Uno de los mayores retos que tendrá el Congreso que se instale el próximo 20 de julio será lograr la reforma política y electoral, la cual es urgente, como ha quedado demostrado por las denuncias sobre los resultados de las pasadas elecciones legislativas. El proyecto, para que tenga alguna posibilidad de salir adelante, debe ser consensuado con el Gobierno, la organización electoral y el Consejo de Estado. 

A continuación algunos de los puntos que no puede dejar de lado dicha reforma política y electoral, pues son situaciones problemáticas que se han visto en varios de los últimos comicios. 

1.- Software electoral 

Si bien recientemente la Registraduría adquirió el software de escrutinio nacional para las elecciones de este año, el cual será propiedad de la organización electoral, atendiendo a un fallo del Consejo de Estado por irregularidades que se presentaron en anteriores comicios, cuando se contrató con empresas privadas, hay que hacer ajustes y permitir que los partidos políticos tengan un efectiva auditoría sobre esta plataforma,  pues en las parlamentarias también se denunciaron fallas. 

La Alianza Verde aseguró que habría diferencias entre los resultados que entregó la Registraduría a cada partido con lo que se reportó en los formularios E24, diligenciados por la empresa Unión Temporal Disproel. 

2.- Escogencia de jurados y testigos de votación 

En las elecciones legislativas de marzo pasado se implementó el nuevo sistema para la designación de jurados, que seleccionó de manera heterogénea a los ciudadanos postulados por los partidos y movimientos políticos y, en segundo lugar, a los estudiantes universitarios, funcionarios y docentes.  

No obstante, el principal lunar que se presentó en las pasadas elecciones fue precisamente el de los jurados, a quienes el registrador nacional, Alexander Vega, responsabiliza por la diferencia de más de un millón de votos entre el preconteo y el escrutinio. 

Es evidente que hay que definir reglas de cómo escoger los jurados, y no dejar esto al arbitrio del Registrador Nacional de turno.

También habría que hacer más expedito el proceso para la acreditación de testigos de votación que presentan los partidos, pues en esta oportunidad se quejaron por demoras por parte de la Registraduría.

3.- Nuevo sistema de escrutinio y preconteo 

Las grandes diferencias que se presentaron entre los resultados que entregó el preconteo de las recientes legislativas con el posterior escrutinio, que fue cercano al 7%, amerita ajustar la forma como se realizan estos procesos. Incluso hay quienes se preguntan si vale la pena preconteo, teniendo en cuenta que su resultado no es oficial. 

De todas formas hay que hacer cambios en los formatos que manejan los jurados, especialmente el E-14, para minimizar el error en la contabilización de los votos; también hay que mejorar la transmisión de datos y su transcripción por la Registraduría.

4.- Voto electrónico total

Desde 2004 una ley ordenó implementar el voto electrónico antes del 2009, lo que no ha ocurrido a pesar de que muchos consideran que entregaría mayores garantías para un efectivo conteo, y que reemplazaría el actual sistema puramente manual. 

La reforma al Código Electoral, que acaba de caerse en la Corte Constitucional por vicios de trámite, establecía un voto electrónico mixto, es decir, que se complementaba con una papeleta que depositaba el ciudadano en una urna para mayor seguridad.

La reforma política y electoral tendrá que necesariamente retomar el tema del voto electrónico.

5.- Reforma a circunscripción de Senado 

La Constitución del 91 creó la circunscripción nacional en Senado buscando quitarles a los caciques políticos regionales el dominio que tenían al elegir buena parte de las curules. Sin embargo, hay quienes creen que el remedio ha sido peor que la enfermedad, pues por un lado los costos de las campañas se han vuelto astronómicos porque los candidatos tienen que ir a buscar votos en diferentes regiones; y por el otro, una decena de departamentos con poca población por lo general no alcanzan un representante en esta Corporación.

6.- Vigilancia a gastos de campaña 

La vigilancia a los gastos de campaña está en manos del Consejo Nacional Electoral; sin embargo, el sistema hace agua porque el Aplicativo Cuentas Claras, en el cual los candidatos deben subir en tiempo real sus gastos e ingresos, muchos se lo pasan por la faja. 

La norma contempla que los candidatos deben entregar a la autoridad electoral los libros con los balances dos meses luego de los comicios. No obstante, hay muchas formas de maquillar los ingresos y gastos, por lo que no es extraño que muchas campañas se vuelen los topes establecidos.

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7.- Fortalecimiento de los partidos 

La Reforma Política del 2009 estuvo orientada a fortalecer los partidos, pues anteriormente hubo una fragmentación tan grande que llegaron a existir más de 70 colectividades. Sin embargo, en los últimos años se ha visto cada más división, que ha terminado en el retiro de parlamentarios de los partidos por los cuales se eligieron, como se ha visto en La U y Cambio Radical.

También el mecanismo de la escisión pasó su primera cuenta de cobro con el retiro del sector del MOIR del Polo para formar el Partido Dignidad. 

Entonces es necesario fortalecer los partidos y que puedan sostener el debate interno, y no que las diferencias lleven a que se fracturen y rompan.

8.- Lista cerrada y voto preferente 

Otro asunto infaltable en una reforma política y electoral es analizar si hay que poner punto final a las listas abiertas con voto preferente y dejar solo las cerradas en que se sufraga es por el partido, como lo propuso una comisión electoral y organizaciones independientes como la MOE. 

Es un asunto que se ha venido ventilando desde hace años; sin embargo, siempre se ha dejado de lado por los intereses políticos de algunos sectores. 

Se dice que el voto preferente atomiza los partidos y encarece las campañas, no obstante la lista abierta es la más utilizada. 

9.- Sueldo de congresistas y receso legislativo 

Las dificultades económicas que han tenido millones de colombianos por efecto de la pandemia exacerbaron la polémica por el alto salario que ganan los congresistas, que este año se incrementó a casi $37 millones. Como consecuencia se presentaron varios proyectos para reducir los emolumentos, congelarlos o atar el incremento al IPC. Sin embargo, los padres de la Patria se cuidaron de no pasar esta reforma. 

Otro asunto es que se ha buscado reducir el receso legislativo que hay entre diciembre y marzo, como lo propuso un proyecto para acortarlo, de tal forma que volvieran a sesionar en febrero. Empero tampoco los parlamentarios se dieron la pela en esto.

10.- Tamaño del Congreso 

De otro lado, está la iniciativa de un Congreso con menos curules, pues hoy el Senado tiene 108 escaños, contando los cinco del Acuerdo de Paz para los desmovilizados  y uno para oposición. En tanto que en la Cámara, a los 166 establecidas se suman las cinco curules del Acuerdo de Paz y una de la oposición. Sin olvidar que en el próximo Congreso llegarán 16 representantes de las víctimas.

Otros puntos para tener en cuenta

• Reingeniería de organización electoral 

De tiempo atrás se han pedido ajustes de fondo en la organización electoral, especialmente suprimiendo el Consejo Nacional por el origen político de sus magistrados, el cual sería reemplazado por un tribunal electoral.

En ese sentido, el Consejo de Estado, la Sección Quinta, dejaría de ocuparse de temas electorales, como lo viene haciendo en las últimas décadas. 

No obstante, esta reforma no es fácil porque los partidos más grandes no quieren perder la cuota que tienen en el Consejo Nacional Electoral.

• Incentivos al sufragante 

En los últimos años se han establecido nuevos incentivos a los ciudadanos para ejercer el derecho al voto y, de esta forma, reducir la alta abstención que supera el 50% en elecciones nacionales. 

Entre los incentivos está que quien cuente con el certificado electoral tendrá prelación en caso de empate en los resultados de exámenes para ingresar a universidades. Además, se contemplan beneficios para la entrega de becas, subsidios de vivienda y predios rurales que ofrece el Estado.

Sin embargo, habría que implementar otros incentivos más para quebrarle el espinazo a la abstención.