El envejecimiento parece algo inevitable: mientras más pasa el tiempo, nuestro cuerpo acumula cada vez más células viejas y menos jóvenes, lo que por supuesto dificulta el funcionamiento pleno de los humanos.

Los investigadores tienen años buscando formas para revertir ese proceso, probando con distintas técnicas, pero hasta ahora no se ha logrado. La razón es que los expertos aún no tienen un conocimiento pleno del envejecimiento celular, lo que les impide hallar una fórmula para "rejuvenecernos".

Esto ha llegado a que los especialistas se inclinen por otro método: frenar el envejecimiento de ciertas células del cuerpo. Un equipo de la Universidad de Exeter ha logrado esto parcialmente, según publicaron en su estudio.

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Un combustible para "funcionar correctamente"

Imagen de referencia.

Muchas son las hipótesis sobre por qué envejecemos: daños en el ADN o el daño de los telómeros son algunas de las más mencionadas; no obstante, el equipo de Exeter decidió probar otro ámbito.

La técnica utiliza sulfuro de hidrógeno, un químico que curiosamente da a los huevos podridos su particular hedor. Según se explica, hace billones de años cada bacteria de la Tierra obtenía su energía de este ácido.

Los científicos creen que luego de que cambió la atmósfera, tales bacterias se incorporaron de forma unicelular a otras formas de vida ancestrales. Pero las mismas se mantienen actualmente en la mitocondria, una especie de "baterías" que potencian nuestras células.

Los investigadores decidieron entonces probar este compuesto sobre las mitocondrias presentes en las células de envejecimiento, tomando el papel de un "combustible alternativo para ayudarlas a funcionar correctamente". Esto les permitió registrar que hubo una reducción de hasta 50 por ciento de las células más deterioradas.

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De momento no contamos con una técnica cien por ciento fiable que permita frenar el envejecimiento celular en todo el cuerpo o rejuvenecerlo, pero la ciencia puede que no se rinda tan fácil hasta lograr tal objetivo.