Disponibilidad de sangre en los centros médicos pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte

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EL AÑO  pasado la Cruz Roja Colombiana alertó el déficit de sangre en el país, en especial del componente O+ y según esa entidad, las donaciones se redujeron en un 40 %, mientras que la demanda de transfusiones aumentó significativamente.

En Colombia, más del 70 por ciento de las personas que pueden donar sangre no lo hacen y las razones más comunes para negarse son el miedo y la ansiedad.  Manish Gandhi, director médico del Centro de Mayo Clinic para Donación de Sangre, explica las seis fobias más comunes a la hora de donar sangre:

Miedo a las agujas: Las agujas que se emplean en la donación de sangre no son los arpones que se imaginan aquellos que les tienen fobia.  Gandhi dice que los donantes sienten un pinchazo, muy similar al de una vacuna. "La donación se puede comparar con la inyección contra la influenza, pero le ofrece la posibilidad de ayudar a por lo menos tres personas con una sola donación de sangre", agrega.

Miedo de ver la sangre: "Uno no tiene que ver la sangre", dice Gandhi. En la mayoría de centro para donación de sangre hay televisión para que la persona se distraiga.

Miedo a desmayarse: Los centros de donación especializados toman medidas para evitar los desmayos. “Son pocas las personas que se desmayan y las investigaciones revelan que el hecho de que haya ocurrido alguna vez no significa que volverá a suceder cada vez que se done” añade Gandhi.

Miedo a las náuseas: Esto es fácil de evitar y para ello se recomienda un desayuno sano o una buena comida y mantenerse hidratado antes de ir a donar sangre. A la vez tener pensamientos positivos o evocar recuerdos agradables. La distracción es clave. Y, a pesar de que es importante comer antes de donar sangre, lo mejor es evitar las comidas grasas, como las hamburguesas, las papas fritas y los batidos de leche, porque pueden cambiar la apariencia del plasma, llenándolo de moléculas grasas.

Miedo a que si dona una vez, lo acosarán para que vuelva a hacerlo: Los bancos de sangre suelen respetar la privacidad de los donantes y la frecuencia con la desean que se les llame.

Miedo a que se genere un problema médico: Se realizan detecciones en los posibles donantes para garantizar que se encuentran lo suficientemente sanos para donar sangre. "En la mayoría de los casos, para una persona sana probablemente sea provechoso donar sangre porque básicamente recuperará sangre nueva", dice el especialista. Además se cumple con todas las normas sanitarias e higiénicas.

Después de la donación, se solicita a los donantes que permanezcan 15 a 30 minutos en la sala para comer y beber algo y que eviten realizar ejercicio arduo o levantar peso durante las primeras 6 a 24 horas; por lo demás, pueden retomar todas sus actividades normales.

Recuerde que siempre hay alguien que necesita sangre, lamentablemente, quienes la necesitan siempre son las personas más enfermas y por eso se hace un llamado a la comunidad para que se anime a donar porque es precisamente la disponibilidad de sangre la que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.