Meningococo, la bacteria que puede matar en menos de 24 horas | El Nuevo Siglo
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Martes, 17 de Septiembre de 2019

 “La enfermedad menigocócica, producida por la bacteria conocida como meningococo es la tercera causa de mayor mortalidad en el mundo”. Así lo manifestó Wilfrido Coronell, infectólogo pediatra, quien se ha dedicado a estudiar esta patología, su evolución en Colombia y medidas de protección contra ésta, como las vacunas.

Según el Ministerio de Salud y Protección Social dicha bacteria tiene una incidencia anual en Colombia de uno a dos casos por cada 100.000 habitantes, afectando en mayor proporción a la población infantil.

El meningococo es conocido como la bacteria que causa la meningitis en la cual se da la inflamación de las membranas que envuelven el cerebro y la médula espinal. Sin embargo, a través de varias investigaciones como las realizadas por Coronell se concluyó que dicha enfermedad la causa no solo la bacteria sino también otros gérmenes, por lo cual se cambiaron los lineamientos en Colombia que dieron paso a definirla como una enfermedad en sí misma.

Esta bacteria se aloja en la nariz donde puede vivir un indeterminado tiempo antes de invadir otras áreas del cuerpo y afectar al ser humano. Se transmite con facilidad a través de la saliva o las secreciones respiratorias y en ambientes con altas temperaturas y humedad donde se concentren aglomeraciones como en las cárceles, universidades, conciertos o discotecas, tal como fue el caso que se dio a comienzos del año en Fontibón donde dos personas murieron tras contraer esta enfermedad sin distinguirse la fuente de contagio.

Además de su fácil transmisión, solo afecta a los humanos y tiene gran capacidad de adaptabilidad y defensa con las que logra escapar al sistema inmune, haciendo que un paciente muera en un lapso de 5 a 15 horas al no ser detectada a tiempo. No obstante, un claro diagnóstico es un proceso complejo debido a que los síntomas del meningococo se pueden confundir fácilmente con los de otras enfermedades.

“Estamos viendo que el meningo se manifiesta de otra forma a la que conocíamos. Ahora lo pacientes consultan por un agudo dolor en las extremidades inferiores, mareo, fiebre, vómito y diarrea. Sin embargo, estas también son las señales que podrían diagnosticarse como un Dengue, Chicunguña o Zika y no se piensa en la posibilidad de que sea un meningococo, por estos factores y también por la escasez de especialistas en esta área”, resaltó el infectólogo.

Esta patología de baja incidencia pero de alta mortalidad se divide en doce serogrupos entre los cuales cinco son los más peligrosos: A, B, C, W y. En el país proliferan en regiones como Bogotá, Medellín, Boyacá, Buenaventura, Valledupar y Cali el tipo C, pero en el departamento del Bolívar ha tenido una gran incidencia el B que ha incrementado los casos de mortalidad en dicho territorio.

Los más afectados son los niños, adolescentes y adultos jóvenes quienes tienen un 10% al 24% de ser contagiados o transmisores del virus que en su fase avanzada se manifiesta en erupciones y manchas violetas o negruzcas en la piel. Estas son indicadoras del estado desarrollado de la enfermedad que cobra en la mayoría de los casos la vida del paciente y en los que logran salvarse, los cuales oscilan entre el 10% al 20%, quedan con secuelas neurológicas y físicas como las amputaciones o los injertos de piel.

Coronell explicó que para combatir el meningococo, en cualquiera de sus tipos, se crea una vacuna la cual ataca el polisacárido del meningo, es decir, su recubrimiento. No obstante, en las de tipo B esa cubierta es muy similar a las neuronas, lo cual es de alto riesgo pues se puede dañar también al cerebro, un aspecto que retrasó la creación de la vacuna específicamente para este serogrupo y su implementación en Colombia.

Como ratifica el doctor, esta bacteria es variable, cambiante e impredecible además fulminante y de rápido desarrollo, por lo que es necesario la implementación de la vacuna en el país, que aunque no sea 100% efectiva, reduce en un gran porcentaje el contagio. De igual forma, la Organización Mundial de la Salud, OMS, afirma que “medidas de seguridad contra las infecciones como el saneamiento, el lavado de manos, la preservación de la inocuidad de los alimentos y el agua potable pueden reducir la propagación de microorganismos resistentes a los antimicrobianos”.