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CUESTIONAMIENTOS. Para varias voces en el Pacto Histórico resulta un contrasentido que mientras la Casa de Nariño está empeñada en reconstruir el gabinete y suplir otros altos cargos con el fin de acelerar una gestión que está claramente retrasada, la urgencia de algunos integrantes de esa coalición de centro-izquierda esté enfocada únicamente en su posicionamiento personal de cara a los comicios parlamentarios y presidenciales del próximo año. Por lo mismo, en las toldas petristas crecen las opiniones en el sentido de que todo aquel alto funcionario que no esté dispuesto a quedarse hasta 7 de agosto de 2026 debe dar ya un paso al costado, tenga o no aspiraciones políticas.
JUGADITA RIESGOSA (I). En los pasillos del Congreso se asegura que las versiones que están circulando en torno a que desde el Pacto Histórico se está pensando en incumplir los acuerdos multipartidistas para el último turno en la presidencia la Cámara de Representantes, que le corresponde a Cambio Radical, pueden dar al traste con la polémica estrategia gubernamental, en cabeza del entrante ministro del Interior, Armando Benedetti, de allanar acuerdos secretos con parlamentarios de partidos independientes para poder sacar adelante la reformas claves del Ejecutivo.
JUGADITA RIESGOSA (I). Según se lo dijo un parlamentario un periodista de EL NUEVO SIGLO, incumplir los acuerdos de rotación de las mesas directivas, pactados en julio de 2022, y que hasta el momento se han honrado, pese a la polarización política y salvo algunas escaramuzas (como el segundo turno en la presidencia del Senado, que recayó en el verde Iván Name y no en la ficha petrista) le puede “… salir muy caro a la Casa de Nariño porque apenas se incumpla lo relativo a la presidencia de Cambio Radical en el último turno de la Cámara, de inmediato, como dominó, se pondrá en duda el turno los liberales para la presidencia del Senado y las rotaciones contempladas en las presidencias y vicepresidencias de las 14 comisiones permanentes...”.
APOCALIPSIS. En el Centro Democrático tienen la certeza de que la estrategia del petrismo es propiciar un nivel de caos extremo en el país con el único fin de esconder el fracaso de su gestión y echarle la culpa de la debacle a que el llamado “establecimiento” impidió que se pudiera aterrizar el “cambio” prometido por la izquierda. Frente a esa realidad, los lineamientos de la campaña uribista son muy claros: hay que responder con un discurso muy fuerte que contrarreste la peligrosa narrativa del apocalipsis que quiere imponer el petrismo. Por lo tanto, la alternativa sería impulsar en la opinión pública la tesis de la “cuenta regresiva”. Esto es, enfatizar en el tiempo que falta para que el país deje atrás este crítico gobierno y comience la corrección del rumbo.
EL SALVAVIDAS. En la cúpula gremial se afirma que la única forma de que este año la economía crezca por encima del 3% parte de la posibilidad de que el Gobierno implemente un plan de reactivación con medidas concretas y cortoplacistas. En medio de la crisis fiscal y la estrechez presupuestal oficial, los empresarios señalan que todavía hay cierto margen de acción. Por ejemplo, redirigir subsidios y transferencias a sectores amplios del aparato productivo y disminuir los y las de impacto directo e individual. También consideran que dentro del mismo Plan Nacional de Desarrollo hay elementos que no se han no se han activado para poder darle un empujón a los nichos que más generan empleos, impuestos y movimiento económico.