PUPITRAZOS A LA VISTA. Desde sectores de la oposición empezaron a advertir ayer del riesgo que implica para la institucionalidad el que en las próximas dos semanas en el Congreso se presente una ola de ‘pupitrazos’ en las comisiones y plenarias de Senado y Cámara para evitar que muchos proyectos de ley y acto legislativo se hundan o queden para ser debatidos después del 16 de febrero, cuando debe arrancar el segundo tramo de la tercera legislatura. Incluso hay alertas tempranas prendidas en torno al peligro de que en medio de toda esa carrera contra el reloj se cuelen proyectos que tienen no pocas sospechas encima sobre su inconveniencia para el país.
PARO CALIENTA MOTORES. Tras confirmarse que el Gobierno sí está pensando en aplicar en enero un alza en las tarifas de peajes superior al incremento de la inflación 2024 (que sería alrededor del 55), con el fin de compensar el 4,16% que está pendiente tras la congelación del reajuste en 2023, algunas organizaciones de camioneros y de otros rubros del transporte de carga ya están amenazando con irse a paro. Consideran que el alza del diésel este mes en 400 pesos, más el incremento en los peajes en enero próximo, además de las subidas de otros elementos de la canasta de precios sectorial, golpeará de forma contundente la, ya de por sí restringida, rentabilidad transportista.
CUMBRE URGENTE. Según se lo indicó a EL NUEVO SIGLO un alto cargo de una de las principales universidades del país se está planeando una cumbre al más alto nivel de los rectores de los claustros de educación superior privados de todo el país. Como es apenas obvio, la situación a analizar es la crisis presupuestal del Icetex y el impacto que tendrá en el calendario académico y la estabilidad financiera de las universidades el recorte de los recursos para los más de 300.000 alumnos que estudian con este tipo de préstamos, la mayoría de ellos en instituciones privadas.
QUIETOS EN PRIMERA (I). En círculos económicos se asegura que una de las coincidencias en muchas de las juntas de cierre de año de una gran cantidad de empresas es que para el próximo año lo que debe imperar es la cautela, tanto a la hora de emprender nuevos proyectos como en cuanto a la planificación de mediano y largo plazos. De un lado, porque ya solo queda año y ocho meses para que termine el gobierno Petro y es necesario vislumbrar cómo se desenvuelve el panorama político de cara a la sucesión en la Casa de Nariño en 2026.
QUIETOS EN PRIMERA (II). “... No solo es el tema de las reformas, ya que el próximo año será determinante para conocer la suerte de la pensional en la Corte y lo que pase con la de salud... Eso sin saber si aprueba este año la laboral... También está lo que pase con el recorte presupuestal y su impacto en obras públicas, vigencias futuras y nuevas inversiones oficiales... Y, claro, lo que termine definiéndose sobre el aumento salarial para el próximo año... Falta el efecto Trump sobre el dólar a mediados de enero y el impacto de su política económica… La puntillada será lo que pase con la otra reforma tributaria... Son muchos factores externos que hacen difícil prever los escenarios de negocios y proyectos de largo plazo”, le dijo un reconocido analista económico a un periodista de este Diario.