De ejemplo | El Nuevo Siglo
Miércoles, 12 de Febrero de 2014

Una de las más importantes empresarias del sector minero-energético de Latinoamérica indicó días atrás a varios de sus colegas, en un cónclave internacional, que Colombia apuntaba a ser el modelo de legislación sectorial ambiental al que se enrumbaría muy pronto toda esa industria a nivel continental. La afirmación, que llegó a oídos de un alto funcionario del gobierno Santos, causó sorpresa debido a que se produjo por los mismos días en que se determinó prohibirle a la multinacional Drummond el cargue de carbón mediante el sistema de barcazas en el puerto de Santa Marta y conminarla a reanudarlo solo mediante el sistema de cargue directo, que evita el riesgo de contaminación marina y aérea.

 

Molestia campesina

 

Dentro de las versiones que circulan en torno a por qué varios de los paros agrarios que se venían tratando de impulsar se están desactivando, hay una que llamó la atención. “… Lo que pasa es que en varios casos los líderes de las asociaciones regionales llegaron acompañados de candidatos al Congreso, algunos de los cuales ni siquiera habían tenido relación con las problemáticas de los cultivadores y productores… Ese manoseo fue tan evidente que, de inmediato, se generó una ola de rechazo del campesinado e incluso hubo casos en donde los líderes y sus candidatos tuvieron que salir en medio de silbatinas y discusiones acaloradas”, precisó un reconocido dirigente campesino que pidió la reserva de su nombre.

 

Protesta vs. realismo

 

Tras la polémica en torno a por qué la Cumbre de la Alianza Pacífico se llevó a cabo en Cartagena y no en Cali, Tumaco o Buenaventura, un grupo de reconocidos empresarios de la región del Pacífico colombiano acarició la idea de enviarle una carta al presidente Santos pidiéndole una explicación al respecto. Sin embargo, según círculos periodísticos caleños, la idea no se concretó y, por el contrario, hubo algunas voces muy autocríticas indicando que no se podía tapar la realidad de que la infraestructura hotelera y de servicios de Buenaventura o de Tumaco estaba muy lejos de las de Cartagena, Santa Marta y Barranquilla, razón por la cual antes que rasgarse las vestiduras, lo que había que hacer era generar una estrategia a mediano plazo para atacar esa debilidad.

 

Duro reto

 

La llegada de María Emma Mejía a la embajada de Colombia en la ONU no sólo le permitirá encontrarse con viejos conocidos desde tiempos de su cancillería, luego su paso por la embajada en Venezuela y más reciente su trabajo como Secretaria de la Unasur, sino que la enfrentan a uno de los más grandes retos de su productiva carrera: defender la idea del presidente Santos en torno a que desde la esfera global deben repensarse varias estrategias para acabar con el narcotráfico.

 

Dos cumbres

 

No hay que olvidar que en su reciente gira por Davos (Suiza), en donde participó en el Foro Económico Internacional, Santos no sólo reiteró la necesidad de dar esa discusión a nivel internacional sino que recalcó que “colectivamente podemos comenzar a discutir mejores formas para ser más efectivos, y eso es lo que estamos haciendo” e indicó que en marzo habrá un encuentro en Viena y en el 2016 se efectuará una sesión especial sobre drogas en la Asamblea General de la ONU.