Teatro político | El Nuevo Siglo
Martes, 13 de Marzo de 2012

Dentro de las muchas definiciones de política, hay quienes la califican como el arte del engaño. Más allá de esa visión tan fatalista de este ejercicio del poder público, lo cierto es que hay ocasiones en las que la política sí tiene una línea muy directa con las artes escénicas. Por ejemplo, la semana pasada la sección cultural de EL NUEVO SIGLO registró la obra que se está presentando en la Fundación Teatro Libre (sede centro) y que lleva por nombre: Angelino, servidor de dos patrones. Se trata de una pieza teatral derivada de la obra del dramaturgo italiano Carlo Goldoni.

A dos bandas

La puesta en escena, dirigida por Nelson Celis, narra las circunstancias que experimenta un empleado que por afugias económicas trata de servir al mismo tiempo a dos amos. Al protagonista en la obra adaptación del Teatro Libre se le bautizó coincidencialmente con el nombre de Angelino. En la trama, al principio todo parece ir bien para el hábil empleado pero con el tiempo las demandas de los dos patrones comienzan a superponerse y servir a ambos a la vez se convierte en un dolor de cabeza.

Allá o acá

A propósito de la nota un veterano exministro, que pidió la reserva de su nombre, envió el siguiente mensaje a esta sección: “… puede que en el teatro haya coincidencias pero en la política no… Los allegados al Vicepresidente (Angelino Garzón) deberían tomar nota de esta pieza teatral para entender que si él llega a ser escogido en la dirección de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), deberá renunciar a su cargo en Colombia, pues nuestro país está sujeto (institucionalmente y por norma superior constitucional) a los mandatos de la misma y Garzón no podría ser juez y parte…”. Vea pues.

Obama, clave

A propósito del proceso de elección en la OIT, que se llevará a cabo el 28 de mayo en Ginebra (Suiza), los análisis en medios diplomáticos indican que aunque el Vicepresidente colombiano es el único candidato americano, todavía no está claro si tendrá el apoyo de Estados Unidos, que se considera clave para inclinar la balanza. Como se sabe, allí la central obrera más poderosa presiona a la Casa Blanca para que no respalde a Garzón. Sin embargo, en círculos diplomáticos de nuestro país se afirma que Washington podría “valorar” la forma en que Colombia manejó el tema de no invitar a Cuba a la Cumbre de las Américas, cuya presencia en Cartagena habría complicado a Obama en su campaña reeleccionista.

Inglés, el rival

Al final fueron nueve los aspirantes inscritos para suceder al chileno Juan Somavia, que sale tras más de una década en el cargo. Todo hace indicar que los candidatos más fuertes son el propio Garzón, el  británico Guy Rider y el francés Gilles de Robien. En el viejo continente se especula que el cargo, tras la larga estadía de Somavia, debería pasar a un europeo, más ahora que por la crisis económica y social los dictámenes de la OIT sobre el obligado y drástico ajuste laboral en las naciones comunitarias tendrán grandes implicaciones. Rider se proyecta así como el rival más fuerte de Garzón, aunque todavía no está claro si cuenta con el apoyo del gobierno Cameron, ya que el primero es laborista y el segundo conservador.