La lista no pudo | El Nuevo Siglo
Martes, 27 de Octubre de 2015

En las toldas del uribismo, así no lo expresen públicamente,  hay quienes admiten que los resultados de las elecciones del pasado domingo fueron inferiores a los que se esperaban, no sólo en volumen de votación sino, sobre todo, en cantidad de cargos a alcaldías, gobernaciones, concejos asambleas y ediles conquistados. Por ejemplo, en Bogotá lo que más preocupó al uribismo no fue que Francisco Santos quedara en cuarto lugar, con un poco más de 327 mil votos en la puja por la Alcaldía, sino el hecho de que la lista al Concejo no hubiera alcanzado una votación similar, lo cual habría significado una dos curules más, como mínimo. Lo cierto es que, al final, Santos terminó igualando la votación a Cámara por Bogotá el año pasado, pero no así la lista al Concejo, que era cerrada.

 

¿Y Antioquia?

En cuanto a la de Antioquia, en las toldas uribistas aún no se entiende cómo fue posible que la Alcaldía de Medellín, que parecía segura para Juan Carlos Vélez, se terminara perdiendo en las urnas. Se piensa, entre varias hipótesis, que fueron las encuestas las que provocaron dicha situación, ya que al mostrar la mayoría que Vélez podría ganar el cargo esto llevó a que el antiuribismo, que se ha demostrado pasivo a lo largo de la campaña, se despertara rápidamente y se volcara a respaldar a Federico Gutiérrez con tal de atajar al Centro Democrático en la capital paisa.  “… En lo de Gutiérrez más que ganar el fajardismo lo determinante fue que el antiuribismo, que semanas atrás no le veía ninguna opción a Vélez, al constatar que éste llegó a la punta de las encuestas, se vio forzado a moverse en cuestión de dos semanas…Pocos recuerdan que hace cuatro años, en los comicios de 2011, pasó algo parecido cuando el candidato que avalaba Uribe empezó a despuntar y el antiuribismo se inclinó por Aníbal Gaviria para atajarlo”, dijo a EL NUEVO SIGLO un veterano excongresista antioqueño.

 

Dos votos castigo

Es claro, tras el resultado de las elecciones para Alcalde en Bogotá, que la izquierda  terminó recibiendo un voto de castigo muy grande. Sin embargo en el Polo hay analistas que consideran que no se puede  concluir  que la derrota de este domingo responda al escándalo del ‘carrusel’ de la contratación. Sostienen que ya el Polo había pagado ese costo político en 2011, cuando su candidato a la Alcaldía no sumó 40 mil votos y quien denunció ese grave caso de corrupción, que fue precisamente Gustavo Petro, terminó siendo el elegido. Así las cosas, en el Polo afirman que la derrota de Clara López debería leerse como un castigo ciudadano, no al caso del ‘carrusel’ de la contratación, sino  a las falencias y escándalos de la propia administración Petro.

 

En la mira

En vista  de que ya es vox populi que el hoy jefe negociador del Gobierno en La Habana, el exvicepresidente Humberto de la Calle, podría ser candidato presidencial en el 2018, comienzan a escucharse voces en distintos sectores políticos  que se interrogan en torno de si el dirigente debería aclarar de una vez por todas si está pensando en una futura postulación. Las hipótesis más moderadas señalan que De la Calle, si admite esas intenciones electorales, debería dar un paso al costado para salvaguardar de cualquier asomo de politización el proceso de paz, ya que lo peor que le puede pasar a este último es tener un candidato presidencial en ciernes sentado en La Habana.