Colombia el cuarto país con mayor mortalidad por covid en A. Latina | El Nuevo Siglo
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Jueves, 13 de Mayo de 2021
Agencia Anadolu

Hasta este jueves 13 de mayo en Colombia se han registrado 3’031,726 casos de covid-19 y 78.771 fallecimientos por el virus, de acuerdo con las cifras del portal Worldomerter. Con 1.534 muertes por cada millón de habitantes, el país se ubica en el puesto 24 de mortalidad a nivel mundial.

Pero, ¿cómo se deben leer las cifras del coronavirus?

El doctor Luis Jorge Hernández, médico de la Universidad Javeriana y Ph.D. en Salud Pública de la Universidad Nacional, señala que "no hay que confiarse de las cifras de letalidad del virus, porque están dadas por la capacidad diagnóstica del país". Un país que haga muchas pruebas tiene una muestra mayor y por lo tanto tiene un denominador de letalidad más bajo.

Además, señala que "el total de muertes tampoco es un indicador objetivo porque entre más población, más muertos. Lo que tenemos que ver es la tasa de mortalidad”.

Y lo que este indicador dice es que hay más riesgo de mortalidad por covid-19 en Colombia, donde hay 3,1 muertes por cada 100 habitantes, que en Chile, Bolivia, Ecuador o Uruguay.

Mike Ryan, director ejecutivo del programa de Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aseguró en 2020 que hay factores que podrían contribuir a las diferentes tasas de mortalidad: quién se infecta, en qué etapa se encuentra la pandemia en un país, cuántas pruebas está haciendo un país y qué tan bien están funcionando los sistemas de salud.



 

En el primer ámbito, y de acuerdo con las cifras del Ministerio de Salud de Colombia, la mayoría de contagios se ha dado en la población de 30 a 39 años (673.580 casos confirmados) pero la mayor tasa de muertes está en el grupo de 70 a 79 años (21.115 fallecidos). Como se ha confirmado desde el inicio de la pandemia, son los jóvenes quienes más de contagian y el comportamiento de las nuevas variantes del virus parece confirmar esta tendencia.

Asimismo, a finales de abril el Rt (número de contagios que puede causar una sola persona) se encontraba en 1,75, una cifra que se daba a principios de la pandemia y que después de un año sigue estimulando el aumento de casos en el tercer pico de esta.

Un dato importante para analizar en Colombia es que solo hasta el pasado 15 de abril el Gobierno empezó a usar un sistema centralizado de registro de pruebas, SisMuestras, donde los laboratorios han cargado datos de muestras que no habían reportado, por lo que ahora hay más rigor y concordancia en las cifras, ya que anteriormente se habían presentado algunas discrepancias.

“Ningún país puede cantar victoria pero Colombia no ha tenido un buen desempeño. Tampoco se aprovechó la primera cuarentena y nuestro sistema de salud está sometido a un gran estrés”, recalca Hernández.

Por otra parte, en diciembre de 2020 un estudio publicado por la revista Universidad y Salud demostró una aterradora realidad: en el país “hay demora en el diagnóstico y retardo en la notificación de la infección por SARS-Cov2 en quienes fallecen por Covid-19. El 55,2% fueron diagnósticos póstumos y en este grupo la mitad murieron durante la primera semana de iniciados los síntomas y el 97% en los primeros 21 días”.

Sin embargo, la alta tasa de mortalidad es un realidad que afecta a otras naciones de Latinoamérica. Brasil (2.001 muertos por millón de habitantes), Perú (1.872) y México (1.686) se ubican por encima de Colombia en los registros mundiales.

En el informe “Mortalidad por COVID-19”, presentado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en enero de 2021, se detallaron las principales causas de las altas cifras de fallecimientos en la región.

Algunas de estas incluyen las formas en que se codifican las causas de muerte (cómo se certifican) y los desafíos que presenta para los profesionales de salud en materia de diagnóstico, testeo y tratamiento, una nueva enfermedad. En Colombia, el Ministerio de Salud implementó la autopsia verbal para mejorar la calidad del diagnóstico, detectar defunciones mal clasificadas y establecer la causa de muerte durante la pandemia en las personas que fallecen en sus hogares o ingresan muertas al hospital.

El subregistro de datos no es solo un problema latinoamericano; también afecta a países como India, donde muchas personas están muriendo por coronavirus sin haber sido diagnosticadas o porque no tienen acceso a un centro médico, por lo que las autoridades de salud de Nueva Delhi creen que el número de casos y muertos es incluso 30 veces mayor.

La Cepal también aseguró que “la cuarentena y el aislamiento social pudieron contribuir a la disminución de muertes por otras causas, como las externas (accidentes, violencia y otras). Por tanto, la comparación entre las defunciones totales reflejaría en menor medida un exceso de mortalidad asociado directa o indirectamente con el COVID-19”.

De hecho, las debilidades de los sistemas de salud y la realidad económica de los países de la región han hecho que la cifras de mortalidad sean elevadas. La falta de atención primaria y de seguro médico, junto con la necesidad de las personas de salir a trabajar para conseguir un sustento diario, ha sido la combinación para el desastre.

Es importante destacar que la COVID-19 ha sido una pandemia de la desigualdad, agravada entre y dentro de los países, teniendo un impacto particularmente severo en las personas que ya están marginadas y desfavorecidas”, concluyó un informe presentado este miércoles 12 de mayo por los miembros del Panel Independiente de Preparación y Respuesta ante una Pandemia, convocado por la ONU en mayo de 2020 y que durante ocho meses examinó el estado del coronavirus y la preparación del mundo ante este.

El último reporte publicado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) en Colombia también sirve para constatar cómo la desigualdad social influye en la tasa de mortalidad.

Entre el 2 de marzo de 2020 y el 11 de abril de 2021, los estratos 1 y 2, que corresponde al sector con menos ingresos, concentraron el 62,2% de las defunciones relacionadas con covid-19, mientras que el 21,2% de los fallecidos solo había accedido a educación básica primaria.