¿Y Naranjo?
El futuro inmediato del saliente director de la Policía, general Óscar Naranjo, continúa siendo un misterio. Aunque muchas versiones lo ubican en el exterior. al frente de una agencia o programa internacional contra el crimen organizado, y otros afirman que iría a la OEA para asesorar desde allí a los países del continente en temas como la lucha contra el narcotráfico, e incluso se le sitúa al frente de la Interpol o en un cargo en la ONU, en los corrillos políticos se dice que Naranjo podría recalar en poco tiempo como alto consejero presidencial en asuntos como convivencia ciudadana o seguridad nacional, dado que los nombres de los actuales titulares de esas dos dependencias palaciegas suenan cada vez con más insistencia para pasar al gabinete.
A mediano plazo
Es más, el mismo día en que el presidente Santos anunció que Naranjo pasaría a retiro, hubo quienes en los pasillos de la sede del Ejecutivo empezaron a circular la versión en torno de que el saliente oficial podría ser a mediano plazo un perfil interesante para llegar al Ministerio de Defensa. Sin embargo, de inmediato varios conocedores replicaron que si bien Naranjo tiene todas las aptitudes para algún día ocupar el cargo era necesario tener en cuenta que el Ministro de Defensa es el jefe de toda la cúpula militar, es decir, que tendría poder de mando y decisión sobre el Ejército, Armada y Fuerza Aérea. Para nadie es un secreto que a los militares no les gusta ser mandados por policías.
En la mira
Y tampoco es un secreto que a raíz de los últimos hechos de inseguridad y orden público crecen las voces que consideran que el presidente Santos debería pensar seriamente en un cambio en la cartera de Defensa, pues si bien la gestión de Juan Carlos Pinzón ha tenido altas y bajas, su perfil todavía no transmite al estamento militar y policial, pero en especial a la opinión pública, esa imagen clave de fortaleza e inspiración de combate. Sin embargo, también es claro que Santos, que sabe lo voluble que puede ser la opinión para un Ministro de Defensa, pues el día de los triunfos se llega a la cúspide y cuando sobrevienen las derrotas todas las miradas acusadoras se enfocan en él, tiene a Pinzón como uno de sus ministros de más confianza y es poco probable que piense en removerlo en el corto plazo.
Uribe, el ‘respaldo’
Incluso en las toldas santistas se afirma en privado que lo mejor que le puede pasar a un ministro o alto funcionario hoy para asegurar su continuidad en el cargo, es que el expresidente Álvaro Uribe lo ponga en su mira. Por ejemplo, el exmandatario fue el principal crítico de Germán Vargas Lleras, quien no sólo se convirtió en el más destacado del gabinete en la primera etapa del Gobierno, sino que ahora lo pasaron a la cartera de Vivienda, en donde será el encargado de liderar el plan de 100 mil viviendas gratis, algo que seguramente tendrá repercusiones en sus posibilidades políticas y electorales a futuro.
Atornillado
En ese orden de ideas, aseguran en los corrillos políticos, en la medida en que el uribismo enfile baterías contra el ministro Pinzón, éste se atornillará más en el gabinete, pues si hay algo que el presidente Santos no hará, será darle a Uribe la ‘satisfacción’ de que le tumbó un ministro a punta de críticas. Vea pues.