El agua es la fuente vital, el recurso que hace posible la existencia de vida y una fuente importante de energía. En las 364.500 hectáreas que conforman la jurisdicción de la Corporación Autónoma Regional del Guavio, Corpoguavio, se encuentran 8 municipios que abarcan uno de los nacimientos más importante de este líquido para el país, el cual alimenta a 12 millones de personas.
La ruta del agua es una política turística adelantada por Corpoguavio, que planteó las bases para estructurar una recorrido, no solamente que brinda todas las características de conservación del medio ambiente, sino también ser una opción de ecoturismo en la zona, una de las más conservadas y biodiversas que existen por metro cuadrado en el país.
Arranca en La Calera, va por Guasca, llega a Gachetá, pasa por Ubalá, Junín, Guachalá, Gama, Fómeque y llega hasta Medina. La idea es que sirva de referente para que todos los operadores turísticos ofrezcan todas las reservas que ofrece el nororiente cundinamarqués.
Oswaldo Jiménez, director de Corpoguavio, dijo que “es el único sitio donde la ruta ha sido planeada antes de ser comercializada” e invitó a turistas e inversionistas a que descubran esta ruta del agua.
Programas
Corpoguavio ha tomado la iniciativa de hacer de su jurisdicción un ejemplo de convivencia entre las especies nativas de flora y fauna, incluyendo la comunidad del sector y sus visitantes, mediante la educación, la planeación, el ordenamiento territorial y la reducción y comunicación del riesgo.
Según Jiménez, “hemos tenido avances significativos en el tema de la conservación, en la restauración de ecosistemas, en la protección a la biodiversidad y el mejoramiento desde el punto de vista ambiental”.
Actualmente la administración adelanta un programa que busca cambiar el método tradicional de cocina, llevándole al campesino una estufa más eficiente que gaste menos leña y que no le perjudique su salud, mejorando su calidad de vida y reduciendo en un 40% la tala indiscriminada.
“Hemos entregado 920 estufas y aspiramos ampliar el programa”, indicó Jiménez. Además, este proyecto viene acompañado de un huerto leñero, donde se siembra la especie que a futuro será la que proveerá la leña para la estufa.
Protección
Desde Medina a los 400 metros sobre el nivel del mar hasta los 4.040 metros en Fóqueme se puede pasar a través de los diferentes pisos térmicos en menos de 30 km, permitiendo observar los diferentes contrastes tanto climáticos como en materia de biodiversidad. En esta zona se pueden encontrar especies endémicas y representativas como el oso de anteojos y el águila crestada, la cual se puede encontrar en el escudo de Bogotá, dos especies en peligro de extinción que han encontrado un refugio y los cuales han aumentado su población a través de los años.
Según el director de Corpoguavio “con el oso de anteojos llevamos el monitoreo y seguimiento desde hace 10 años, más o menos en esa época había 30 osos en ese corredor y hoy tenemos como 140”. Mientras, el monitoreo de los últimos 5 años de la población de águilas crestadas, determina que asciende a 20 ejemplares y quienes inauguraron el año con la confirmación del nacimiento de un nuevo pichón, el cual será marcado con un chip para poder hacerle un seguimiento satelital.
El aumento de la población de fauna local ha generado conflictos con la comunidad para lo que se han adelantado algunos proyectos como la asociación de “Aguileros” o defensores del águila, donde los mismo campesinos son los que ayudan a cuidarlas y Corpoguavio los hace participes de un programa donde los ayudan a mejorar el tema de la producción de aves de corral para que no tengan sus animales a la vista, sino que las tengan en un gallinero, donde estén protegidas y en buenas condiciones, pensando en que no vayan a tener dificultades cuando vengan las águilas.
Según Jiménez, los retos son continuar con el seguimiento de las especies en vía de extinción e incluir otras que no están todavía en el radar de la corporación como el león de montaña del piedemonte llanero y la nutria gigante. El director general, comenta: “lo importante es ir abarcando más especies, pero que hoy en día por la falta de recursos y falta investigación de la especie, no tenemos acceso directamente”.
Además, en la agenda está el tema de controlar la minería ilegal, que aunque ya va llegando a 0, todavía quedan algunas minas, sobre todo de minería de esmeralda, gemas que abundan en la zona, las cuales aún tienen excavaciones que no cuentan con las precauciones necesarias.