Una momia embarazada, el último gran descubrimiento del mundo arqueológico | El Nuevo Siglo
Esta momia fue llevada a Polonia en el siglo XIX e integra la colección de antigüedades de la Universidad de Varsovia.
Crédito: Warsaw Mummy Project.
Sábado, 1 de Mayo de 2021

En las últimas 72 horas el mundo arqueológico debió celebrar al unísono el último descubrimiento hecho por un grupo de científicos polacos y revelado por la última edición del Journal of Archaeological Science el pasado jueves: tras la realización de una serie de radiografías a los restos de una momia egipcia con más de 2.000 años, los expertos identificaron que se encontraba embarazada, siendo la primera del mundo antiguo que se halla en este estado.

La momia, que por más de un siglo se creyó que correspondía a la de un sacerdote, finalmente reveló su secreto: su cuerpo no solo correspondía al de una mujer que debió tener una cabellera larga y rizada que le llegaba a los hombros, sino que en ella estaba creciendo una nueva vida cuando murió y fue meticulosamente embalsamada.

¿Qué más se sabe de ella, de esta Dama Misteriosa, como han llegado a apoderarla los investigadores que la circundan, dado a los contradictorios relatos sobre sus orígenes? ¿Qué se sabe de estos restos que escondieron por varios siglos un secreto que hoy ha causado revuelo?

Se sabe que falleció en el siglo 1 A.C., y por la circunferencia de la cabeza del feto los arqueólogos calculan que el bebé tenía entre 26 y 30 semanas de desarrollo cuando la madre murió, por razones aún desconocidas.

Los investigadores también determinaron que estos restos pertenecen probablemente a una mujer de entre los 20 y los 30 años de edad, proveniente de la élite de la clase alta de Tebas, pues su cuerpo fue cuidadosamente momificado, envuelto en finos linos y equipada para su viaje a la otra vida con un rico set de amuletos.

De hecho, algunos daños en las envolturas de su cuello sugieren que en algún momento de su historia pudo haber sido manipulada en busca de objetos de valor.

Por último, con relación a su equivocada etiqueta de sacerdote, esta conclusión fue sacada de un estudio de los jeroglíficos inscritos en su sarcófago, pero esta pista inicialmente sugerida era equivocada. Ahora los científicos creen que la momia podría ser aún más antigua e intentan averiguar, no solo la posible causa de su muerte, sino por qué fue momificada con su hijo adentro.


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El misterio de su embarazo

Con curiosidad, Wojciech Ejsmond, miembro de la Academia de Ciencias polaca y que también participa en el proyecto se preguntó: ¿por qué no sacaron al feto del útero de la difunta durante su momificación? Nadie lo sabe aún y es realmente misterioso, considerando que en la cavidad abdominal de la momia se encontraron cuatro paquetes que se cree eran órganos envueltos y embalsamados. ¿Entonces por qué no hicieron lo mismo con el feto?

"Mi esposo Stanislaw, egiptólogo, y yo, al examinar las imágenes radiográficas, notamos en el útero de la mujer fallecida un cuadro familiar para nosotros que somos padres de tres hijos: ¡un pequeño pie!", señaló ante periodistas Marzena Ozarek-Szilke, antropóloga y arqueóloga de la Universidad de Varsovia, quien añadió que esta momia es realmente única, pues su equipo no ha encontrado casos similares.

“Esto significa que 'nuestra' momia es la única encontrada en el mundo con un feto por dentro", indicó la arqueóloga, quien planteó la siguiente hipótesis: probablemente a su muerte, hubo una intención clara por "ocultar el embarazo, o quizás esto tenía cierto significado vinculado a las creencias sobre el renacimiento en el más allá", añadió Ozarek-Szilke. También señaló que al ser el primer caso conocido de un cuerpo embalsamado de una mujer en embarazo, "esto abre nuevas posibilidades de investigación sobre los estados de gestación en la antigüedad y todas las prácticas vinculadas a la maternidad", finalizó diciendo.

Proyecto de Momias de Varsovia

Ciertamente es una dama misteriosa pero, ¿qué se sabe de su llegada a Polonia? Se tiene claro que esta momia fue llevada a este país en el siglo XIX, y llegó a integrar la colección de antigüedades de la Universidad de Varsovia desde 1917 para el goce de los curiosos en el Museo Nacional. Eso quiere decir que tuvieron que pasar 104 años para que este descubrimiento finalmente fuera revelado por arqueólogos y expertos que debieron pasar al frente de ella en cientos de ocasiones en el Museo Nacional de Varsovia.

En el 2015 esta pieza fue seleccionada por el Warsaw Mummy Project (Proyecto de Momias de Varsovia) para que hiciera parte de esta investigación.  

“Hace 5.000 años aparecieron las primeras momias en el Nilo, un legado de la cultura del antiguo Egipto. ¿Qué historias esconden estos cuerpos? Lo que este proyecto busca develar es el mundo de las momias a través de medios tecnológicos del siglo 21 a través de examinar a humanos y animales momificados en el antiguo Egipto”, explica la introducción de este proyecto.


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Es importante referir que la piedra angular de esta investigación es la de hacer uso de tecnología moderna para revisar piezas arqueológicas del Museo Nacional de Varsovia y aprender sobre el pasado.

Por lo mismo, este descubrimiento es un excelente ejemplo de la meta que orientó desde un comienzo esta investigación: conocer cómo eran la vida y las costumbres en el mundo antiguo; buscar pistas de enfermedades ancestrales, identificar la ocupación de los difuntos, sus tradiciones y creencias e incluso determinar si había zurdos en la antigüedad.

“Las momias egipcias son una fuente de información profunda cuando se trata del entendimiento de los misterios de la civilización de los faraones. No solo tenemos una vista somera de sus propias vidas y su historia, sino que también nos comparten y nos dan luz sobre cómo era la vida en el antiguo Egipto, su cultura, sus varias creencias y muchísimo más. Con la ayuda de avanzada tecnología nosotros podemos resolver las respuestas a preguntas mucho más específicas relacionadas con la edad, con la causa de la muerte, con enfermedades antiguas, con el estándar de vida e incluso con el nivel de estrés que tenían en la civilización egipcia”, describe esta investigación.

El proceso de análisis y muestreo

Por último, este proyecto dividió el proceso de análisis en dos etapas. La primera de ellas involucra un escáner de rayos X para hacer un análisis macroscópico de los métodos de momificación y el estado de la preservación del tejido.

La segunda etapa es un poco más compleja, pues consiste en la toma de pruebas de laboratorio que requieren el uso de técnicas invasivas para adquirir pequeñas muestras de tejido por medios laparoscópicos, entre otros.

“Estos exámenes nos permiten descubrir si hay señales visibles de malas condiciones de salud. Por ejemplo estos exámenes pueden determinar si hay tumores, laceraciones, fracturas, infecciones metabólicas y enfermedades vasculares o parasitarias”, explica esta iniciativa polaca que, no obstante, tiene un extenso capítulo  de cooperación con la unidad de carabineros italianos especializados en el análisis de huellas dactilares.

“Dicho análisis nos ha ayudado a identificar las huellas dactilares de los egipcios hace miles de años, y las huellas de pies momificados también nos han permitido determinar la actividad predominante de supervivencia o por ejemplo defectos de postura”, indica el estudio, que ya está por cumplir siete años.