Off the record | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 10 de Julio de 2019
Redacción Política

Locuta la Iglesia Católica

El viernes pasado, tras una semana de análisis, los jerarcas católicos del país hicieron una profunda reflexión sobre distintas realidades del país. Lo dicho durante la rueda de prensa en la sede de la Conferencia Episcopal (CEC), en Bogotá, no tuvo eco en distintos sectores. Por ejemplo, monseñor Víctor Ochoa Cadavid, obispo de Cúcuta, se refirió a la problemática por la ola de migración venezolana, indicando que toda Colombia debe responder con caridad y fraternidad a esta crisis que viven los habitantes del vecino país. “Hoy la Iglesia quiere ser caridad, una mano que acoge, alimenta, guía y acompaña a estas personas en sus dificultades y creo que esta es la intención de la mayoría de los colombianos (…) La Iglesia lo está haciendo, es necesario que otras instituciones se sumen a esta necesidad y apoyen este drama”, precisó el prelado.

Alerta por “apatridia”

Para la Iglesia, se está generando el fenómeno de la “apatridia”, en el sentido de miles de niños que nacen sin una nacionalidad definida. Según el Obispo de Cúcuta se deben respetar los derechos de estos menores. “La Iglesia ha estado atenta a esta problemática. No olvidemos que muchos son colombianos retornados y se tienen que garantizar sus derechos. La institución multilateral internacional tiene normas que permiten dar una salida a estos niños. Si nacen en Colombia, ellos tendrían derecho a ser acogidos”, puntualizó. También alertó sobre el riesgo de xenofobia contra los inmigrantes, a lo que señaló que es importante la inserción de estas personas en el contexto social y “apoyarlos para que tengan trabajo digno, acompañarlos mientras esta crisis se mejora, es decir, una atención inmediata e integral (...) Invitamos a los colombianos a acoger, acompañar, ayudar e insertar a estos hermanos nuestros”.

Crítica por inequidad

Las reflexiones de la Iglesia no se quedaron allí. Al analizar lo que está pasando en el frente económico, monseñor Óscar Urbina, arzobispo de Villavicencio y presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana, señaló que la jerarquía católica ve con preocupación que en un país dotado de gran riqueza natural y potencial humano, existan tan altos niveles de inequidad. “Los bienes no están proyectados hacia el bien de todos sino al disfrute de quien los puede adquirir de una u otra forma. No estamos condenando a nadie, pero sí llamando a la conciencia de los empresarios, quienes son ante todo administradores que han recibido la posibilidad de hacer mucho bien. Además de lo que puedan recibir como beneficio propio, deben pensar más en las fuentes de trabajo que pueden ofrecer”, afirmó el prelado, según el reporte de la CEC. Monseñor Urbina precisó que la Iglesia está en mora de trabajar el tema de tierras, sobre todo por un riesgo poco advertido hasta el momento. “Sabemos que el conflicto desplazó a muchas personas que les tocó irse hacia territorios que eran de nadie y allí han trabajado; ahora corren el riesgo de ser expulsados porque no tienen los títulos de propiedad”, alertó.

“La paz no es fácil”

Como era apenas obvio, el análisis a la situación de conflicto armado y la implementación de los acuerdos de paz no se podía quedar por fuera del análisis hecho por la cúpula de la Iglesia Católica colombiana. Según el reporte de la CEC, sobre este delicado asunto monseñor Ricardo Tobón, arzobispo de Medellín y vicepresidente de la Conferencia, indicó que “la paz no es fácil, porque implica llegar a una concordancia de voluntades por parte de todos. Mientras el egoísmo de la persona esté a flor de piel y cada uno quiera buscar sus propios beneficios, lograr sus propios proyectos, todos estaremos contra todos y nos estaremos destruyendo”, enfatizó.