Una de las principales conclusiones de la reunión del  lunes en la tarde en la Casa de Nariño entre el jefe negociador  de paz en La Habana, Humberto de la Calle, el Ministro del Interior y los líderes de las bancadas de la coalición de Unidad Nacional es que la palabra “congresito” debe ser erradicada a toda costa  para identificar la instancia legislativa extraordinaria que se crearía para acelerar la implementación de un acuerdo de paz con la Farc. Todavía no está claramente definido el nombre que tendrá dicha instancia extraordinaria, con la que se busca, esencialmente, que los tiempos de aprobación y trámites de las reformas legales y constitucionales derivadas del pacto con la guerrilla, sean sustancialmente menores al trámite ordinario, que dura no menos de diez o doce meses. Sigue en firme que la instancia legislativa sea integrada exclusivamente por parlamentarios de las comisiones Primeras de Senado y Cámara.

¿Más cuota al uribismo?

Según conoció EL NUEVO SIGLO, uno de los asuntos que más preocupa al Ejecutivo tiene que ver, precisamente, con la conformación partidista de esa instancia legislativa extraordinaria, ya que, como se sabe, en las Comisiones Primeras partidos como el Centro Democrático, el Polo y la Alianza Verde son minoritarios.  Según le dijo un senador a un periodista de este Diario, “el uribismo difícilmente aceptaría hacer parte de la comisión, si no se le garantiza un número  más alto  de integrantes” para tener así la posibilidad real de influir en las reformas legales y constitucionales que allí se discutan para acelerar la implementación del acuerdo de paz  en La Habana.

¿Ternado fijo?

En círculos cercanos a la altas Cortes se insiste en que uno de los muy posibles integrantes de la terna que el presidente Santos integrará para que el Senado elija el reemplazo del saliente magistrado de la Corte Constitucional, Mauricio González, sería el jurista Alejandro Linares, que hace parte del listado de 75 inscritos en la Casa de Nariño. De otro lado, se sabe que algunos voceros partidistas le han preguntado en la Casa de Nariño, de manera informal, hacia dónde están soplando los vientos para la conformación de dicha terna, pero la respuesta ha sido que todavía no hay nada en claro, no sólo porque la crisis con Venezuela tiene enfocada gran parte de la atención gubernamental, sino porque la decisión recaerá única y exclusivamente en el presidente Santos y un muy reducido círculo de su sanedrín.

Querían más

No están muy contentos  algunos gobernadores de los departamentos en cuyos municipios de la frontera con Venezuela empezaron a regir desde ayer las medidas  del estado de Emergencia Social y Económica. Para algunos mandatarios, el número de poblaciones que se beneficiarán de las medidas para incentivar el empleo, el comercio, la industria y la cobertura en materia de subsidios y otras ayudas para los deportados  y  afectados por el cierre de la  frontera, fue inferior al que estaban esperando.  “… Lo que va a pasar ahora es una ola migratoria al contrario de lo ocurrido en los últimos días… Muchos de los deportados y desplazados por la crisis que ya se habían radicado en municipios fronterizos que no quedaron dentro de la emergencia, ahora se van a devolver para esas poblaciones que sí están incluidas, generando una sobrecarga en materia de capacidad de albergues y aumentando la sobredemanda víveres y servicios públicos” dijo un dirigente regional consultado con EL NUEVO SIGLO.