EN CAPILLA. En un hervidero de hipótesis están convertidos los corrillos políticos en torno a cuáles podrían ser los ministros que el presidente Petro está listo a cambiar, según lo anunció la semana pasada en el marco de su gira por Suecia. Se afirma que serían por lo menos tres los relevos que están pendientes, adicionales a los ya aplicados en la Cancillería y la cartera de Comercio Exterior. Se habla de, por lo menos, cinco nombres, entre ministros que llevan casi dos años en el cargo y algunos que no han completado todavía el primero en el gabinete.
CORTE DE CUENTAS. Ya se empezaron a anunciar algunos de los debates de control político que se citarán a partir del 20 de julio, una vez arranque la tercera legislatura. Por ejemplo, parlamentarios del Partido Conservador piensan citar al canciller Luis Gilberto Murillo, al titular de Comercio Exterior Luis Carlos Reyes, así como a los directores de la DIAN, Migración Colombia y de otras entidades. Todos con el fin de hacerle un corte de cuentas a las relaciones entre el gobierno Petro y el régimen de Nicolás Maduro.
“COMPLICIDAD PASIVA”. Ese fue el término que utilizó un exvicecanciller colombiano cuando un periodista de EL NUEVO SIGLO le preguntó qué podría pasar el 28 de julio, cuando se realizan las elecciones presidenciales en Venezuela, si el régimen Maduro no reconoce una eventual derrota en las urnas ante el candidato opositor Edmundo González. “No hay que hacerse ilusiones con que el gobierno Petro vaya a recriminar el que, desde ya, asoma como un megafraude electoral por parte de la dictadura... Es claro que la Casa de Nariño tiene una actitud de complicidad pasiva con el régimen chavista”, explicó.
NO FUE DE ÚLTIMA HORA (I). En los corrillos del Pacto Histórico se asegura que la decisión del Gobierno y los ponentes del proyecto de reforma pensional en la plenaria de la Cámara, en el sentido de acudir a una proposición que permitiera asumir el texto que había sido aprobado por la plenaria del Senado, el 24 de abril pasado, no fue un ‘jugadita’ de última hora y como reacción al alud de recusaciones, impedimentos y otras maniobras de los partidos independientes y de oposición para demorar el visto bueno a la polémica iniciativa.
NO FUE DE ÚLTIMA HORA (II). “... Esa era una alternativa que se tenía pensada desde comienzos de semana e incluso algunos parlamentarios de la oposición llegaron a alertar sobre esta posibilidad antes del viernes... No es, pues, que los ministros del Interior, Hacienda o Trabajo, o la ponente Marta Alfonso se hayan inventado a última hora el tema ante la evidente estrategia de la oposición para bloquear el avance del proyecto y, sobre todo, la certeza de que el presidente del Senado, Iván Name, iba a maniobrar para que la reforma se hundiera en la instancia de conciliación... Aquí estamos entre parlamentarios que han tenido mucha experiencia, varios con dos, tres o más periodos… No es la primera vez que se acude a esta clase de maniobras en el trámite parlamentario… No satanicemos ahora lo que antes muchos partidos de gobierno han hecho”, precisó una alta fuente petrista.