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Foto cortesía
Lunes, 4 de Abril de 2022
Redacción Cultura
El trabajo remoto en el mundo y en América Latina ha aumentado en esta era. Trasladar parte o la totalidad del trabajo fuera de la oficina, ha sido una tendencia en alza desde los últimos dos años. Por tal razón, la Escuela Superior de Diseño de Barcelona (Esdesign) entrega algunas tendencias sobre cómo se están adaptando las familias a estos nuevos retos.
- Variabilidad en los espacios de trabajo: es imprescindible buscar en el exterior espacios para la lectura, el estudio, contestar mails o realizar trabajos puntuales e incluso tener reuniones, todo con la libertad que nos ofrecen los dispositivos electrónicos. El uso de terrazas, balcones y azoteas permiten descansar la vista.
- Versatilidad, transformabilidad y modulación: una de las claves para el funcionamiento versátil del espacio de trabajo es el almacenaje. Para que los cambios en el espacio interior sean factibles se debe tener un mobiliario de almacenaje eficiente con relación al trabajo. Una opción es crear cajones de almacenaje eficaz que organicen y liberen espacio para reorganizar el mobiliario según la necesidad.
- Mobiliario nómada y adaptativo: un espacio puede ser mucho más dinámico, amplio y versátil gracias al mobiliario transformable, que facilita funciones muy distintas en un mismo espacio. El gran ejemplo es el sofá cama, que ofrece un nuevo lugar de trabajo simplemente plegando o abatiendo.
- Las posturas, ergonomía integral: el sofá (con la ayuda de cojines que cuiden la curva lumbar y cervical) puede ser un buen lugar para leer, la butaca para contestar mails, la cocina para revisar o planificar (la altura de los mesones de cocina nos facilita permanecer de pie durante algún tiempo, especialmente si podemos colocar el computador a una altura adecuada para los ojos).
- Calidad ambiental: es óptimo trabajar cerca de la luz natural, pero también se puede mejorar el entorno aumentando la variación de los tipos de iluminación artificial para crear diferentes atmósferas lumínicas según la actividad. Diversas configuraciones de luces, tanto operativas, como de entorno, funcionan no solo para diferentes estados de ánimo; también para diferentes actividades, incorporando una sensación de complejidad y variación en el lugar en el que se pasan tantas horas.
- Los patrones biofílicos: la incorporación de estímulos auditivos, táctiles y olfativos, cambios sutiles de temperatura y humedad relativa, variación de la intensidad de luz y sombra, conciencia de los procesos naturales estacionales y temporales, referencias simbólicas de formas, texturas orgánicas y situaciones propias del paisaje natural, son algunas de las acciones que se establecen para diseñar interiores armónicos, sanos y en conexión con la naturaleza.