Así como Nueva York tiene su imponente Estatua de la Libertad, Roma su Coliseo y París su catedral de Notre Dame, Bogotá aloja en sus calles cientos de personajes y numerosos momentos históricos inmortalizados en monumentos e instalaciones, que conforman una amplia lista que cada vez aumenta con el reconocimiento de obras para su protección como patrimonio cultural.
En este domingo, en el que se conmemora el Día Internacional de los Monumentos y sitios, EL NUEVO SIGLO rememora algunas de estas instalaciones que hasta hace dos años fueron reconocidas como Bienes de Interés Cultural en el Ámbito Distrital, precisamente, acorde con la función de esta fecha que se centra en promover su conservación.
Historia y arte en cada rincón
En el 2019 las buenas noticias para Bogotá llegaron cuando el Consejo Distrital de Patrimonio Cultural aprobó un total de 118 monumentos como Bienes de Interés Cultural del Ámbito Distrital. Estos bienes muebles presentados por el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, IDPC, están ubicados en diferentes espacios públicos de la capital.
Esta declaratoria ayudó a que estos bienes cuenten con la protección y defensa necesarias para que puedan permanecer en el tiempo, bajo unas condiciones de apropiación y sostenibilidad más adecuadas, tanto en su reconocimiento social como en la conservación de su materialidad.
Antes de este reconocimiento, hasta el 2006 Bogotá solamente tenía en su lista 51 monumentos. Y aunque aún faltan por descubrir más esculturas hasta hoy este acervo ascendió a un número considerable.
Estas “nuevas” obras en esa época fueron clasificadas en cuatro colecciones, de las cuales ya se aprobaron dos: ‘Esculturas artísticas’ y ‘Unidades funerarias del Cementerio Central’. Para promover la declaratoria de las obras que conforman estas colecciones, se tuvieron en cuenta sus valores históricos, estéticos y simbólicos. Las otras dos colecciones: Esculturas conmemorativas y Objetos utilitarios artísticos aún están en proceso de aprobación.
La colección Esculturas artísticas está conformada por 69 obras. 24 están ubicadas en espacios públicos aledaños al Museo de Arte Contemporáneo, MAC, las cuales muestran lo más representativo desde mediados del siglo XX hasta la actualidad.
Eduardo Ramírez Villamizar
Las 45 obras restantes fueron elaboradas por artistas como Eduardo Ramírez Villamizar, entre ellas Nave Espacial, ubicada en la Plazoleta del Centro de Convenciones Gonzalo Jiménez Quesada, ubicada en la calle 26 con carrera 13A. Esta escultura de 25 toneladas y de ocho metros de alto fue inspirada en el esqueleto de un pájaro y fue llamada por el artista El pájaro antediluviano.
Otra de las esculturas de Ramírez Villamizar que alberga la ciudad es Pórtico, que ubicada en el Parque Tercer Milenio, es un homenaje al periodista antioqueño Guillermo Cano Isaza, quien se encargó de luchar por los derechos de la libertad de prensa.
Espejo de la luna, que decora el World Trade Center en la Calle 100 con carrera 9, es otra de las esculturas de Ramírez, con la que el artista demostró su interés en la creación de proyectos a gran escala ubicados en espacios públicos, aspirando a la monumentalidad.
Caracol en crecimiento limitado, instalado en la Avenida El Dorado; Doble victoria alada, en la misma zona; y Homenaje Muisca, en la Biblioteca Virgilio Barco, completan la cuota de obras de este artista que se pueden encontrar en Bogotá.
Édgar Negret
En este acervo también está Edgar Negret con obras como La gran cascada, instalada en el Parque El Virrey, en la que reúne varias de sus etapas como escultor, ya que fue fabricada en hierro pintado, el primer material con el que inició en el mundo de las esculturas; también se refleja en el uso de tuercas y tornillos para su ensamblaje, otro de los insumos que comenzó a usar en 1956.
También con esculturas como Vigilante, ubicada en la Plaza de Armas del Palacio Presidencial, con la que Negret usa el color para ocultar el brillo, la dureza y frialdad del hierro, así como también de su peso; y como Dinamismo que se puede encontrar en la Plazoleta de la Procuraduría General de la Nación.
Feliza Bursztyn
Con el Monumento a Gandhi, ubicado en la calle 100 con carrera séptima, se suma a esta lista de reconocimientos Feliza Bursztyn, quien construyó esta obra con chatarra para rendir homenaje a este líder nacionalista.
John Castles
Este artista es otro de los artistas que enriquecieron la ciudad con sus obras. Castles es el autor de una escultura Sin Título que se puede encontrar en la carrera séptima con calle 27, con la cual pretendía generar una reflexión en los espectadores de comprender la relación de la obra con el espacio. También con su pieza Oriente, que hace parte de las esculturas que rodean el Museo de Arte Contemporáneo.
Ana Mercedes Hoyos
De la artista se puede encontrar Las patillas de la cordialidad, instalada en el Tunal, con la que le dio el significado de la buena convivencia entre los habitantes. Las patillas también son un tema recurrente en la obra de Hoyos.
Plegaria por la paz de Salvador Arango, Longos de Hugo Zapata, Antihuatana de Fernando de Szyszlo, Tuercas de espiral de Jim Amaral, entre muchas esculturas más hacen parte de esta “nueva” lista de monumentos por conocer y conservar.
Por otro lado, la colección de las Unidades funerarias del Cementerio Central contiene 49 piezas de alto valor artístico y un amplio espectro de manifestaciones rituales, que por sus características estéticas y la trascendencia de los personajes que resguarda el cementerio ameritan su reconocimiento y protección de manera urgente.
Entre las obras se encuentran los complejos funerarios de Francisco de Paula Santander, las hermanas Bodmer, Leo Kopp, José Asunción Silva, Luis Carlos Galán, Carlos Pizarro Leongómez y Alfonso López Pumarejo.