En una ceremonia especial en la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia se posesionará este jueves el nuevo magistrado de la corporación, José Joaquín Urbano Martínez, quien fue elegido el 24 de octubre.
En la última Sala Plena del año y con la presencia de los magistrados de la Sala de Instrucción, la Sala Especial de Primera Instancia y la Sala de Descongestión Laboral, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Gerson Chaverra Castro, posesionará y tomará juramento al nuevo integrante de la Sala Penal.
Luego de la firma del acta correspondiente y el juramento, se realizará un acto privado en el que el nuevo magistrado vestirá por primera vez la toga y recibirá el escudo de la corporación.
Al evento están invitados los presidentes y vicepresidentes de la Corte Constitucional , el Consejo de Estado, el Consejo Superior de la Judicatura, la Comisión Nacional de Disciplina judicial y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Igualmente la Fiscal General de la Nación, Procuradora General de la Nación, Contralor General de la República, Registrador Nacional del Estado Civil, Auditora General de la República, Directora Ejecutiva de la Administración Judicial y el representante de los funcionarios y empleados ante la Comisión Interinstitucional de la Rama Judicial.
La ceremonia será transmitida por la página de la corte y su canal de YouTube
José Joaquín Urbano Martínez
José Joaquín Urbano fue elegido como magistrado de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia de Colombia el 24 de octubre del presente año. Su elección se realizó a partir de una lista de diez candidatos presentada por el Consejo Superior de la Judicatura, destacándose entre sus pares por su trayectoria y formación académica.
Un aspecto notable de su elección es que Urbano Martínez solicitó no tomar posesión del cargo ante el presidente Gustavo Petro, rompiendo con una tradición establecida. En lugar de ello, pidió que su juramento se realizara directamente ante la Corte Suprema. Esta solicitud fue interpretada como un acto simbólico para reafirmar la independencia judicial, especialmente en un contexto donde se discuten reformas a la administración de justicia.
La decisión fue respaldada por una reciente reforma legal que permite que los magistrados tomen posesión en instancias distintas al presidente, lo que marca un precedente en la historia judicial del país.