EL AIRE libre y el sol son dos de las cosas que más disfrutamos en nuestros días de ocio o vacaciones. Y aunque son múltiples las recomendaciones que se hacen y se conocen para evitar quemaduras por exposición al “astro rey” sin la protección adecuada, generalmente ello ocurre.
Las causas de ello son múltiples y van desde el común olvido de aplicar un protector solar de amplio espectro y reaplicarlo varias veces al día, hasta creer que es mejor broncearse sin los respectivos productos. Y si en un momento se cree que solo se tiene la piel roja por los efectos de los rayos solares, en poco tiempo esta arde, duele y puede llegar hasta causar fiebre.
Y aunque la prevención es el arma más efectiva contra esos dañinos rayos, si ya tiene una quemadura de piel debe retirarse de inmediato del sol y fijarse inicialmente si se le han hecho ampollas. Si ello ocurre, debe buscar atención médica. Si ello no es así, siga estos pasos:
1. Refrescarse. Si sientes que el cuerpo le arde después de una quemadura de sol, tómese su tiempo para refrescarse. Dúchese con agua fría para ayudar a mitigar la molestia y evitar que aumente la temperatura corporal. Evite las toallitas de tela, ya que pueden sentirse como una lija áspera que te raspa la piel. No use jabón porque puede empeorar la irritación de la piel. Tampoco es recomendarse quedarse “en remojo” durante mucho tiempo en la bañera porque ello reseca e irrita aún más la piel. Y recuerde que sentirá comezón y rascarse le generará dolor.
2. Relajarse. Dependiendo del lugar y la gravedad de la quemadura de sol, trate de evitar la ropa ajustada. Los tirantes del traje de baño, la pretina del pantalón e, incluso, el cuello de su blusa pueden causar irritación. Cubrase con ropa holgada y si puedes estar sin ropa es mejor.
3. Utilice anti-irritante. No hay nada que sustituya a un auténtico producto anti-irritante. Busque algún producto que entre sus indicaciones incluya tratamiento para quemaduras de sol o piel irritada.
4. Manténgase hidratado. Cuando tiene la piel demasiado quemada, la humedad para funcionar también disminuye. Durante este tiempo tiene que reponer el agua del cuerpo. La hidratación le ayudará a aliviar el dolor y sanar más rápido.
5. Controla el dolor. Con la mayoría de las quemaduras de sol hay dolor e inflamación. Tomar un analgésico de venta libre como ibuprofeno, aspirina o acetaminofén, definitivamente puede ayudar con las molestias. Tome siempre los medicamentos según las instrucciones médicas.
Padecer quemaduras por el sol es una experiencia dolorosa e inolvidable. Es por ello que deben observarse las recomendaciones que se hacen para no sufrirlas y que incluyen, entre otras, la aplicación constante de protector solar en todo el cuerpo (20 minutos antes de salir al sol) y su reaplicación cada vez que se sale de la piscina o el mar; usar ropa que proteja como gorras y camisetas manga larga, así como gafas que ofrezcan protección contra los rayos Uva y UVB. Tampoco olvide proteger zonas que sufren gran exposición como las orejas, las zonas calvas de la cabeza y los pies./El Nuevo Siglo con colaboración de Laura Chacón-Garbato, directora de capacitación de productos de nutrición externa de Herbalife