Feria del Libro marchó al ritmo de movida juvenil | El Nuevo Siglo
Hasta este lunes se podrá disfrutar de este encuentro literario, el cual se ha tomado un público cada vez más joven y con nuevas perspectivas del mundo de las letras.
Alex Londoño – El Nuevo Siglo
Domingo, 1 de Mayo de 2022
Redacción Cultura

Más de mil eventos, 500 invitados y 400 expositores conforman la estructura del nuevo capítulo presencial de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, Filbo. Sin embargo es la movida juvenil la que se ha encargado de copar cada sala, tarima o escenario de Corferias, convirtiéndose en el personaje principal de esta fiesta literaria desde su primer día.

Bien sea a través de su pluma o como testigo del regreso de uno de los encuentros alrededor del libro más importantes del mundo, los jóvenes han tenido la mayor participación en la Filbo, que irá hasta este lunes.

El año del reencuentro

La Feria tuvo que mudar su templo literario al mundo virtual para el 2020 con la inesperada llegada de la pandemia, una edición que se repitió al siguiente año, con una propuesta híbrida que combinaba los eventos digitales con algunos presenciales.

Momentos de angustia y sed de cultura se vivieron entonces para esa época. No fue sino hasta dos años después que la Filbo volvió a invitar a los bogotanos y sus visitantes a su recargado capítulo cien por ciento presencial.

Una noticia que hoy ha alegrado a cientos de visitantes de la Feria, que esperaron por un largo tiempo tener en sus manos los libros y conversar, aunque con tapabocas, cara a cara con sus autores favoritos.

Así lo confirma Ana María González, directora de programación juvenil de la Filbo: “Este año ha sido muy emocionante tanto para quienes organizamos la Feria, como para los asistentes. Se nota en el ambiente mucha alegría de volver a la presencialidad, a Corferias, de ver a los autores en el recinto y no virtualmente, como tantos eventos que se hicieron en los años de pandemia. Por eso también el contexto de esta Feria ha sido el reencuentro”, le contó a EL NUEVO SIGLO.

“La presencialidad ha sido muy buena porque la Filbo nos llevó de nuevo a esa integración con los escritores, a la interacción con ellos, sentir sus libros y la emoción. Hay muchas cosas que la presencialidad nos permite y son ese tipo de acercamientos que no habíamos podido tener el año pasado”, le comentó a este Diario Camila Velandia, una joven visitante de la feria, de 20 años.

A pesar del entusiasmo que se respira en la Feria, para Óscar Moreno, otro joven asistente, la presencialidad también ha significado algunos vacíos en esa interacción con los autores que se presentaba fácilmente en la virtualidad.

“Encontrarse con escritores en vivo y volver a presenciar los libros en físico creo que trae como el misterio del libro como objeto nuevo. Pero también se pierden otras cosas. Creo que cuando la Feria fue virtual uno podía tener más acceso a los escritores, de cierta manera escucharlos con atención y no se divagaba tanto. En presencialidad los escritores, o no alcanza uno a verlos porque uno no llega a la conferencia, ellos están ocupados o se distraen un poco y no hablan de esa presencia íntima que tuvieron con el libro. Tenerlos cerca le da a uno la posibilidad de conocerlos físicamente, pero a nivel virtual uno conoce más sus argumentos”, expresó Moreno.


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Movida juvenil latente

Durante sus 34 ediciones, la Feria Internacional del Libro de Bogotá se ha caracterizado por reunir en un solo sitio a cientos de fanáticos por el mundo literario y sus exponentes. Sin embargo, entre el público asistente se ve una fuerte presencia de jóvenes, que para González, se debe a factores como su mayor interés por los libros y su curiosidad por la tan tendencial cultura coreana que hoy permea el entretenimiento en Latinoamérica.

“Este año hay muchísimos jóvenes. Creo que ahora mismo hay muchos jóvenes leyendo y también les ha llamado mucho la atención la presencia de Corea como país invitado de honor, pues para los jóvenes que siguen tanto las bandas coreanas y su cultura pop ha sido una sorpresa muy grata, también por conocer más su literatura”.

Por otro lado, Óscar Moreno asegura que la participación juvenil en la Feria se debe a gran parte al Pabellón de Diseño Gráfico, un espacio en el que converge la autenticidad del mundo gráfico con la literatura y que se ha convertido en una clave para seguir conquistando a nuevos públicos.

“Creo que el pabellón de fantasía, cómics y diseño gráfico ha sido un lugar obligado que ha tenido la feria para atraer nuevos lectores y personas que se interesen por un evento que puede ser muy ladrilludo y ligado al lector adulto. Estos espacios tienen éxito obligado. Tal vez no tiene tanta relación con el ejercicio de leer, pero la gente se distrae, compra cosas de la cultura pop, se siente identificado y le encanta. Es uno de los pabellones más llenos y ha sido el gancho para los jóvenes”, confirma Moreno.

Una nueva generación de escritores

Así mismo, el público juvenil ha aumentado gracias a una nueva generación de escritores. Plumas frescas que con sus historias han despertado el apetito de muchos por nuevas historias.

“Hay muchos jóvenes escritores este año. Por ejemplo, hemos tenido la oportunidad de tener en la Filbo autores como Flor Salvador, Carolina Abdújar, Angie Ocampo y vamos a tener este fin de semana a Lili Del Pilar. Todas son autoras muy jóvenes y que empezaron a escribir desde los 15 años”.

La presencia de estos talentos juveniles en la Filbo, según Moreno, “brinda la oportunidad para que el país y sus comunidades se narren a través de los jóvenes, da una perspectiva muy fresca y se va renovando la feria, se adapta no solo a sus audiencias, sino que los libros representan la historia no contada oficial y esa es la nueva historia de Colombia y del mundo”. Gran parte de estas nuevas plumas son fenómenos de plataformas como Wattpad, en las que han logrado atrapar a cientos de lectores y alcanzar hasta 30 millones de lecturas con sus obras virtuales. En esta edición varias de esas figuras famosas digitales están en la Filbo, llevando sus creaciones de la pantalla al papel. “Creo que hay un público importante que lee muchísimo este tipo de contenido digital”, indicó Ana María.