Prioridades uribistas

Al iniciar el martes próximo el año político en forma, en las toldas del Centro Democrático hay tres prioridades que deben afrontarse en el término de la distancia. En primer lugar, se está a la expectativa de lo que será la definición de la suerte jurídica del expresidente Álvaro Uribe, quien sigue pendiente de que el juez de conocimiento defina la petición de preclusión de su proceso penal hecha por la Fiscalía. En segundo término, se espera que varios de los candidatos al Congreso que se ‘quemaron’ en los comicios de marzo del año pasado se decidan a lanzarse a gobernaciones y alcaldías, dentro de una estrategia de fortalecimiento de liderazgos regionales y locales que combine nuevas y viejas caras en la colectividad.

¿Discurso fallido?

La tercera prioridad, según ha trascendido en los corrillos uribistas, iría en la dirección de redefinir la estrategia y el discurso político para hacer frente al gobierno petrista. Para varios de los dirigentes uribistas es claro que la imagen del Jefe de Estado aún no refleja el impacto de los yerros políticos, económicos, sociales e institucionales que ha sumado Petro en menos de cinco meses de mandato. Esto se debería, de un lado, a que una parte de la opinión pública aún quiere darle un compás de espera al gobierno de izquierda y, de otro, a que el discurso de la oposición no ha sido lo suficientemente efectivo e impactante para que la ciudadanía se convenza de los peligros del accionar y las políticas petristas.

Discurso previsible

“… No nos podemos llamar a engaños… Petro tiene una imagen superior a la que debería tener después de tantos errores que ha cometido en el arranque de su mandato… Ganó con un poco más del 52% de los votos pero cinco meses después su imagen positiva aún no baja del 40% en la mayoría de las encuestas… Hay gente que se ha desilusionado de haber votado por la izquierda pero todavía no se decide a hacer oposición… Y es ahí en donde el Centro Democrático ha fallado, ya que su discurso se ha vuelto repetitivo, nada sorprendente pero, sobre todo, previsible… Ya se adivina lo que vamos a decir frente a esto o aquello… Tenemos que ser más impactantes en la acción política y discursiva si queremos que el centro y la centroderecha no pierdan las elecciones de octubre”, precisó una alta fuente uribista en diálogo con un periodista de EL NUEVO SIGLO.

¿Medida tardía?

Un reconocido economista les dijo a varios reporteros que establecer, vía decreto, un régimen amplio de control de precios era la única forma en que no se convertirían en “saludos a la bandera” las medidas gubernamentales para desindexar los precios de una serie de productos, bienes y servicios del crecimiento del índice inflacionario. Puntualizó que lo anunciado por el Gobierno era apenas una “buena intención” que para ser efectiva tendría que tener una normatividad de soporte. Incluso, advirtió que muchos de los productos, bienes y servicios que, se supone, no deberían subir al mismo ritmo de la inflación, se encarecieron desde el mismo día en que el Gobierno anunció, a mitad de diciembre, el aumento del 16% en el salario mínimo para 2023.

Recorderis por Guaidó

Tras la decisión que tomó días atrás la oposición venezolana, en el sentido de dejar sin piso el gobierno interino de Juan Guaidó, algunos parlamentarios petristas aprovecharon para pasar una ‘factura de cobro’. Recordaron a los congresistas uribistas que a mediados del año pasado advertían al entonces presidente electo Gustavo Petro que su acercamiento con el régimen de Nicolás Maduro no tenía que significar que Colombia dejara ‘colgado’ a Guaidó y su causa. Ahora es la propia oposición venezolana la que lo hace.