Meteorólogos estadounidenses dijeron este jueves que habrá "cinco a nueve huracanes" a partir de junio, de los cuales hasta cuatro podrían tener vientos de más de 180 km/hora, después de que el Caribe y la costa sur de Estados Unidos sufrieran el año pasado tres devastadores ciclones.
En su esperado anuncio anual de predicciones de huracanes, la Asociación Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) detalló que existe un "70% de probabilidades de que haya 10 a 16 tormentas con nombre (...) de las cuales 5 a 9 podrían volverse huracanes".
De ellos, entre uno y cuatro podrían superar la categoría 3, en una escala de 5.
Esto significa que hay un 75% de probabilidades de que la temporada de huracanes del Atlántico 2018 -que va del 1 de junio hasta el 30 de noviembre- sea igual o más activa que el promedio.
Una temporada promedio produce 12 tormentas con nombre, es decir con vientos que superan los 62 km/hora, de las cuales seis pueden convertirse en un huracán, cosa que ocurre al superar los 119 km/hora.
"Es hora de empezar a prepararse", dijo Gerry Bell, líder del equipo de pronósticos del Centro de Predicción Climática de la NOAA.
"No podemos predecir cuántas tormentas tocarán tierra", añadió, "pero decenas de millones de personas deben empezar a preocuparse por el inicio de la nueva temporada".
La primera tormenta de este año se llamará Alberto. Las autoridades meteorológicas eliminaron "Harvey", "Irma" y "María" de su lista de nombres disponibles para tormentas, debido al nivel de destrucción que estos tres monstruosos huracanes, que alcanzaron categorías 4 y 5, causaron el año pasado en Estados Unidos y el Caribe.
Entre agosto y septiembre de 2017, los tres ciclones consecutivos mataron a cientos de personas -aunque conteos no oficiales en Puerto Rico dan cuenta de más de 1.000 muertos- y causaron miles de millones de dólares en daños.
Harvey azotó Texas causando históricas inundaciones sobre la ciudad de Houston. Irma luego devastó las islas del Caribe en su avance hacia Florida, donde se ensañó particularmente sobre los Cayos. Luego María destruyó completamente las infraestructuras de Puerto Rico y Dominica.
Las islas aún están lejos de recuperarse de los destrozos de la temporada pasada.