¿Por qué el mundo no logra frenar devastación de bosques? | El Nuevo Siglo
Foto: MinDefensa
Miércoles, 1 de Marzo de 2023
Redacción internacional con AFP

LOS BOSQUES, al igual que las selvas, son el ámbito terrestre con mayor número de especies y biodiversidad. Y aunque representan potencialmente de un 20% a un 30% de las soluciones al cambio climático, a diario pierden mayor terreno, por la acción humana.

Hay conciencia de la importancia tanto de unos como de otros -porque se debe tener claro que son diferentes- y voluntad política para su cuidado y preservación. Pese a ello y en aras del desarrollo, son cada vez más blanco de su sobreexplotación y a la larga, de su destrucción.

Como principio básico (ese es el común imaginario) se puede asegurar que cada selva es un bosque, pero claramente no todos los bosques son selvas. Si bien una selva siempre será un bosque denso, por ejemplo la selva (tropical húmeda) del Amazonas, un bosque no en todos los casos será una selva. De esta forma, un bosque es un ecosistema complejo, único y propio conformado principalmente por árboles y arbustos, mientras que una selva suele contar con enredaderas, lianas y árboles de otros tipos.

Los datos más recientes que se conocen de Naciones Unidas indican que en solo cinco años (2015-2020), las selvas perdieron diez millones de hectáreas, gran parte de estas de bosques que, como se sabe, son el pulmón de la humanidad.

Es ante esa constante pérdida global de especies, biodiversidad, espacios verdes y, en general de todos los ecosistemas inclusive en el mar profundo, que se realizan periódicamente cumbres mundiales en un afán por salvar a todos estos de las crecientes amenazas.

De esta forma, paralelamente mientras en Nueva York se realiza desde el pasado 20 de febrero una cumbre de los países miembros de la ONU para definir un tratado de altamar y hoy se concentran en la vecina Panamá expertos, ministros y filántropos de todo el mundo en busca de financiación y nuevos compromisos para fomentar la economía "azul", ampliar las áreas marinas protegidas y enfrentar las amenazas que sufre el océano, a miles de kilómetros en Gabón, el país de la costa del Atlántico en África Central, arrancó la transcendental cita global para proteger los bosques tropicales.

“Buscar soluciones concretas que permitan la gestión sostenible y el desarrollo de esas áreas amenazadas” es la visión del "One Forest Summit", el encuentro organizado por el país anfitrión y Francia con la misión de adoptar acciones concretas que minimicen la destrucción de estos biomas y que los desarrollos en curso sean ecosostenibles.

"Los bosques son grandes soluciones al cambio climático, que creo que es la mayor amenaza a la que nos enfrentamos", declaró Lee White, ministro de Aguas y Bosques de Gabón en la ceremonia de apertura del evento, acompañado por la secretaria de Estado francesa para el Desarrollo, Chrysoula Zacharopoulou.

Resaltaron que esta cumbre, convocada a iniciativa por los respectivos presidentes de esas naciones, Alí Bongo Ondimba y Emmanuel Macron, buscará reforzar la cooperación científica entre las mayores cuencas forestales del planeta: la selva amazónica, la cuenca del Congo y los bosques tropicales del sudeste asiático.

La idea es crear "cadenas más sostenibles" en la explotación de productos madereros y agroforestales, e identificar fuentes de financiación de esos proyectos.

Los organizadores advirtieron que el encuentro en Libreville, la capital gabonesa, "no tiene por objetivo la adopción de nuevas declaraciones políticas".

Los esfuerzos, precisaron, apuntan a alcanzar las metas ya definidas por el Acuerdo de París sobre el clima de 2015 y la COP15 sobre la Biodiversidad de 2022.

Aparte de Ondimba y Macron, se espera la participación de otros jefes de Estado africanos, como Denis Sassou-Nguesso (Congo-Brazzaville) o Teodoro Obiang Nguema Mbasogo (Guinea Ecuatorial).

Ningún mandatario latinoamericano figura en la lista.



Las amenazas

Los bosques del planeta enfrentan amenazas comunes, relacionadas con el calentamiento climático, la explotación económica y la deforestación.

Estos cubren unos 4.000 millones de hectáreas, algo menos de un tercio de las tierras emergidas, según un informe publicado el año anterior por la FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Esto representa casi la superficie total acumulada de Rusia, Canadá, Estados Unidos y de los países de la Unión Europea.

Más de un tercio de los bosques (34%) son bosques primarios, donde no hay rastros de actividad humana. La mayoría se encuentran en Brasil, Canadá y Rusia.

Por el contrario, un 7% de la superficie forestal mundial está constituida por bosques plantados por el hombre.

Si bien los bosques están presentes en todos los climas, en las zonas tropicales (45%) y boreales (27%) se concentran casi las tres cuartas partes.

Adicionalmente albergan la mayor parte de la biodiversidad terrestre, a saber, 80% de las especies de anfibios, 75% de las especies de aves, 68% de las especies de mamíferos y buena parte de las 60.000 especies de árboles del planeta.

Pero los bosques son también el hábitat cuya fauna y flora está más amenazada, según la lista roja de especies en peligro de Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Ellos concentran también tres cuartas partes (75%) de los hongos, dos tercios (66%) de las plantas y casi la mitad (45%) de los animales.

Carbono, economía y tala

Estos biomas también son un factor clave en la lucha contra el cambio climático, ya que contienen 662.000 millones de toneladas de carbono (2020). Y eso a pesar de la deforestación.

Aunque la superficie forestal está disminuyendo, el carbono capturado por los bosques se ha mantenido estable durante los últimos 20 años, en particular "gracias a la reforestación y a una mejor gestión de los bosques".

El sector forestal aportó directamente 663.000 millones de dólares a la economía mundial en 2015 y, "si se tienen en cuenta todos los efectos económicos", aportó más de 1,52 billones de dólares a las economías nacionales, según la FAO. Un aumento del 17% en cuatro años.

Los bosques, a través de la producción de pasta, papel, muebles y productos de madera maciza, generan alrededor del 1% del empleo mundial, es decir, 33 millones de puestos de trabajo.

Y si bien la tasa de deforestación está disminuyendo, la reforestación y la expansión natural de los bosques, estimadas en 5 millones de hectáreas al año, no han sido suficientes para compensar el terreno perdido.

Los países que perdieron más bosques entre 2001 y 2021 fueron Rusia, Brasil, Canadá, Estados Unidos e Indonesia, según la plataforma Global Forest Watch.

Sin embargo, la situación es más preocupante en Brasil e Indonesia, ya que las pérdidas afectan principalmente a los bosques primarios y son, en su gran mayoría, permanentes.

Y lo que más preocupa es que no fue una deforestación temporal relacionada con la silvicultura o los incendios, sino de bosques afectados a largo plazo por la agricultura, la minería o la expansión de las ciudades.

Como se ve, todos los biomas examinados están amenazados por la sobreexplotación agrícola e industrial, sobre todo forestal, petrolera y minera. Y esta cumbre prestará una atención particular a la cuenca del Congo, de 220 millones de hectáreas (superada solo por la amazónica), compartida por varios países, entre ellos la República Democrática del Congo, el Congo-Brazzaville y Gabón.

Expertos como el profesor de la Universidad de Yaundè, Bonaventure Sonké, aseguran que esta trascendental cita servirá para "dar la alarma" sobre la gestión de los recursos forestales, especialmente en el llamado continente negro donde un “un tercio de las especies de África tropical están amenazadas de extinción. A este ritmo, serán más. En la preservación, hay que pensar que los seres humanos necesitan de esos recursos, pero también hay que pensar en perpetuarlos", agregó.

De paso destacó el desconocimiento que se tiene sobre esos recursos en dicho continente dado que "no hay medios financieros consecuentes y hay cada vez menos personas con formación para hacerlo", contrariamente a lo que ocurre en la región amazónica, "donde se han puesto los medios necesarios".

Gabón fue el primer país africano que recibió fondos por la protección de sus bosques, a través de los créditos carbono y de allí que se espere sea el que mayores acciones emprenda para protegerlos.

"Nuestra absorción neta de CO2 es de 100 millones de toneladas por año. Gabón capta tres toneladas de CO2 por segundo. Estamos en buen camino hacia una economía sostenible", declaró White, recordando la ambiciosa meta de que el 30% de su territorio se convierta en áreas protegidas (marítimas terrestres y fluviales”.

Los datos evidencian no solo la riqueza de estos santuarios naturales del planeta sino su invaluable rol para mitigar los impactos del cambio climático. Entonces ¿por qué no se logra consenso global para frenar su devastación?./Redacción internacional con AFP

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