Renzi mide popularidad, Berlusconi su influencia | El Nuevo Siglo
Lunes, 1 de Junio de 2015

Aunque  solo fueron unas elecciones locales, las de ayer en Italia pueden considerarse, al igual que en España, unas “primarias” sobre cada partido y revelarán el pulso de la política y sus líderes.

Unos 20 millones de  ciudadanos estaban convocados ayer a las  elecciones regionales y municipales parciales que, sin duda,  fueron una prueba la popularidad del jefe del gobierno, Matteo Renzi y de peso político para el “eterno” de la política italiana, Silvio Berlusconi, tras años de dominar esa escena y haber protagonizado varios escándalos.

A mediodía  la tasa de participación era del 20,2% para las municipales y del 13% al 17,7% para las regionales, es decir, unos puntos porcentuales más que durante los anteriores comicios de 2010 a esa misma hora. En aquella ocasión, sin embargo, en muchas zonas las votaciones se extendieron durante dos días. 

Los colegios electorales abrieron a las 07H00 (05H00 GMT) en siete de las 20 regiones del país -Véneto, Liguria, Toscana, Las Marcas, Umbría, Campania y Apulia- y cerraron a las 23H00 (21H00 GMT).

También se elegían  a los alcaldes de 750 municipios, incluidos Venecia, Mantua o Agrigento. 

El recuento continuará hoy  en los municipios de Sicilia, y se prolongará, si es necesario, con una segunda vuelta el 14 de junio en las municipales y, eventualmente, para elegir al gobernador de Toscana.  Los primeros resultados se conocerán hoy  por la mañana. 

Se trata de las primeras elecciones desde las europeas de hace un año, que ganó el Partido Demócrata (PD, izquierda) de Renzi con 40,1% de los votos.

A pesar de que el primer ministro recalcó el sábado que las elecciones locales sólo tienen "valor local", el joven jefe de gobierno, comprometido en un programa de reformas criticado por el ala izquierda de su partido, podría perder popularidad si sus resultados son modestos. 

Será difícil sacar conclusiones en unos comicios marcados por la confusión que genera el panorama político. 

El PD se presenta dividido en Liguria, donde su facción más izquierdista tiene otro candidato, frente a una derecha unida tras un único candidato, apoyado por Forza Italia y por la Liga Norte, un partido antieuropeo y xenófobo.

También hay candidatos disidentes en Véneto (Liga Norte) y Apulia (Forza Italia).

Cinco de las siete regiones donde se celebran elecciones están en manos de la izquierda (aunque uno de los gobernadores se ha pasado a la derecha), otra está gobernada por la Liga Norte y la restante por Forza Italia.

Candidatos bajo sospecha

 El fin de la campaña estuvo marcado por la decisión de una comisión parlamentaria antimafia el viernes de incorporar en su lista de políticos que no se pueden presentar por sus condenas judiciales a Vicenzo De Luca, candidato del PD para ser gobernador en Campania, la región de Nápoles. 

De Luca, el exalcalde de Salerno que fue designado en marzo tras unas primarias, fue condenado en primera instancia por abuso de poder y debe ser juzgado a partir de junio por otros delitos (fraude, conspiración, abuso de poder). 

La oposición medirá también sus fuerzas en estos comicios, en particular el Movimiento 5 Estrellas del excómico Beppe Grillo, que sumó el 25% de los votos en las elecciones de 2013 pero que no ha conseguido consolidar su presencia en la política italiana a causa de su rechazo a tomar compromisos. 

La atención se centrará también en los resultados de Forza Italia y de la Liga Norte, que se presentan unidas en algunas regiones pero que se disputan la hegemonía en la derecha.

La reforma electoral adoptada recientemente que se aplicará en las próximas legislativas tiene como vocación reforzar el bipartidismo en el país.

Para Berlusconi, cuyo partido Forza Italia está en pleno declive, esta es una de las últimas ocasiones para mostrar que a sus 78 años todavía tiene algo que decir en la política del país.

Sin embargo, en lo que el diario La Stampa tildó de "'crescendo' de lo tragicómico", el Cavaliere terminó el viernes su campaña acudiendo por error al mitin del adversario de su candidato en un municipio de la aglomeración milanesa. 

Pese a todo ello, Berlusconi es un “zorro” político y como tal, aunado a su experiencia y riqueza, todavía tiene cómo figurar en la escena pública. De los resultados de estas regionales y municipales, sin duda dependerá su futuro político./EL NUEVO SIGLO con AFP