SIN señalar alguna de disminuir su intensa actividad, lo que llevó que el pasado 31 de marzo se decretara la alerta naranja que se mantiene, sigue el volcán Nevado del Ruiz.
En el informe diario que entrega el Servicio Geológico Colombiano, este lunes se reporta que si bien el fracturamiento de roca al interior del edificio volcánico mostró una disminución en el número de sismos, tanto energía sísmica liberada, como la expulsión de vapor de agua, cenizas y desgasificación de dióxido de azufre sigue alta, manteniendo el ritmo de las últimas semanas.
Al interior, la sismicidad se localizó en los sectores norte, nororiente, suroccidente del volcán y en el cráter Arenas, a una distancia máxima de 6 km a partir de este y a profundidades entre 1 y 7 km, mientras que la actividad energética medida con el indicador de fluidos en sus conductos fue mayor a la del día inmediatamente anterior (sábado), con una mayor liberación de energía sísmica y cenizas.
Estas últimas siguieron expulsándose a la atmósfera, al igual que el azufre -producto de su desgasificación- y vapor de agua, a través de la columna que evidencia la intensa actividad del Ruiz y cuya altura máxima llegó a los 1.300 metros, medidos desde la cima del volcán.
Esta actividad superficial también evidenció que la dispersión de todos esos componentes anteriormente mencionados varió desde el noroccidente hasta el suroccidente y, ocasionalmente, estuvo hacia el nororiente, por el comportamiento de los vientos.
El Servicio Geológico Colombiano reitera que por todos estos indicadores se mantiene la alerta naranja, ya que el volcán sigue muy inestable. Y si bien los mismos varían de un día para otro, al alza o la baja de su actividad, continúan dentro de los rasgos de alto riesgo. Por ahora nada hace prever que el nivel de alerta disminuya.