En las toldas del Centro Democrático no se oculta la percepción de que detrás del anuncio de la Casa Blanca la semana pasada en torno de designar al experto diplomático Bernie Aronson como enviado especial para acompañar el proceso de paz en Colombia, estuvo el propio presidente Santos. Sostienen algunos parlamentarios uribistas que si bien ese tema ya se había hablado entre el Presidente colombiano con el mandatario estadounidense Barack Obama desde finales del año pasado, es claro que la Casa de Nariño se movió para que se anunciara la semana pasada con el fin de bloquear el efecto de la gira del expresidente y varios senadores del Centro Democrático por Estados Unidos que tenía como propósito, precisamente, dar a conocer sus peros al modelo de negociación con la guerrilla.

Recelo uribista

Pero la cuestión va más allá. En el uribismo también se considera que la revelación hace una semana de la propuesta del expresidente César Gaviria, acerca de que la justicia transicional abarque tanto a combatientes como no combatientes, tuvo como objetivo final quitarle eco mediático a la gira del exmandatario y varios parlamentarios. “… No creo en ese tipo de coincidencias”, dijo un dirigente uribista para quien, no obstante la gira del uribismo por Estados Unidos, México y la que comenzaron otros parlamentarios por Europa sí han logrado el objetivo de dar a conocer la otra cara del proceso de paz. “… Mire otra coincidencia: el uribismo anunció gira por Europa y de inmediato se anuncia un foro en Madrid con toda la plana mayor del Gobierno y sus asesores nacionales e internacionales”, precisó la fuente, que pidió la reserva de su nombre.

Vuelve y juega

La posibilidad de excarcelar y enviar a Cuba a Ricardo Palmera, alias ‘Simón Trinidad’, cabecilla de las Farc que fue capturado en Ecuador, deportado rápidamente a Colombia y luego extraditado a Estados Unidos en 2004, en donde recibió una condena de 60 años por el secuestro de los tres contratistas norteamericanos, será la primera petición oficial que esa guerrilla le hará a Bernie Aronson. Ya la guerrilla, en el comienzo del proceso con el gobierno Santos, había pedido que ‘Trinidad’ fuera indultado y enviado a La Habana, pues hace parte del equipo negociador.  “Nosotros no somos parte del proceso. Solo anotaría que ‘Trinidad’ está encarcelado y lo seguirá estando”. Esa fue la respuesta del entonces director de la Oficina para el Hemisferio Occidental de la Casa Blanca, Ricardo Zúñiga.

¿Flexibilización?

Semanas atrás se había rumorado en fuentes cercanas a La Habana que se pediría a Estados Unidos que, por el momento, flexibilizara las condiciones penitenciarias de ‘Trinidad’, de modo que pudiera ser cambiado a una prisión de mediana seguridad y se le permitiera tener en su celda un computador con acceso a internet e incluso participar, vía teleconferencia, en algunas de las sesiones de la Mesa de Negociación en Cuba. Es claro que tras la designación de este enviado especial por parte del gobierno Obama, el caso del cabecilla extraditado y condenado en Estados Unidos vuelve a primer plano.