Ecuador vuelve a urnas | El Nuevo Siglo
/ AFP
Viernes, 3 de Enero de 2025

La recta final de la campaña presidencial en Ecuador arranca, oficialmente hoy, de cara a los comicios para escoger jefe de Estado y Asamblea Nacional, que se realizarán el próximo 9 de febrero.

Las últimas encuestas señalan que, de nuevo, se presentará un pulso entre las fuerzas que lidera el actual mandatario, Daniel Noboa, ubicado en la centroderecha (aunque él se define como de centro-izquierda), y la aspirante de la izquierda Luisa González, apoyada por el condenado y hoy asilado en Bélgica expresidente Rafael Correa.

Esa misma competencia se dio en octubre de 2023, cuando Noboa, al frente de una coalición multipartidista, se impuso con el 52 % de los votos a González, que incluso perdiendo bordeó el 48 % del apoyo en las urnas.

Como se recuerda, esos comicios atípicos se precipitaron porque el entonces mandatario Guillermo Lasso, de centroderecha, elegido en 2021 y quien debía terminar su mandato este año, decidió en mayo de 2023 acudir al mecanismo constitucional de “muerte cruzada”. Es decir, que disolvió la Asamblea y llamó a elecciones generales. Esto ante el riesgo de un juicio político que las mayorías correístas opositoras le querían adelantar en el Legislativo con el fin de destituirlo.

Desde que Noboa asumió el poder, en noviembre de 2023, se sabía que tendría un periodo de gobierno corto, no mayor a año y medio, ya que fue elegido para completar el mandato de Lasso. Es decir, que estará en el poder hasta mayo próximo, cuando debe asumir quien resulte ganador en las urnas en los comicios de la segunda semana de febrero. Esta vez el periodo será el institucional de cuatro años.

Por lo visto en las últimas dos encuestas, el presidente en funciones encabeza los sondeos con distancias que van desde los tres hasta los nueve puntos sobre su rival izquierdista. Aunque hay más de dieciséis nombres en contienda, catorce están muy lejos de los dos primeros, razón por la cual los analistas señalan que este remate de campaña será definitivo. Incluso, mientras algunos sostienen que muy posiblemente será necesario acudir a una segunda vuelta (el 13 de abril), otros consideran que dado el alto porcentaje de indecisos y de quienes dicen que votarían en blanco o nulo (los tres guarismos suman entre 25 % y 34 %), no se descartaría una sorpresa de última hora.

Los partidarios de Noboa ponderan que ha sabido gobernar imponiendo el principio de autoridad legítima, lo que le ha permitido golpear duramente a los carteles del narcotráfico y las bandas criminales que estaban ‘mandando’ a sangre y fuego en muchas ciudades, provincias y las cárceles. No en vano declaró oficialmente al país en “conflicto armado interno” y desplegó fuerzas militares para combatir los focos “delincuenciales y terroristas”. También destacan que logró superar en apenas ocho meses el drástico problema del racionamiento energético, producto de una sequía histórica, y que la economía y las finanzas del país han ido recuperándose de forma gradual.

La izquierda, por el contrario, con González como portaestandarte, descalifica al gobierno actual, indicando que sus medidas de seguridad y orden público son ineficaces, propician violaciones de derechos humanos, al tiempo que continúa muy alta la tasa de homicidios, aumentan las masacres y asesinatos de líderes políticos regionales y locales. Tampoco ven avances en el combate al narcotráfico, le pasan ‘factura política’ por los amplios y costosos apagones al cierre de 2024 y consideran que la economía ecuatoriana no está despegando realmente.

Lo más paradójico es que, en medio de esa polarización política, la imagen favorable de ambos aspirantes ha venido mejorando, lo que imprime más expectativa a lo que será este remate de la contienda proselitista.

También es sintomático del apretado escenario político en el vecino país que el partido de Noboa, Acción Democrática Nacional (ADN), esté encabezando los sondeos para la conformación de la Asamblea, aunque seguido muy de cerca por Revolución Ciudadana (RC), de González. De nuevo, el resto de agrupaciones políticas marcan muy bajo, señalando que no solo está en juego la titularidad presidencial, sino la capacidad del futuro o futura mandataria para tener un Parlamento a su favor u opositor.

¿Qué puede pasar? Para los analistas locales, el escenario es muy voluble. A Noboa lo están complicando mucho en estos días el pleito político y jurídico con su vicepresidenta Verónica Abad y los brotes de violencia recientes, en tanto que a González, la sombra de su pater político Correa se le ha convertido en un lastre que cada vez le pesa más.

También hay alerta por un ambiente muy frío en materia electoral, denotando confusión, desinformación y desinterés de la opinión pública pese a estar a escasas cinco semanas de la jornada de votación.

Por ahora, como se ve, no hay claridad en torno al futuro de Ecuador. Solo que vuelve a las urnas en un escenario tan incierto como polarizado.