En el Congreso  hay varias bancadas que están urgiendo una reunión con el presidente Santos porque consideran que el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, no les está dando mayor margen de acción para la aprobación de partidas regionales en el  presupuesto legal de gastos para el 2016.  Se dice en los corrillos parlamentarios que bancadas regionales como la costeña y la antioqueña así como la valluna consideran que debe ser el Jefe de Estado quien dé la orden a la cartera de finanzas de viabilizar unos recursos importantes para proyectos y programas muy puntuales que hoy por hoy están en vilo debido a la apretada situación fiscal que atraviesa el país. No se sabe, sin embargo, si el presidente Santos estará dispuesto a una reunión de estas características, sabiendo que  él mismo les dio orden a sus ministros de que no fueran a hacer lobby en el Parlamento para tratar de aumentar las respectivas partidas presupuestales de sus carteras.

Por ahora no

En la Casa de Nariño se insiste en que la posibilidad de una salida en poco tiempo de la ministra de Transporte, Natalia Abello, es más producto de la llamada ‘gabinetología’ tempranera que de una decisión política ya prevista por el presidente Santos.  Sin embargo, en los corrillos políticos se insiste en que  Abello terminaría este año y luego se daría el respectivo relevo, pero que ese no sería el único cambio en el gabinete, debido a que el Jefe de Estado ya considera que hay por los menos dos ministros o ministras más que acusan lo que tiende a llamarse como “fatiga de material”. Es decir, que ya cumplieron sus ciclos y es necesario darles un nuevo aire y dinámica a sus respectivas carteras. En todo caso, si hay ajuste en el gabinete se aplicaría en  el primer trimestre  del próximo año, lo que significa que la actual nómina comerá natilla y buñuelos  en la Casa de Nariño en diciembre próximo.

Cuestión de oportunidad

“A veces a nuestra dirigencia parece que le faltara un poquito de sentido común pues como reza el dicho el palo no está para cucharas”, dijo un alto militar retirado frente a las interpretaciones que se han dado al anuncio de la semana pasada de la cúpula castrense en torno de que se estaba pensando reformar la doctrina militar para ajustarla a las realidades de un eventual posconflicto. Según la fuente consultada, si bien no es la primera vez que se habla de la reingeniería en la Fuerza Pública e incluso ya hay varios estudios al respecto y foros en donde se ha debatido cuál sería el papel de las Fuerzas Militares si el proceso de paz llega a buen término, el peor momento para volver a traer a colación este asunto era precisamente la semana pasada, apenas dos días después del anuncio en La Habana de un acuerdo sobre justicia transicional entre Gobierno y Farc. Dicho acuerdo, como se sabe, implica la creación de un tribunal que podrá juzgar no sólo a la guerrilla sino a integrantes de la Fuerza Pública que hayan cometido delitos en el marco del conflicto armado.