Según experta, los emigrantes que están llegando son profesionales pertenecientes a la clase media.
En los últimos dos años miles de ciudadanos venezolanos han solicitado refugio al gobierno de México, y en el 2017 estas solicitudes alcanzaron una cifra histórica.
Damellis López, maestra del Centro de Estudios Latinoamericanos de la UNAM, explica que “la problemática de la crisis económica está llevando a que un sector de la población venezolana haya entrado en esta ola migratoria tan acelerada. La migración que está llegando a México es de profesionales de clase media”.
La catedrática especializada en temas de Venezuela aclara que no descarta la llegada de clases populares, pero enfatiza que esto sucede con más frecuencia en países vecinos como Colombia y Brasil. Esto debido a que desplazarse a países más distantes en más costoso.
Katu Arkonada, analista en el medio de comunicación venezolano teleSur, puntualiza que la situación se “agravó” con las órdenes ejecutivas de la administración de Barack Obama de declarar a Venezuela como un peligro para la seguridad nacional, debido a que “imponía una serie de sanciones a empresas estadunidenses y venezolanas, lo que ha agravado la situación económica que ya era delicada”.
Los conflictos sociopolíticos reportados por la prensa internacional el año pasado han coincidido con el incremento en las cifras preliminares de solicitudes de refugio presentadas ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) de la Secretaría de Gobernación. Este órgano fue creado en 1980 y se encarga de brindar refugio y protección complementaria a ciudadanos de otros países.
Entre el año 2016 y el 2017 hubo un incremento del 1119% del número de venezolanos que solicitaron refugio. En 2013 solo hubo un venezolano que realizó el trámite y fue aceptado. En 2014 fueron 56 y admitieron a 9; en 2015 lo solicitaron 57 y reconocieron a 26; para el 2016 ya eran 361 y aceptaron a 340. Pero en el 2017 repuntó con 4.042 solicitudes, de las cuales 907 fueron aprobadas.
Por otro lado, el Instituto Nacional de Migración (INM) –encargado de atender y salvaguardar la integridad de migrantes– indicó a la prensa mexicana el año pasado a través de su titular de Verificación y Control, Mario Madrazo, que en los primeros cuatro meses habían ingresado 28.571 venezolanos a México.
El Programa Especial de Migración (PEM) 2014-2018 establece la política federal migratoria y señala que su enfoque de atención es la “integral y adecuada gobernanza de las distintas dimensiones de la migración en México como país de origen, tránsito, destino y retorno de migrantes”.
A través de los cinco objetivos del documento, el programa establece la responsabilidad del Gobierno mexicano en procurar el bienestar y la protección de los migrantes.
Esto significa que los ciudadanos extranjeros que ingresen temporal o permanentemente tienen derecho a recibir asesoría legal y orientación bajo el respeto a los derechos humanos. Por tanto, deben ser atendidos con labores de rescate, salvamento y ayuda humanitaria por parte del INM.
En el caso de los niños no acompañados, estos se pueden alojar en las instalaciones del instituto y obtener alimentos, vestido, revisiones médicas y descanso. Los oficiales de Protección a la Infancia son responsables de su integridad hasta devolverlos a sus países de origen.
Desde Venezuela ingresaron 17 menores durante el 2017, año que marcó un récord. De estos, cinco fueron aceptados.
En los últimos meses la relación diplomática entre los gobiernos de México y Venezuela se ha vuelto tensa. El 23 de enero el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, se retiró del diálogo con la Asamblea Nacional de Venezuela. En aquella ocasión dijo que el anuncio de adelantar las elecciones venezolanas era “lamentable porque acaba con la seriedad del proceso de negociación en Dominicana”.