Off the record | El Nuevo Siglo
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Jueves, 1 de Agosto de 2019
Redacción Política

Recelos uribistas

 

En las toldas del Centro Democrático la decisión de apoyar la candidatura de Miguel Uribe Turbay a la Alcaldía de Bogotá, quitándole el respaldo que inicialmente se le había dado a la concejala Ángela Garzón, dejó una serie de heridas y resquemores que permanecerán durante un buen tiempo, más allá de la renuncia de la ahora exaspirante a su curul en el Cabildo y a la colectividad uribista. Si bien no hay pronunciamientos públicos de algún dirigente del Centro Democrático contra la aspiración de Uribe Turbay o el respaldo dado a su candidatura, sí es claro que -según una alta fuente de la colectividad en la capital del país- “… no todos los sectores están entusiasmados con salir a trabajar” por este candidato las 24 horas del día. Agregó que es necesario que se explique mejor al interior de las bases uribistas en Bogotá el cambio de última hora “… porque la gente tampoco es ganado para moverla de un lado para otro”.

 

La “realpolitik”

 

Sin embargo, la misma fuente reconoció que “en realpolitik” el Centro Democrático no tenía otra opción que irse por Uribe Turbay, sobre todo por ser este exsecretario de Gobierno del hoy alcalde Enrique Peñalosa, a quien el propio expresidente y hoy senador Álvaro Uribe “le cargó el megáfono” en una campaña a la Alcaldía muchos años atrás. “…No hay había otra alternativa, hay que ser realistas… La candidatura de Garzón no caló y la opción de irse a respaldar a Carlos Fernando Galán era muy complicada dados los duros encontrones de Uribe con el clan de los Galán… No se pueden olvidar las agrias polémicas de los dos exsenadores (uno liberal y otro de Cambio Radical, partidos a los que ya no pertenecen) con Uribe, incluso en las plenarias”, precisó la fuente consultada por un periodista de EL NUEVO SIGLO.

 

¿Mayorías dormidas?

 

Siguiendo con la política capitalina un dirigente petrista 1A le dijo a este Diario que no entendía por qué desde las candidaturas de Claudia López, Miguel Uribe Turbay y Carlos Fernando Galán se consideraba la aspiración de Hollman Morris como “residual” y no se le daba mayor chance a la hora de señalar quién podría ser el rival a vencer en la puja proselitista por la sucesión de Peñalosa en el Palacio Liévano. “…Creo que se está olvidando que tanto en su Alcaldía, cuando lo quisieron sacar del cargo, como en la primera y la segunda vueltas (de las elecciones presidenciales el año pasado) las bases petristas dormidas y las mayorías silenciosas dieron la sorpresa, ya fuera llenando varias veces la Plaza de Bolívar en un plebiscito humano contra su destitución, o derrotando a la derecha y el fajardismo en Bogotá”, precisó la fuente. Puntualizó que Morris “será la sorpresa” el 27 de octubre.

 

¿Al fin qué?

 

Pese a que la mayoría de los medios de comunicación lo registraron el martes pasado, e incluso fue tema de análisis y reflexión en muchos corrillos políticos, periodísticos y jurídicos, el martes en la tarde circuló la versión de que el Consejo Gremial Nacional no había expedido el comunicado en el que urgía al Gobierno que pagara a los bancos la plata que estos prestaron al concesionario que construyó una parte de la Ruta del Sol II, antes de que el contrato les fuera retirado en vista del escándalo de corrupción en que resultó inmerso por los sobornos de la multinacional Odebrecht. Lo cierto es que ayer al mediodía, al revisar la página web del Consejo Gremial Nacional, había un trino, del martes, que desmentía la expedición del comunicado y otro, fechado el 31 de julio, en donde aparecía el texto del mismo. ¿Entonces?