En Reino Unido, la “ley y el orden” de Thatcher está de vuelta | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Domingo, 9 de Abril de 2023
Pablo Uribe Ruan

Visto por décadas como el país más avanzado en seguridad y orden en Europa, Reino Unido hoy enfrenta un aumento de los delitos violentos que ha llevado a que políticos locales y ciudadanos centren el debate público en cómo enfrentar la criminalidad.

Rishi Sunak, elegido por las bases conservadoras hace seis meses en reemplazo de Lizz Truss -que gobernó un poco más de un mes-, ha lanzado un nuevo “Plan de Acción contra el Comportamiento Antisocial”, que busca reprimir las actividades ilegales dentro de las comunidades y faculta con poderes adicionales a la policía para castigar delitos relacionados con drogas y actividades criminales.

“Lo políticamente correcto nos ha impedido eliminar a los viles delincuentes que se aprovechan de niños y mujeres jóvenes”, ha dicho el primer ministro británico. “No nos detendremos ante nada para acabar con estas peligrosas bandas”, aseguró.

Reencauche

La política anticrimen del líder conservador se lanza un mes antes de las elecciones municipales que tendrán lugar este 5 de mayo, en las que se elegirán los concejos municipales de Londres y las autoridades locales en Gales y Escocia.

Según encuestas, la mayor preocupación de los británicos es la inseguridad. El “Plan de Acción”, en línea con las preferencias electorales, hace parte de un discurso de campaña que busca atraer votantes que apoyan la “ley y el orden”, como al final de los años setenta, en la antesala del gobierno de Margaret Thatcher.

En un Reino Unido bloqueado por marchas sindicales, alto desempleo e inflación, Thatcher, también conocida como la “Dama de Hierro”, ganó las elecciones de 1979 bajo la promesa de recuperar el orden y equilibrar las finanzas públicas, con recetas “neoliberales” que llevaron a la privatización del sistema ferroviario, y otras empresas públicas, y un descenso vertiginoso del gasto público.

Popular y controversial, la política conservadora defendió la tesis de que el orden público era un “servicio social”. “Sospecho que habría más apoyo para una gran transferencia de recursos de las prestaciones de la Seguridad Social a la ley y el orden, siempre y cuando la retórica sobre la mano dura contra la delincuencia fuera acompañada de la práctica”, dijo Thatcher en una frase célebre, citada en su libro de “The Path to Power” -El camino al poder-.

Terminado su gobierno, que llegó a su fin como todo por el retiro de apoyos en el Parlamento en 1990, Thatcher, odiada por el laboralismo y celebrada por sectores liberales del Partido Conservador -muy afines al libre mercado-, se convirtió en baluarte de los gobiernos que buscan recuperar el orden público, en momentos de un alza de la criminalidad, como el de ahora.

No es raro que Sunak, y anteriormente Boris Johnson y Lizz Truss, citen frases de la “Dama de Hierro” en debates de control político promovidos por los laboristas, en los que hacen énfasis en la seguridad como un bien público que merece más esfuerzos por parte del poder central.



Brexit y Europa

Lejos de la popularidad que alcanzó en octubre de 2016, cuando más de la mitad de los británicos votaron por salir de la Unión Europea, el Brexit representa hoy una carga pesada que ha estancado a los conservadores en un proceso de salida de Europa, que no tienen fecha.

Por el inmovilismo político de los últimos cuatro años, el partido Conservador inglés ha empezado a cambiar sus objetivos políticos, sin anunciarlo oficialmente. Ha dejado el Brexit en un plano secundario y posiciona, lentamente, el discurso de “ley y orden”, como la base de sus prioridades.

Su objetivo apunta a las condiciones locales de inseguridad, que impiden el disfrute de las libertades civiles y políticas en comunidades marginales, en contraste con el discurso que señalaba a Bruselas, los eurodiputados y Europa en general, a quienes culpaban del poco crecimiento económico de Reino Unido y de favorecer a migrantes europeos que, según ellos, le quitaban los puestos de trabajo a los ingleses.

Estratégicamente se entiende que es necesario un giro en el discurso en el Partido Conservador inglés. Pero las políticas de Sunak y su partido hacen parte de una tendencia que va mucho más allá de las elecciones y encuestas.

Al otro de lado del Canal de la Mancha, en París, Emmanuel Macron defiende el discurso favor de la “ley y el orden”, para contrarrestar mediante las fuerzas policiales las movilizaciones -algunas veces violentas- contra la reforma a las pensiones que la semana pasada logró aprobar por medio de un decreto presidencial la semana pasada.

Legitimado, dice Macron, por el mandato popular -se reeligió hace menos de ocho meses-, el presidente francés ha defendido a toda costa la necesidad de subir la edad de jubilación en Francia, en donde parte importante del país se opone a esta iniciativa por considerar que va en contra de la esencia del estado benefactor francés.

En algunas calles de París o Lyon se ven afiches de la policía golpeando a los manifestantes. Son muy parecidos a los que, en 1968, los jóvenes mostraban en las masivas marchas contra el gobierno de Charles de Gaulle.

No en vano hoy, en algunas partes de Francia, Macron es comparado con De Gaulle, el general conservador de la resistencia francesa que gobernó hasta 1970.

Con Thatcher y De Gaulle de vuelta en los discursos y afiches, Rishi Sunak y Emmanuel Macron, que se reunieron en París la semana pasada para hablar de Ucrania, transitan por caminos parecidos.

Líderes de dos de las economías más importantes de Europa, ambos le apuestan, por coincidencia o consenso, a fortalecer la seguridad local y decretar leyes en contra del crimen.

Particularmente, Sunak es consciente de que, si hoy se abre una enciclopedia sobre Reino Unido en el año 1979, se encuentra que, salvo que han pasado 44 años, las condiciones del país son parecidas a las de ahora: inflación, costo de vida alto y, sobre todo, inseguridad.

La receta empleada en ese tiempo, y que probó ser exitosa, parece estar volviendo bajo las tesis de Thatcher.

*MPhill Universidad de Oxford. Consultor en seguridad, tecnología y riesgo país.