La pandemia generó cambios en la relación de los consumidores con las marcas y uno de ellos tiene que ver con que las personas son más incrédulas y exigentes respecto a los productos y servicios que adquieren. Es una de las conclusiones del informe Tendencias Consumidor 2022 elaborado por la consultora española LLYC.
Entre las preferencias identificadas, figura que se intensifica el deseo de celebrar momentos de “microfelicidad” que reconforten aunque sea de manera temporal. Tras la ansiedad y el miedo que dejó la pandemia ahora viene el tsunami de extremo positivismo. ¿Es preciso sumarse a él? No es obligatorio. Se trata de normalizar las impresiones más negativas y reconocer que dentro de lo malo también puede existir algo constructivo.
Señala el informe que es tal la fuerza y vocación universal de los memes que los estrategas de social media marketing han hecho de esta poderosa herramienta un camino efectivo para conectar con sus audiencias.
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Asimismo, los consumidores son más conscientes de la importancia que tienen el bienestar, la salud mental y la estabilidad, la felicidad, el equilibrio social y la conciencia medioambiental. “Hemos pasado de la facilidad y accesibilidad en la compra a la inmediatez. El ‘ahora’ y el ‘ya’ se han convertido en una moneda de cambio en la que muchas marcas han encontrado un camino de diferenciación con un consumidor cada vez más ansioso y exigente con su tiempo”, indica la consultora.
También manifiesta que la lealtad a la marca que antes se esperaba ha sido reemplazada por la necesidad de una experiencia de compra única. Los más jóvenes están particularmente motivados para que esta sea la más personalizada que se les puede ofrecer.
Las personas están cada vez más interesadas en entender cómo la tecnología es el camino para poner fin a las limitaciones físicas. Los avances en las últimas décadas y la aceleración de la digitalización en la pandemia hacen que el mundo presencial sea cada vez más reducido.