Felipe ordenó su funeral: sencillo y en la capilla de San Jorge | El Nuevo Siglo
SU ALTEZA Felipe de Edimburgo falleció ayer en paz en el castillo de Windsor”. Así comunicó el palacio real al mundo el deceso del príncipe consorte británico
Anadolu
Viernes, 9 de Abril de 2021

En público se le veía siempre callado, al lado de su reina esposa. En privado, aseguran los biógrafos era más extrovertido y hasta malgeniado. Pero en uno u otro siempre fue la mano derecha de Isabel II y un abnegado príncipe consorte, el más longevo en la historia real británica.

Felipe, duque de Edimburgo, esposo de la monarca británica falleció en la mañana de ayer “en paz en el castillo de Windsor” según el anuncio del Palacio de Buckingham, tras el cual la campana de la abadía de Westminster sonó cada minuto, 99 veces (la edad que tenía), en honor del difunto, cuyo rostro sonriente apareció en la pantalla gigante de la célebre plaza londinense de Picadilly Circus.

Ese fue tan solo el primero de la decena de homenajes que se realizarán en su nombre por su larga vida de servicio y como muestra de solidaridad con la Reina Isabel II, quien hará respetar la voluntad del hombre con quien estuvo casada por 70 años: un funeral sencillo estilo militar en la capilla de San Jorge y ser enterrado en los jardines Frogmore, contiguos al castillo de Windsor, su lugar preferido.

La noticia conmocionó a los británicos, muchos de los cuales desatendieron el llamado de trasladarse hasta el castillo o el Palacio para colocar sus ofrendas florales y rendir tributo. Las casas reales y los líderes mundiales expresaron sus condolencias a “Lilibet” como llamaban a la reina sus familiares y amigos más cercanos.

Todos coincidieron en exaltar el servicio del príncipe consorte, su valentía, sentido del deber y su franqueza, las que calificaron de inolvidables. Dos de los mensajes más destacados fueron los de los expresidentes de Estados Unidos, Donald Trump y Barack Obama. El primero dijo que Felipe de Edimburgo "encarnaba el alma noble y el espíritu orgulloso del Reino Unido”, mientras que el segundo indicó que “El príncipe demostró al mundo lo que era ser un marido fiel junto a una poderosa mujer".



Conocido por su particular humor, y por su inquebrantable lealtad a la monarquía, Felipe vio desfilar durante décadas a generaciones de "royals" dentro y fuera de Europa.

El primer ministro Boris Johnson elogió "la vida y el trabajo extraordinarios" del duque de Edimburgo, encabezando el homenaje de toda una nación donde desde los independentistas escoceses, en plena campaña electoral, hasta los unionistas norirlandeses, sacudidos por una inusual ola de violencia, enviaron mensajes de pésame a la reina.

Los partidos políticos anunciaron la suspensión de sus campañas para los comicios regionales y municipales del 6 de mayo y el gobierno la cancelación de los eventos oficiales, entrando así todo el Reino Unido en luto de varios días.

Aunque hasta anoche no se habían revelado detalles de las exequias se supo que el desaparecido príncipe consorte había personalmente ordenado algunos detalles que, como corresponde, coordinó con la oficina del Lord Chamberlain en el palacio de Buckingham.  

El Lord Chamberlain, actualmente William Peel, es el funcionario de mayor rango en la casa real y su oficina organiza ceremonias como recepciones oficiales y visitas de Estado. Según el protocolo, el Lord Chambelán consulta primero con el primer ministro y luego con la reina para acordar el funeral de un miembro de la familia.  

Pero, desde ayer las banderas oficiales ondean a media asta y permanecerán así hasta el día siguiente al funeral, mientras que el estandarte sobre la residencia real seguirá ondeando para simbolizar la continuidad de la monarquía.  

Se sabe que los miembros de la familia y la casa real vestirán ropa oscura y brazaletes de luto. Y aunque normalmente el funeral de un alto miembro de la familia real tiene lugar ocho días después de su muerte, se desconoce si se mantendrá dicha medida, si se anticipará o por el contrario tardará más días ya que su nieto, el príncipe Enrique y su esposa Meghan Markle, si deciden asistir deberán no solo viajar desde California sino observar una cuarentena preventiva de varios días.

Hoy el ejército disparará durante varios momentos del día salvas en honor al desaparecido Felipe, incluido Gibraltar, y el Parlamento británico regresará de sus vacaciones de Pascua el lunes.



 

El amor de su vida

Con la muerte del príncipe Felipe, Isabel II pierde a su marido, del que se enamoró siendo adolescente y con el que estuvo casada más de 70 años. Poco proclive a hacer demostraciones de cariño en público, la reina se refirió a él como “mi pilar, mi roca. Ha sido mi fuerza y mi sostén”.

Y, por su parte, el príncipe consorte más con hechos que con palabras le demostró que ella era el amor de su vida. Por ella, renunció a los títulos nobiliarios, a su religión ortodoxa, dejó de fumar, obtuvo la nacionalidad británica y adoptó el nombre de su madre, Mountbatten.

Nacido príncipe de Grecia y Dinamarca el 10 de junio de 1921, al casarse con Isabel renunció a su carrera militar y se sometió al estricto protocolo ligado a su función. 

En 2009, había batido el récord de longevidad de los consortes de monarcas británicos. 

Después de haber participado en más de 22.000 compromisos oficiales desde que su esposa accedió al trono en 1952, el duque se retiró de la actividad pública en agosto de 2017.

Desde entonces había sido hospitalizado varias veces, la penúltima en diciembre de 2019.

En enero de aquel año, sufrió un espectacular accidente de coche cuando su Land Rover se estrelló contra otro vehículo en las cercanías de la finca de Sandringham y volcó. En ese momento renunció a su permiso de conducir.

La vida de Felipe se había visto sacudida cuando tenía apenas 18 meses: su tío, rey de Grecia, fue obligado a abdicar y su padre fue desterrado. Con sus padres y cuatro hermanas huyó a bordo de un barco militar británico. 

Fue enviado a un internado en Escocia y a partir de 1939, a la Escuela Naval de Dartmouth, en el sur de Inglaterra.

En esa época conoció a Isabel, con quien se casó el 20 de noviembre de 1947. Tuvieron cuatro hijos: Carlos, Ana, Andrés y Eduardo. 

Felipe, que el 10 de junio debía cumplir 100 años, fue visto por última vez el 16 de marzo al salir del hospital King Edward VII de Londres, donde había sido ingresado un mes antes. Desde allí regresó a Windsor, unos 50 km al oeste de Londres, donde él y la reina, de 94 años, estaban  confinados desde el inicio de la pandemia.

Hacía años que no pasaban tanto tiempo juntos, puesto que él permanecía gran parte del tiempo en la residencia real de Sandringham y ella en Buckingham o Windsor.

Tras ser hospitalizado el 16 de febrero, como "medida de precaución" por haberse sentido mal, la casa real informó que no se debía al covid-19 sino a una infección.  A principios de marzo fue trasladado del pequeño y elegante King Edward VII al gran hospital público St Bartholomew, donde fue sometido "con éxito" a una intervención cardíaca.

El apodo cariñoso con que el príncipe se dirigía a su esposa se hizo público en 2006 con la película "The Queen" de Stephen Frears en la que, cuando se mete en la cama, le dice "muévete, repollo".



¿Rey de lo políticamente incorrecto?

Así como Felipe evidenció gran lealtad con la corona, su esposa y su compromiso real, también fue propenso a mostrarse poco respetuoso de lo políticamente correcto, con declaraciones que algunos consideraban en extremo francas y, otros, la encasillaban en un particular humor.

"Es mejor desaparecer que alcanzar la fecha de caducidad", dijo hace unos años, cuando su temperamento era más explosivo que en los recientes cuando se le vio más calmado y tranquilo.

"¿Habéis logrado que no os comieran?", preguntó a un joven británico que venía de viajar por Papúa Nueva Guinea en 1998 o "Vosotros tenéis mosquitos, yo tengo periodistas", dijo en Dominica en 1966. Luego compararía a los periodistas con los monos de Gibraltar fueron algunas de sus frases que causaron gran revuelo.

De igual forma que cuando se le preguntó si le gustaría visitar la Unión Soviética, dijo: "Me encantaría visitar Rusia, aunque esos cabrones asesinaron a la mitad de mi familia" (en alusión a la suerte de los Romanov).

Algunas de estas declaraciones fueron recogidas por el exministro británico Tony Blair en sus memorias en la que también llega a la conclusión de que “la gente tiene la impresión de que al príncipe Felipe no le importa nada lo que piensen de él y tienen razón”.

A partir de ahora, la soberana, que el 21 de abril cumplirá 95 años, tendrá que afrontar sola las crisis que sacuden a la familia real británica.