La agenda presidencial en Semana Santa estará concentrada, en buena parte, en darle las últimas puntadas a todo el plan logístico, temático y político que exige la Cumbre de las Américas, que se realizará a mediados de abril (cónclave presidencial) pero tendrá actividades previas desde el día 9. Aunque la cancillera María Ángela Holguín tiene muy avanzada la organización del evento, en los llamados “días santos” todo el equipo del alto gobierno hará una especie de revisión final al proceso. Se dice en los corrillos de la Casa de Nariño que el presidente Santos quiere probar hasta el mínimo detalle, no sólo con la Cancillería, sino con todas las instancias gubernamentales que tienen responsabilidades directas o indirectas frente a la Cumbre.
Más blindaje
Tras los dos duros golpes perpetrados a la guerrilla en la última semana en Arauca y Meta, en donde fueron abatidos casi setenta subversivos, obviamente las alertas en Cartagena se subieron a su nivel máximo en prevención de cualquier intentona terrorista de la subversión, no tanto en la zona en que se realizará la Cumbre, que está blindada al 100 por ciento por la Fuerza Pública colombiana y la avanzada de seguridad del Presidente estadounidense, sino en los barrios más periféricos de la Heroica, en donde también se redoblará la presencia de uniformados para evitar cualquier alteración del orden público.
¿Otro mega-evento?
Y hablando de la Cumbre, en altos círculos turísticos de la ciudad se especula que llegó una delegación de uno de los eventos mundiales de mayor renombre. La idea de los observadores es evaluar si Cartagena puede salir avante con un reto tan importante como lo es ser sede de la reunión de los más de treinta presidentes y jefes de gobierno del continente, y si ello llega a resultar sin ninguna novedad, entonces la capital bolivarense sería contemplada como la próxima anfitriona del evento orbital, cuyo nombre y organizadores se mantienen en absoluta reserva para no generar falsas expectativas.
‘Atornillado’
Y hablando de los golpes a la subversión en los últimos días, que marcaron el récord en materia de guerrilleros abatidos en una sola operación, es claro que su impacto echa por tierra los rumores en torno de que la estadía del ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, podría estar siendo evaluada en la Casa de Nariño. Como se sabe, semanas atrás, sobre todo después de la escalada de ataques guerrilleros, en Cauca y Nariño principalmente, hubo voces en el interior de la coalición de Unidad Nacional que pedían al Gobierno evaluar la tarea de Pinzón, solicitud que se hizo más patente al surgir rumores sobre supuestos roces entre los comandantes de las FF.MM. y del Ejército. Hoy Pinzón figura entre los más ‘atornillados’ en el gabinete.
¿Repensando?
Está más que confirmado que, por ahora, los llamados senadores ‘rebeldes’ en el Polo seguirán en sus curules y pierden eco las voces en el interior de la colectividad que pedían actuar drásticamente para retirar de sus curules a Luis Carlos Avellaneda, Camilo Romero y Jorge Guevara. Aunque se afirma que el Comité de Ética les sigue procesos preliminares por presunta doble militancia, lo cierto es que están ganando espacio voces que le recomiendan a la presidenta de la colectividad, la exalcaldesa Clara López, no ‘dejarse calentar’ el oído de la línea más radical del Polo o de aquellos que más que castigar la indisciplina de los congresistas de la línea petrista, lo que buscan es quedarse con sus curules.