Alberto Gamero es uno de esos técnicos que ilusiona a los hinchas del equipo que dirija y en este caso a los de Millonarios, quienes además lo sienten como de la casa por aquello de que también formó parte del club en sus años de jugador.

Ya en una ocasión los puso a soñar con la conquista de la estrella 16, a mediados del semestre pasado, pero el Tolima hizo de aguafiestas y frustró la ilusión azul.

La esperanza renace este año con la cómoda clasificación a los cuadrangulares, cuyos rivales conocerá esta noche cuando se realice el sorteo a partir de las 9:00 p.m.

Tanto Gamero como los propios directivos y la hinchada esperan que ya con un plantel consolidado y un arquero como Álvaro Montero, que brinda garantías, esta vez sea la vencida y tras superar el cuadrangular, se dé la anhelada vuelta olímpica.

El ‘Sonero’, quien por sus logros en los bancos técnicos en los equipos que ha orientado llegó a ser mencionado como candidato a dirigir la Selección Colombia, sabe que aunque la afición le reconoce lo que ha hecho por el club en cuanto a promoción y consolidación de jugadores, ya es hora de ganar un título.

Claro que, de no lograrlo, tampoco tendrá problema, por lo menos con los directivos, quienes se trazaron un plan para el quinquenio de 2021 a 2025, el cual se ha ido cumpliendo y hasta se ha ido más allá.

Para el año pasado las metas eran clasificar a uno de los dos cuadrangulares, consiguiendo así cupo internacional y Gamero llevó al equipo a disputar la final.

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Para este 2022 el plan contempla clasificar a los dos cuadrangulares del año (objetivo ya cumplido), llegar a la final en uno de ellos y avanzar dos fases en Suramericana, lo cual no se pudo alcanzar porque le tocó ‘bailar con la más fea’, Fluminense.

Anhelo

Sin embargo, el hecho de que en el plan quinquenal trazado por la directiva azul no se estipule que se debe ganar un título, no quiere decir que no es una obligación buscarlo.

Millonarios, por su historia, por jerarquía, por hinchada y por todos los argumentos que se quieran añadir, está siempre obligado a estar en las finales.

Este año ya dio el primer paso al clasificar a los cuadrangulares y ahora debe dar el segundo, sin importar los rivales que le correspondan en el sorteo de hoy.

Gamero tiene contrato vigente con Millonarios. Los directivos están satisfechos con él y ni qué decir de la afición. Además el samario se siente cómodo en Bogotá, como en casa, y sabe que así no le pidan que gane la 16, es su deber buscarla.

En el segundo semestre del año pasado una de las falencias del equipo fue el arco. Juan Moreno, Esteban Ruiz y Cristian Vargas cometieron errores que a la postre costaron muy caro. Fue entonces cuando se recordó aquella frase del médico Gabriel Ochoa Uribe: “Denme un buen arquero y dormiré tranquilo”.

El técnico pidió un portero que le brindara garantías y los directivos le cumplieron, puesto que concretaron la llegada de Álvaro Montero desde noviembre de 2021.

Hasta ahora los frutos de la llegada del guardameta guajiro están a la vista. Millonarios tiene la valla menos vencida en la Liga BetPlay y además ha consolidado su defensa con Juan Pablo Vargas y Andrés Llinás como centrales, más Omar Bertel como lateral izquierdo. Por el costado derecho ha tenido dificultades pero las ha sorteado con Rosales, Perlaza y hasta Stiven Vega, quien por momentos volvió a una posición que le es conocida.

En el sector medular también se estableció un grupo de jugadores que brindan garantías. No está Vega por lesión, pero quedan Larry Vásquez, Juan Carlos Pereira, Juan Camilo García, David Silva, el venezolano Eduardo Sosa o el joven Daniel Ruiz.

Tal vez las dificultades celestes están en el ataque porque con la ida, primero de Cristian “Chicho” Arango y luego de Fernando Uribe, se perdió poder goleador. Hasta ahora Jader Valencia y Diego Herazo no han estado a la altura de las exigencias, aunque en las últimas jornadas han mejorado.

Pero en general, Gamero cuenta con una nómina que le permite cimentar su anhelo y el de los aficionados que es ganar la estrella 16, igualar en títulos de liga a Nacional y alejarse del América.

Trabajo

La culminación del trabajo que, tanto la directiva como Gamero han venido haciendo, tendrá un final feliz si se logra el título.

Además el samario no puede seguir sumando eliminaciones, sino que debe certificar su labor con logros y tiene al alcance el de buscar una nueva final con los azules, sin importar qué rivales le corresponda enfrentar en el cuadrangular.

Nadie puede desconocer que la contratación del ‘Sonero’ fue un acierto por parte de la directiva, que tan contenta está con el trabajo del técnico que lo renovó por dos años.

Tampoco se puede ocultar que en el tiempo que Gamero lleva al frente de los azules, les cambió la cara. De ser un equipo que invertía millones y millones de pesos en las divisiones inferiores y muy pocas veces les daba oportunidad en el conjunto profesional, pasó a ser uno de los que más integrantes de las fuerzas vivas tiene en la formación profesional, incluidos los que son alternativa.

El club pasó de tener una nómina prestada a contar con un verdadero patrimonio que le permite cumplir otro de los objetivos, transferir un jugador por más de dos millones de dólares, para aliviar la carga económica.

Unido a ello va que Millonarios, de contar con un plantel que en algún momento le valió la mofa de las aficiones rivales, que lo llamaban el “geriátrico”, pasó a contar con una de las formaciones más joven en promedio en la liga.

Pero el mayor argumento para sumarlo al trabajo de Gamero y considerar que ya es hora de ganar un título con el samario como técnico, es que toda esa camada de jugadores que recibieron su oportunidad entre comienzos de 2020 y hoy, ya la mayoría están consolidados, acumulan experiencia, saben la responsabilidad que tienen pero, ante todo, sienten amor por la camiseta, tienen sentido de pertenencia.

Lo que viene es superar el cuadrangular e ir por la final. Es cierto que hay rivales con nóminas más costosas, como Nacional, Junior o el mismo Tolima, pero también lo es que la de Millonarios tiene una idea clara de juego y sus integrantes tienen hambre… de triunfo.

Bien lo dijo el estratega samario: “Nosotros trabajamos para ser campeones”.