Ya hay 28 candidatos cuestionados: Ávila | El Nuevo Siglo
Miércoles, 25 de Marzo de 2015

Por Gabriel Sonny Cubillos

Periodista de EL NUEVO SIGLO

“Aunque no  se han inscrito las candidaturas, en estos momentos ya tenemos 28 candidatos cuestionados”, sostuvo el académico de la Fundación Paz y Reconciliación, Ariel Fernando Ávila.

Para el investigador, los desmesurados costos de las campañas políticas y la impunidad que existe a nivel regional hacen pensar que el fenómeno de la parapolítica no se va a acabar.

EL NUEVO SIGLO: ¿Hay posibilidad de que los coletazos de la parapolítica se sientan en los comicios de este año?

ARIEL FERNANDO ÁVILA:Aunque no se han inscrito las candidaturas, en estos momentos ya tenemos 28 candidatos cuestionados, ya sea porque pertenecieron a estructuras de la parapolítica o porque tienen alianzas con criminales.

Es decir, este es un fenómeno que no va a acabar por dos sencillas razones: lo primero es que hacer una campaña política es muy costoso. Eso significa que los candidatos o candidatas tienen que buscar financiación, y  acuden a ilegales o a contratistas legales, y a su vez utilizan los recursos públicos para sostener una campaña.

Es decir, en La Guajira fácilmente la campaña a la Gobernación puede costar 2 millones de dólares. Entonces eso hace que en una sociedad como esta sea fácil donde hay un sistema bancarizado, que los dineros ilegales entren. Y la segunda razón son los niveles de impunidad que hay a nivel regional. Si bien 61 congresistas están presos por parapolítica, los alcaldes que trabajaron con ellos, los diputados, los gobernadores, toda esa gente está libre allí y está participando en política. Y mucha de esa gente ayudó a despojar tierras, y mucha de esa gente se benefició del conflicto armado, y mucha de esa gente está en contra del proceso de paz, y es lo que estamos viendo a nivel regional.

ENS: Pero no se puede impedir a hijos de quienes se valieron de la parapolítica el derecho que tienen de hacer política…

AFA: Es que cuando denunciamos estos temas, estamos seguros de que aquí no hay delitos de sangre. No es que ser hijo, esposa o esposo de uno de estos bandidos, eso no lo hace criminal. Lo que lo hace criminal es que la estructura política de ese señor que está preso, esos alcaldes,  esos contratistas, esos gobernadores, esos lo están apoyando.

Eso es lo que hace tener una estructura criminal, no el hecho de ser hijo de alguien, no, ese no es el problema. Heredan la estructura criminal de ese otro patrón político, ese es el tema.

Entonces muchos de ellos se camuflan,  ‘pero es que fue mi papá, no fui yo’. Ah bueno, despréndase de todos sus socios, de todos sus financiadores y listo, no lo metemos en la lista. Pero no, siguen aliados con los mismos bandidos.

No hablamos de delitos de sangre, hablamos de herencia, de estructuras criminalizadas políticas.

ENS: ¿La parapolítica y la farcpolítica aún se podrían valer de las armas para constreñir al elector?

AFA: El tema del proselitismo armado entendido como que había una presión para que el elector votara por un determinado candidato, eso ya se acabó. Se sigue produciendo en algunas zonas de Nariño, en algunas zonas del sur de Bolívar, pero en general eso ya no existe. Lo que existe es la financiación ilegal de campañas.

Ahora lo que se da es que se infiltra una campaña con dineros ilegales, se compran líderes sociales, y a partir de allí se estructura toda la campaña del personaje.

Igual pasa con las Farc y con el Eln, ellos ya no están saboteando elecciones. Entonces las elecciones más tranquilas en  30 años es lo que va a salir a decir el Ministro de Defensa este año. Pero ese no es el hecho, el hecho es que siguen infiltrando campañas pero con otros mecanismos y no con recursos públicos.

 

Reforma política

La reforma política puso en cabeza de los partidos políticos mayores responsabilidades a la hora de fijarse a quién avalar.

El académico Ávila considera que estas responsabilidades “no se han cumplido y por tres razones: primero, aquí el gran responsables de que esto siga pasando es la ciudadanía, es decir, uno no puede elegir bandidos. Lo segundo son los partidos políticos, que básicamente tienen dos discursos: el primer discurso es que hay que votar por esa gente mientras no lo condenen; y el segundo discurso es que no hay delitos de sangre, y mientras eso avalan”.

“Y los partidos políticos se lavan las manos, son cómplices de eso porque tienen votos y no les importa nada, y la justicia no opera porque los órganos de control son puestos por los partidos políticos, como la Procuraduría, la Contraloría, la personería o como el Consejo Nacional Electoral. Entonces eso se vuelve un círculo vicioso y terminan gobernando bandidos”, anotó.