Off the record | El Nuevo Siglo
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Jueves, 20 de Abril de 2017
Redacción Política

La salida del Polo Democrático de la ministra de Trabajo, Clara López, generó múltiples hipótesis. Para algunos analistas políticos se trató de un error de cálculo de la excandidata presidencial pues al ser ella quien tenía el mayor capital electoral probado, con sus dos millones de votos en la primera vuelta presidencial de 2014 y los casi 500 mil en los comicios a la Alcaldía de Bogotá en 2015, debió asumir con todo derecho las riendas del Polo. Sin embargo terminó siendo el senador Jorge Enrique Robledo (191 mil votos en la elección parlamentaria de 2014), quien acabó mandando en las toldas amarillas e incluso se proclamó anticipadamente como su candidato presidencial.  

 

Ni quería, ni la querían

Una segunda lectura que se le dio a la salida de López (que en el Polo dicen que fue decidida por una votación mayoritaria del Comité Ejecutivo pero que en fuentes cercanas a la Ministra replican que ella fue quien renunció primero), se dirige a que en este caso se podría aplicar aquel viejo refrán según el cual “ni el enfermo quiere ni hay que darle”. Esto porque, según se lo había dicho a un periodista de EL NUEVO SIGLO semanas atrás un dirigente del Polo, el clarismo ya estaba fuera de ese partido desde finales de enero pasado cuando no se pudo modificar las reglas del juego definidas para el proceso de escogencia del candidato presidencial de 2018. Estaba decidido que quienes estuvieran interesados en ser precandidatos debían inscribirse antes de terminar el primer mes del año, pero López, como funcionaria gubernamental, no podía hacerlo, ya que la hubieran acusado de participación en política. Desde ese episodio, según el dirigente, era claro que ni López quería volver al Polo, ni el sector dominante del MOIR en el Polo quería que volviera.

 

¿Pulso gavirismo-samperismo?

Otra lectura: si López llegara a buscar un acercamiento con el liberalismo, bajo el amparo del expresidente Ernesto Samper, de quien se dice empezó ya a mover sus hilos para intervenir en la campaña presidencial, podría estarse generando una reedición del viejo pulso rojo, sobre todo con el gavirismo. Es claro que el exjefe negociador en La Habana y el ex vicepresidente Humberto De la Calle es considerado del gavirismo más puro, mientras que si Samper apadrinara una posible alianza del liberalismo con López, se volverá al mismo pulso de corrientes rojas de la década pasada. Además, no hay que olvidar que en la última encuesta de preferencias presidenciales mientras López aparece en el tercer lugar, superada apenas por Sergio Fajardo y Germán Vargas Lleras (el puntero),  De la Calle apenas figura en la mitad de la tabla, doblado en porcentaje por la hoy ministra de Trabajo y empatado con el senador Juan Manuel Galán.

 

¿Una consulta interpartidista de izquierda?

Otro escenario que ayer se estaba analizando respecto al futuro de  López  se refería a la posibilidad de que pudiera hacer parte de una coalición política de centro-izquierda, que partiría de la base de que ella y los otros precandidatos de este sector político como Gustavo Petro, el propio Robledo, Piedad Córdoba e incluso un aspirante de la Alianza Verde se sometieran a una consulta multipartidista para escoger un aspirante único que tendría el respaldo de todos estos partidos y movimientos. No hay que olvidar que, por ejemplo,  López y Petro ya estuvieron como tiquete presidencial y vicepresidencial en 2010, pero luego partieron cobijas cuando el primero puso al descubierto las denuncias sobre el carrusel de la contratación en la alcaldía de Samuel Moreno Rojas, de la cual ella era Secretaria de Gobierno. Este martes, tras la salida de López del Polo, Petro la invitó a una coalición.

 

¿Mejor esperar a Alcaldía 2019?

Por último: ayer en algunas fuentes cercanas al clarismo se decía que la hoy Ministra no renunciaría a su cargo ni tampoco haría parte de la campaña presidencial sino que esperará a ver cómo se desarrolla el escenario político y electoral con el fin de evaluar, mejor, la posibilidad de ser candidata a la alcaldía de Bogotá en octubre de 2019.