Una lluvia de cohetes lanzados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) contra la ciudad vieja de Palmira costó la vida a cinco civiles, incluidos dos niños, informó el lunes el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Por otro lado, los combates continuaban el lunes por la mañana, según la misma oenegé, entre las tropas del régimen del presidente sirio Bashar al Asad y los yihadistas en la periferia de esta ciudad de más de 2.000 años de antigüedad, situada en el desierto sirio, en el centro del país.
"Al menos cinco civiles, incluidos dos niños, murieron el domingo por la noche cuando el EI lanzó cohetes contra varios barrios de la ciudad de Tadmor (nombre árabe de Palmira)", señaló el OSDH.
"Es la primera vez que el EI ataca con tanta intensidad la ciudad", indicó a la AFP Rami Abdel Rahman, director de esta oenegé, que dispone de una amplia red de informadores en Siria.
Los yihadistas, que comenzaron su ofensiva en Palmira el 13 de mayo, se encuentran en las inmediaciones de la localidad. Desde el sábado, están a un kilómetro de su célebre sitio arqueológico, conocido por sus columnas romanas y sus torres funerarias, situado en el suroeste de la ciudad.
El sábado, los yihadistas consiguieron apoderarse de la mayor parte del norte de Palmira, pero menos de 24 horas después fueron expulsados por el ejército.
El comité de coordinación de la revolución de Palmira, una red de activistas, afirmó que el ejército del aire del régimen perpetró seis bombardeos el lunes por la mañana en la periferia norte de la localidad.
El sitio arqueológico de Palmira está clasificado como patrimonio mundial de la humanidad por la Unesco, quien dio la voz de alarma tras el inicio de la ofensiva yihadista para que se proteja el enclave.