Aunque en los distintos corrillos políticos el relevo de Germán Varón Cotrino de la codirección de Cambio Radical fue entendido como una especie de “golpe de estado” al fundador y máximo jefe de esa colectividad política, el hoy ministro del Interior, Germán Vargas Lleras, lo cierto es que un congresista de esa facción política negó tal situación: “esas son meras especulaciones políticas y periodísticas… A Varón ya se le había cumplido su período y si bien el tema de los avales negados molestó a algunos parlamentarios, si se hablara de un golpe de estado a Vargas Lleras, pues no se habría designado como jefe único a Carlos Fernando Galán (candidato a la Alcaldía de Bogotá), que es un dirigente del alma y nervio del hoy ministro”. Vea pues.
Señalan a Petro
La posibilidad de que cuatro senadores del Polo estén pensando en enfilarse en una especie de “escisión” del partido, es vista por el oficialismo de la colectividad como un ‘coletazo’ de la ida de Gustavo Petro, a quien acusan de estar llamando a mucho dirigente y líderes de base de las toldas amarillas para que respalde su aspiración a la Alcaldía bogotana. Sin embargo, hay quienes consideran que los cuatro senadores (Luis Carlos Avellaneda, Camilo Romero, Mauricio Ospina y Jorge Guevara) no son necesariamente petristas. De otra parte, en la cúpula del Polo indican que los cuatro senadores que estudian acogerse a la figura de la “escisión” de bancada, que permite la última reforma política, deben entender que la norma superior indica que las curules son del Partido y no de sus titulares.
Señales cruzadas
Los últimos pronunciamientos del presidente Santos en torno de cuáles serían las condiciones para un eventual diálogo de paz con las guerrillas están preocupando a varios mandos de las Fuerzas Militares. En privado se afirma que si la idea es enviarle un mensaje contundente y directo a las tropas para retomar la iniciativa en el combate a la subversión y otros grupos ilegales, no tiene mucha lógica abrir al mismo tiempo la posibilidad de un nuevo diálogo de paz. Y menos aún cuando se evidencia que la moral de los uniformados no es la mejor, por hechos que van desde el temor a procesos judiciales hasta deterioradas condiciones laborales. ¿Será?
Preocupa Huila
El alud de críticas el martes pasado de la bancada parlamentaria del Huila contra presuntos incumplimientos del consorcio privado que construye la represa El Quimbo, preocupó al Gobierno, más aún por rumores que ya corren en ese departamento sobre convocatorias de distintas organizaciones ambientales, de campesinos y otros gremios productivos para exigir que se replantee el proyecto hidroeléctrico (el primero construido y operado por un privado). El mayor temor es que la guerrilla aproveche el creciente descontento de algunos sectores, para infiltrarse en las protestas.