13 focos de retamo espinoso han sido identificados en la cuenca del río Blanco en la localidad de Sumapaz. En jornada de erradicación, entidades lograron eliminar dos toneladas de esta especie.
Se trata de la especie arbustiva retamo espinoso, exótica (originaria de Grecia e introducida al país sin conocer sus efectos); invasora (coloniza y se instala dónde llega) y pirogénica (se activa con el calor), cuyo crecimiento y presencia en el páramo Sumapaz amenaza su existencia, al ahogar especies ecosistémicas de gran importancia como el frailejón.
“Es importante controlarlo teniendo en cuenta su característica invasiva y que tiene la capacidad de “ahogar” todos los frailejones y así agota los recursos más valiosos como la generación de agua”, aseguró John Fernández, profesional de la Secretaría Distrital de Ambiente -SDA.
Por ello, la CAR Cundinamarca, con apoyo de su Brigada, articuló acciones con la Secretaría Distrital de Ambiente, Alcaldía de Sumapaz, Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (IDIGER), Unidad Local Agropecuaria Técnica Ambiental (ULATA), Parques Nacionales Naturales, Ejército de Colombia, Defensa Civil y comunidad, para desarrollar la segunda jornada de erradicación de retamo espinoso en el punto Santa Elena, vereda Laguna Verde de la localidad de Sumapaz, punto de mayor presencia de esta especie y en donde se logró eliminar dos toneladas.
“En la cuenca del río Blanco se identificaron 13 focos de retamo espinoso, de los cuales, estamos trabajando en el foco con mayor área en el punto denominado Santa Helena vereda Laguna Verde”, señaló William Herrera, promotor ambiental de la Alcaldía de Sumapaz.
El retamo se distingue por ser una planta de flores amarillas con muchas espinas duras, sus frutos pueden durar mucho tiempo en el suelo hasta que se activen las condiciones necesarias para emerger, por ello es necesario tener en cuenta el siguiente proceso para controlarlo:
1. Retirar la parte de la flor y fruto con una tijera de poda y dejarlo en una lona separada del resto de la planta,
2. Cortar el tronco principal dejando un tocón que permite identificar donde está su sistema radicular.
3. Quitar la raíz y extraerlo por completo.
4. El control de los rebrotes por la explosión de la semilla se debe realizar cada seis meses durante 4 o 5 años para evitar que la planta vuelva a nacer en el mismo punto.
El retamo erradicado es llevado a un proceso que mediante presión y temperatura, elimina la pared celular de la planta y lo convierte en abono, según informó Fernández.
“Es una maleza que donde se deje avanzar invade todo el terreno, no hay herbicida ni nada que la pueda acabar sino arrancándola, el deseo es terminar con esa maleza”, dijo Leovigildo Novoa propietario del predio donde se realizó la jornada.
“Apoyamos todos los procesos interinstitucionales con el fin de visibilizar y apoyar las acciones de conservación y preservación del páramo y del territorio CAR. Fue muy importante esta jornada con apoyo de la Brigada CAR y las demás instituciones para así evitar la propagación del retamo”, dijo Katerine Otavo, profesional de la Dirección Regional Bogotá La Calera de la CAR, quien añadió que esta jornada se realizará cada mes.
El retamo espinoso es una especie invasora altamente agresiva, no sólo por sus características espinas que de forma amenazante alejan a la población circundante y a la fauna doméstica, sino porque además, se apoderan rápidamente de grandes extensiones de terrenos.
El retamo liso (Teline monspessulanus), llamado así por no tener espinas, puede considerarse una versión más “amable”. Sin embargo, esta especie, que puede comenzar como un pequeño arbusto aislado de “tiernas flores amarillas”, rápidamente puede crecer e invadir extensas áreas.
El retamo es originario de las sabanas secas del centro de Europa y se introdujo en Bogotá hacia los años 50. Al encontrar en los ecosistemas condiciones excepcionales de clima y disposición de nutrientes, su capacidad de regeneración, adaptación y resistencia a condiciones extremas, facilitan su permanencia y dispersión.
La principal amenaza que estas especies presentan para Bogotá y sus alrededores es la pérdida de biodiversidad y, con ella, los hábitats propios de la fauna y la flora nativa. Además de no permitir la sucesión natural del bosque, las masas densas de retamo, especialmente el espinoso, se convierten en un riesgo latente para la generación de incendios forestales, debido a su baja humedad y gran cantidad de taninos, que a manera de “grasas” arden con facilidad y alimentan el fuego. Las llamas que se generan en condiciones como estas se transfieren con facilidad a la vegetación cercana, causando incendios de grandes proporciones.