Off the record | El Nuevo Siglo
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Martes, 11 de Septiembre de 2018
Redacción Política

¿De dónde recortar?

El apretón presupuestal que aplicará el gobierno Duque será más drástico de lo que algunos sectores pensaron la semana pasada, cuando el titular de la cartera de Hacienda, Alberto Carrasquilla, lo anunció. Durante el fin de semana, el propio presidente Iván Duque advirtió sobre la reducción del 10%, por cuanto los gastos del orden nacional no tienen reversa y hacen parte del Programa de Reactivación Económica que el Gobierno pondrá a consideración del Congreso. En el Parlamento están preocupados porque consideran que los gastos de funcionamiento y de pago de deuda son inflexibles, y por ende solo hay dos rubros de donde recortar: no renovar miles de contratos de empleados provisionales y contratistas, o limitar el giro a programas sociales cuyos recursos estaban congelados en el primer semestre por la Ley de Garantías Electores.

 

Una “economía amarrada”

 

De otro lado, el Jefe de Estado en una primera referencia a cómo le dejaron el país, advirtió que “la economía colombiana de alguna manera ha estado amarrada, porque se les ha cobrado demasiado en impuestos a los que generan empleos. A la micro, pequeña y mediana empresa en nuestro país se les ha venido asfixiando (...) También hay un exceso de trámites que propician la corrupción y que propician muchas veces que las empresas tengan que estar en la informalidad, sencillamente porque no pueden absorber esos costos (…) Hemos dicho que la economía está amarrada también porque ha faltado un programa desde el Estado para favorecer el emprendimiento, porque ha faltado la voluntad de identificar las mejores líneas de crédito y facilitar el acceso a mercado”, sostuvo.

 

Campanazo tributario

 

Sin embargo, ayer, varios jefes de gremios y analistas económicos buscaban interpretar lo que dijo el presidente Duque, en Amagá (Antioquia), el fin de semana. Al referirse a lo que será la reforma tributaria que se llevará al Congreso, el Mandatario indicó que la discusión debe considerar la necesidad de “bajar la carga tributaria a los que generan empleo en nuestro país; que podamos exigirles a los que no están pagando y que tienen altísimos ingresos, que paguen un poco más, que paguen lo que deben, y que por esa vía tengamos esos ingresos que nos permitan hacer esa reducción (…) Porque no puede ser que algunas exenciones terminen favoreciendo es a los que más tienen y no a los que más lo necesitan”. Es claro que, con base en esas declaraciones, la reforma tributaria tendrá elementos “progresivos” que, sin embargo, aún no están claros.

 

Crisis sin fusilamientos

 

Un parlamentario uribista le dijo ayer a un periodista de EL NUEVO SIGLO, tras ser consultado sobre la crisis política del partido Farc, que el “riesgo de cisma” de esa colectividad tiene algo de “bueno”. Sobre el particular indicó que  “…si esas críticas a la cúpula se hubiera dado años atrás, cuando aún estaban en armas, los críticos habrían sido fusilados sin mayor fórmula de juicio”, pero que hoy, como partido político, “a lo sumo” podrían ser expulsados de la colectividad que “hace agua por su propia contradicción interna”.

 

¿Y Zuluaga, qué?

 

Y hablando del Centro Democrático, una pregunta que ronda el ambiente al cumplirse el primer mes del mandato del presidente Duque. No se sabe cuál será el futuro político inmediato del excandidato presidencial de 2014, Óscar Iván Zuluaga. Antes de la posesión se especulaba que podría ir al gabinete o a una de las cinco embajadas más importantes. Ya eso no ocurrió. También se decía que tomaría las riendas del partido, lo cual tampoco se ha concretado. Ya quedan pocos altos cargos por suplir en el Gobierno y nada de nada.