La suspensión del gobernador del Valle, Héctor Fabio Useche, podría impactar de forma sustancial el mapa político en ese departamento, e incluso en algunos corrillos caleños ya se hablaba el fin de semana abiertamente de una eventual nueva citación a las urnas, puesto que el mandatario apenas lleva tres meses en el cargo. Incluso se hablaba de octubre como el mes de elección. Para no pocos analistas el proceso de responsabilidad fiscal que adelanta la Contraloría por un presunto detrimento de 40.750 millones de pesos en la Industria de Licores del Valle, caso por el cual el ente fiscal pidió la semana pasada al presidente Santos suspender provisionalmente a Useche, es tan complejo que difícilmente el mandatario seccional podría volver al cargo en pocos meses.
Primeras llamadas
Aunque Useche considera que en su caso hay una clara “persecución política” y cree que tiene los elementos jurídicos para sacar avante la respectiva apelación al fallo de la Contraloría, lo cierto es que en el Valle, sobre todo en filas de La U y el conservatismo, ya se cruzaron las primeras llamadas de congresistas el fin de semana con el fin de analizar la situación y establecer un plan de acción si llega a concretarse una nueva elección atípica de Gobernador. Lo claro es que, con el reemplazo que Santos designe tras la suspensión a Useche, sería el quinto mandatario seccional de ese departamento en el último quinquenio.
Se veía venir...
Desde el mismo momento en que Useche se postuló, a nombre del partido MIO, su aspiración fue blanco de muchas críticas, toda vez que siempre se le relacionó con el grupo político del destituido exgobernador Juan Carlos Abadía (a quien la Procuraduría halló responsable de participación en política) y el exsenador Juan Carlos Martínez, condenado por parapolítica quien, paradójicamente, acaba de recibir el beneficio de prisión domiciliaria, toda vez que se convirtió en padre cabeza de familia por el reciente fallecimiento de su esposa.
Primer campanazo
Incluso, en los círculos políticos y judiciales vallunos la posibilidad de una nueva elección de Gobernador se empezó a madurar aún antes de que la Contraloría, en cabeza de Sandra Morelli, pidiera la suspensión de Useche a finales de la semana pasada. “… Desde el mismo momento en que el Tribunal Contencioso Administrativo de Cundinamarca le negó una tutela al exgobernador Abadía, mediante la cual se pretendía anular el proceso de responsabilidad fiscal por el caso de la licorera, se sabía que el proceso contra Useche y otros investigados ya no tenía reversa y que el fallo era inminente, pues ya se habían cumplido las diligencias de audiencias verbales de imputación de cargos, descargos y sustentación de apelaciones”, precisó un congresista vallecaucano, que pidió la reserva de su nombre.
Santos dirá…
La posibilidad de que Useche no regrese al cargo daría la oportunidad, según analistas políticos vallunos, a que el presidente Santos se ponga al frente de la necesidad de que la coalición de Unidad Nacional (sobre todo La U y los conservadores) presente un sólo candidato, uno lo suficientemente fuerte para enfrentar al grupo de Martínez y Abadía, cuya fuerza electoral no se puede poner en duda aunque, según observadores políticos, enfrenten un momento de debilidad como queda en evidencia en las fracturas que asoman en partidos como el PIN y el MIO.