La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) impuso medida preventiva de suspensión de actividades e inició proceso sancionatorio a tres empresas productoras de flores que expandieron el área de cultivo dentro de la reserva Thomas van der Hammen, lo que podría haber afectado el suelo, el agua y otros recursos naturales de este importante ecosistema
En operativo realizado por la entidad se pudo establecer que el área de expansión de los cultivos de flores alcanzó las 12.39 hectáreas dentro de las que se encuentran la zona de Uso Múltiple, zona de Preservación y zona de Restauración de la reserva forestal protectora más importante del norte de Bogotá.
Cabe resaltar, que, el Plan de Manejo de la reserva prohíbe la expansión de cultivos de flores toda vez que las actividades bajo estructuras tipo invernadero rompen la conectividad ecosistémica de la zona, causan impacto paisajístico y ocasionan un aprovechamiento intensivo del recurso hídrico subterráneo que genera pérdida de la capacidad productiva del suelo y contaminación por vertimientos, entre otros.
Como se recuerda, la CAR adoptó el Plan de Manejo de la Reserva Forestal Protectora Thomas van der Hammen en septiembre de 2014 para orientar su gestión hacia la conservación y restauración de esta franja de gran importancia en la Estructura Ecológica Principal por la conectividad que establece con los Cerros Orientales y el río Bogotá.
El director de la CAR, Alfred Ballesteros y su equipo técnico visitó la reserva destacando que “estamos haciendo efectiva la imposición de medidas preventivas de suspensión de actividades a tres empresas de flores que logramos determinar, con un seguimiento técnico que venimos haciendo desde el mes de febrero que crecieron 12 hectáreas dentro de la Reserva Thomas Van der Hammen”.
El funcionario agregó que hace 10 años, cuando se aprobó el Plan de Manejo se dispuso que la floricultura debería ser sustituida al interior de la Reserva, así como reemplazar los cultivos existentes por otras actividades dentro de los siete años siguientes a su formulación. No obstante, en el ejercicio de verificación de la actividad por parte de la Corporación se logró determinar que esto no ha ocurrido.
“Esta es una actividad que va en contravía de los objetivos de conservación de la reserva que genera una presunta afectación al recurso suelo, al recurso hídrico y a la conectividad ecosistémica. La CAR Cundinamarca está empeñada en hacer una realidad la Reserva Thomas van der Hammen, un derecho que tienen todos los bogotanos de disfrutar de un gran pulmón en el norte de la ciudad”, indicó Ballesteros.