por muchos como un saludo nazi.
El multimillonario "injustamente ha sido vilipendiado por el wokismo en las últimas horas por un inocente gesto que lo único que significa es (...) su gratitud con la gente", dijo.
También alabó a otros líderes de ideologías similares a la suya, como el salvadoreño Nayib Bukele, el israelí Benjamin Netanyahu, la italiana Giorgia Meloni y el húngaro Viktor Orban.
"Lentamente se ha ido formando una alianza internacional de todas aquellas naciones que queremos ser libres y que creemos en las ideas de la libertad", aseguró.
Manos a la obra
Por otra parte, Christine Lagarde, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), cree que Europa se enfrenta a una amenaza existencial, la cual puede verse agravada por los planes del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La líder del supervisor europeo considera que los líderes políticos, los legisladores y las propias empresas tienen que ponerse "manos a la obra" para convertir a Europa en un auténtico mercado único.
En un coloquio en la última jornada del Foro Económico Mundial, celebrado en Davos (Suiza), Lagarde ha enumerado muchas cosas que a favor de la posición de Europa, incluyendo sus niveles de deuda sobre PIB, el déficit, la tasa de inflación o la evolución a la baja de los tipos de interés, así como la enorme cantidad de talento y de ahorros en el Viejo Continente.
La francesa, sin embargo, ha señalado que la Unión Europea necesita de una unión bancaria y una unión del mercado de capitales, además de mantener el talento en casa, preservar en casa los ahorros europeos y ser capaces de atraer talentos desde otros lugares.
Ha recordado además las quejas de la excesiva burocracia y los trámites en Europa, algo que criticó abiertamente y con dureza Donald Trump, lo que para la francesa supone "una llamada de atención" para los que tienen puestos de decisión en la UE, que se debe tomar muy en serio y responder rápidamente a ella.
RECUADRO
Funcionamiento del mercado único
Ante los cambios que puedan introducirse en las políticas estadounidenses, la banquera central de la Eurozona, Christine Lagarde considera que estos representan un desafío, pero también una gran oportunidad para revisar y decidir si Europa quiere o no ser un actor clave. De este modo, ha defendido que si Europa fuera un mercado único, como afirma ser, equivaldría a suprimir un 40 % de aranceles aduaneros sobre los bienes comercializados dentro de Europa y el 110 % de los aplicados sobre sus servicios.
"No está funcionando como un mercado único", ha lamentado Lagarde, para quien la verdadera cuestión para los europeos, las empresas y los responsables políticos "es ponerse manos a la obra y hacerlo".
DESTACADO
Christine Lagarde, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), cree que Europa se enfrenta a una amenaza existencial